Te prefiero a ti Cole Sprouse

THE FINAL

Me quedé sin palabras, no supe que hacer. La gente comenzó a preguntarse que me pasaba, vi a Cole ponerse de pie y fue ahí cuando reaccione y me di la media vuelta.

Camine a un paso moderado pero ya no estaba modelando. Quería correr, huir si era posible. Pero no podía.

-Vanessa, soy yo. -comenzo a decir.

Traté de ignorarlo y seguir mi camino hasta que llegue al punto de donde salí.

Casi sentí que me daba algo en el corazón, pero traté de que no me afectará tanto, no estaba como para ir al hospital.

Él seguía hablándome desde atrás, gritando mi nombre pero ninguna vez voltee.

Bangde y Marie me estaban esperando pero antes de que pudieran decirme algo las ignore y me fui de largo hasta el área de maquillaje y peinado.
Me detuve, puse mis manos en la cabeza y grite.

¿Cómo se atreve a presentarse así como así?
¿Qué no sabe lo que me causa?

-Vanessa, ¿porqué me ignoras? -llego gritando hasta donde estaba.

¿Cómo logro pasar?

Lo mire fijamente y traté de comportárme.

-¿No puedo hacerlo? -le dije indiferente.
-Te estoy hablando correctamente, no seas grosera.
-¿Estas conciente de lo que hiciste? -solte sin pensar.
-Por eso estoy aquí. Para pedirte perdón.
-Y ¿porqué no te pudiste ahorrar todo esto?

Cole me miró y mordió su labio inferior.

-¿Qué pasó todo este tiempo? que ni siquiera pudiste contestar una llamada mía.
-Lo siento.
-Y ahora te presentas como si nada y ¿esperas que te reciba de brazos abiertos? ¡Eres un idiota!
-Lo sé.
-Llore, día y noche, porque no sabía que pasaba contigo, al principio pensé que era tu trabajo y no quise molestar pero pasaron 6 meses, seis malditos meses y ninguna vez me contestaste una llamada. No hiciste nada. Estaba desesperada. Estuviste por muchos países, creo, porque sólo recuerdo 4.

La voz se me comenzaba a quebrantar. Necesitaba sacar todo esto.

Cole me miró de pies a cabeza y dio un paso más hacia mi.

-Estas más delgada. Vanessa ¿dejaste de comer? -me interrumpió.
-Y ¿qué te importa ahora? ni siquiera eso te importó. -le grite.

De inmediato sentí un piquetito en mi corazón así que sin pensarlo lleve mi mano al mi pecho.

-Pero... Estas bien, ¿te duele?

Dijo de inmediato al verme, trato de acercarse pero yo retrocedí un paso más.

-Una de esas tantas veces que te marque era para que me motivarás a no dejar de comer, y ni así me respondiste. Te llamé para cada trato que lograba cerrar y no respondiste. Te llame en tu cumpleaños y el día de mi cumpleaños espere una llamada al menos, pero fui una estúpida por que nunca lo hiciste. ¡Ahora dime! ¿Qué querías que pensara?

Y sin verlo venir las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.
Comencé a respirar tranquila y a controlar ese dolor pequeño.

Cole sólo me miraba con preocupación.

-Lo siento, de verdad lo siento no creí que te causaría tanto dolor. Pero si... si llegaba a escuchar tu voz estaba convencido de volver... Vanessa, vayamos a un hospital.
-Pues lo hubieses hecho, por que te extrañe tanto y sí, sí soy una perra egoista por eso. Y no quiero ir al maldito hospital, estoy bien.

Cole se dio por vencido y bufo.

-Vanessa, quiero darte todo lo mejor de mí, no quiero que te falte nada, quiero darte una buena vida. Este viaje me ayudó mucho, jamás sentí la necesidad de ser una mejor persona para alguien. Y este viaje fue por ti. Quiero ser mejor en lo que hago, ser reconocido y darte una gran vida además de mi amor, sé que lo hice de manera estúpida pero creeme no quería escuchar tu voz porque te extrañaba como loco y al minuto de escucharte estoy seguro que estaría en el aeropuerto. Además también estaba mi profesionalismo y carrera en juego, no podía y no quería dejar el proyecto tirado. Vanessa, esa es la verdad, perdoname.