Te prefiero a ti Cole Sprouse

Capítulo 19

Podría decir que en ese momento me trague el llanto y que le dije que ya estábamos enamorados. Pero no voy a mentirles.

Si me trague el llanto pero sólo asentí, seguí actuando como si escuchara todo lo que me decía... pero ya no tenía cabeza par otra cosa y sólo me hundí en mis pensamientos, sólo quería que terminara y salir corriendo de aquí.
Lo último que si escuche fue cuando me dijo:

—Y por favor, espera por Dylan.

Justo aquí es cuando ya no pude soportar más y salí corriendo sin dar explicaciones.

Salí lo más rápido que pude del hospital y al estar  ahí afuera me quedé donde por fin pude volver a soltar el llanto.

Tanto tiempo que me tomo aceptarlo como para que en un par de minutos hayan acabado con mi alegría, me bajan el autoestima y que volviera a mi ese sentimiento de culpa.

Pero ella tiene razón, después de todo tiene razón y me odio a mi por ser tan estúpida.

De repente mi móvil comenzó a sonar, lo saque de mi bolsillo y vi en la pantalla el nombre de Cole.

Lo pensé un par de tonos más y decidí no contestarle.

Debo aceptar que él no es el culpable de mis estupideces pero no... no sé qué decirle.

  ...No voy a soportar decirle que ya no lo quiero.

¿Lo estoy considerando?

Joder, ya no sé.

Apague y guarde mi móvil y opte por caminar.

Aún sentí que el corazón se me estrujaba dentro del pecho, podía parar de llorar pero mientras más lo pensaba volvían las lágrimas y era inevitable no derramarás.

Seguí dándole vueltas al asunto, pensarlo detalladamente; ¿que consecuencias tendría? ¿que tanto daño me causaría? Y sobre todo si Cole me podría perdonar si es que decido alejarme.

Pero de repente se me viene a la mente imágenes de él; de su sonrisa, de sus manías, de la forma en que ladea la cabeza, el recuerdo de cuando nos vimos por primera vez, cuando me llevo al hospital el día que desmayé, su preocupación por mi, su tacto sobre mi piel, el color de su cabello...su voz y su maldita voz diciéndome cuanto le gustó.

¡Joder, no puedo!

Llegué agobiada a sentarme en una  banca en la calle frente al lago y al Museo.

...Dylan siempre me trajo aquí cada que me sentía triste, su mano sosteniendo la mía dentro del bolsillo de su abrigo en tiempos de invierno mientras ambos bebíamos un delicioso vino caliente como una típica pareja francesa.

¡Son hermanos! Lo sé, pero no entiendo como es que me he enamorado...
Ahora sé que son sentimientos diferentes pero...

Dios, yo sé que nunca te rezo y no hablo contigo y que hace mucho que no voy a la iglesia, pero por favor, ayudarme a saber que hacer.

***

Cuando decidí regresar a casa pensé en pasar antes por algo de comer. Tenía ganas de pizza o algo así.

Al llegar una cuadra antes del edificio vi a alguien sospechoso afuera de este, como si esperará a alguien.

Volteo a ver hacia mi y quedé en seco, me dio un poco de miedo y pensé que giraría a ver a otro lado pero no fue así, comenzó a caminar a grandes zancadas e iba cabiz-bajo.

Sentí ganas de correr pero mis piernas no me respondían. El hombre saco sus manos del bolsillo de su sudadera y casi corrió hacia mi. Juro que iba a correr también y a gritar pero entre la capucha de su sudadera logre ver su rostro.