Capítulo 31

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Cuando salió el sol apenas y estaba conciliando el sueño. No me preocupe tanto porque hoy no tengo que ir a trabajar como normalmente lo hago, pero si iré a aventajarle un poco al traje que estoy confeccionando.

Así que decidí seguir el sueño hasta donde pudiera.

De repente escuche golpes en la puerta y desperté dando un pequeño brinco sobre la cama, me puse la bata de dormir y pase mis manos sobre mi cabello, bostecé mientras me cubría con la bata e iba caminando en dirección a la puerta.

Mire el reloj en la sala de estar... ¿quien osa despertarme a las 12 del medio día?

Tome la perilla y abrí la puerta que aún seguía siendo golpeada con desesperación.

-Dylan? Que haces aquí? -me sorprendió verle frente a mi puerta.
-Tienes que ayudarme.
-Que pasa?
-Necesito esconderme. -entro con desesperación al apartamento.
-De que ?
-Me están buscando.
-Dylan que has hecho? -cerré la puerta  detrás de mí.

¿Que clase de problemas ahora tiene?

-Solo ayudame, déjame quedar aquí un par de días y me voy.
-Tus papás? Tienes que decirles.
-No voy a poder.
-No vas a poder que? Ellos ya lo saben, sólo tienes que decirles que te vas un par de días.
-Es que no es eso, no puedo irme cuando se que ellos se preocuparan mucho y no me sentiré bien dejándolos con esa angustia.
-Yo no quiero que tus padres vuelvan a sufrir, habla con ellos.
-No, no puedo, no ahora.

Su comportamiento y desesperación me preocupaban, se veía demasiado raro.

-Mirame, estas bien?

Lo tomé de las mejillas he hice que me viera directo a los ojos.

Tenía varios síntomas que me estaban indicando algo y sólo viendo sus ojos podría verificarlo.

Él tomo mis manos y sentía como todo su cuerpo temblaba, al mirar sus ojos veía como sus pupilas descontroladas se dilataban y cerraban.

-Dylan estas drogado? -le reprendí.
-Que? No!
-No mientas, que te sucede? Nunca habías probado eso? Que paso ayer después de que me fui?
-No estoy drogado, como puedes...
-No me engañas. Oye no está mal que lo hagas pero...No te gustaba eso.
-Bueno no se que me pasó ayer y bueno, siempre he fumado marihuana.
-Creí que la habías dejado hace años.
-Que?
-No, nada. Vamos, desayunemos y después puedes veremos que hacer.

Cerré la puerta y me dirigí de inmediato a la cocina mientras él se sentaba en la sala de estar.

No puedo creer que todo ese tiempo me negara que lo seguía haciendo.

-Llegaste a dormir con tus padres?
-Ya no soy un niño al cual cuidar.
-Ten consideración, joder! deben estar como locos.

Camine hasta el teléfono y antes de tomarlo Dylan tomo mi mano y me alejo de él.

-No, no lo hagas.

Su mirada ahora era tétrica... Dylan no había consumido marihuana.

-Oye, que te pasa?
-Solo déjame quedar aquí unos días, necesito...
-Que necesitas?
-Necesito quitarme estas ansias.
-Que?

De inmediato me tomo de los hombros y me empujó hasta el sofá haciéndose quedar él sobre mi.

-Te juro que estoy sintiendo algo por ti, algo muy intenso, me encantas Vanessa.
-Dylan, quitate de encima. -comencé a tratar de alejarlo.
-Cole no se enterara.
-Dylan, no, no quiero.
-Anda, vamos a disfrutar ambos. -se aferraba a besar mi cuello.
-Dylan no quiero. -Comencé a usar más fuerza contra él.
-Es que no se que me pasa pero no he dejado de pensar en ti, me tienes mal, y no sabes todos los recuerdos que tengo contigo algunos me hacen desnudarte con la mirada.

Te prefiero a ti Cole Sprouse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora