Capítulo 40

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Desde ese día ese lugar se convirtió en nuestro favorito, la temporada era buena, las estrellas se podían ver maravillosamente cada noche desde ese punto, el auto para nosotros solos... nos gusto ir a diario durante los siguientes días de la semana.

Pero también desde ese día al despertar pensaba en que cualquier día me convertiré en la esposa de Colé frente a todas las de ganar.

—Cuando quieres que les digamos a nuestros padres? -pregunto él.
—No crees que tu madre se pondrá bastante...

Él me miró fijamente y tomo mi mano fuerte sobre la barra de la cocina...

—No me importa eso, cumpliremos con avisarles a todos pero no es de su incumbencia el tema.
—No quiero ser más odiada por tu familia.
—¿Y te importa?
—Cole, es tu familia! ¿Qué pasará si hay un disgusto y por eso se distancian?
—Sabré como sobre-llevarlo, pero tranquila que no pasará, conozco a mis padres.
—No quiero que nos rodee amargura, disgustos, tristeza...
—Entonces deja de pensar en otras cosas que no son importantes, nuestro destino estaba planeado desde que el universo se creo y tiene celos de nuestro amor, estoy seguro.

Se acercó mi mano a sus labios y depósito sobre ella un beso casto.

Sus palabras me llegaron al corazón y se que tiene razón sólo me falta voluntad, pero aún tengo miedo, de ser la culpable de separar a su familia...

Soltó mi mano, recogió los platos y vasos de la barra para llevarlos al fregadero.

—¿Enserio crees que nuestro destino ya estaba planeado? -insistí, pues sus palabras me sonaban como las más hermosas que había escuchado en mi vida.
—Lo siento, mi alma y la tuya ya se conocían. Un día lo dijiste también.
—Si, pero ....
—Vanessa se que tienes aún muchos miedos y frustraciones, pero el hecho de que me eligieras, de que me declararas tu amor, te hizo comprometerte más conmigo, pero de verdad, si no estás segura... -me miró fijamente.
—No, no, no, claro que no estoy confundida en eso. -camine hasta él. —Tu familia, tu madre es lo que me pone a pensar.
—Pero te vas a casar conmigo, no con ella. Así que todo eso no importa. -me rodeo con sus brazos sobre mis hombros.
—No quiero que te alejes de tu familia.
—Yo no me alejare Vanessa, por eso no te preocupes.
—Bien...No me deja de preocupar pero esta bien lo dejo en tus manos.
—Bien dicho.

Se acercó a mi y beso mi frente.
Mire al reloj sobre la alacena y vi la hora, se me está haciendo tarde para el trabajo.

—Me voy. -dije tan de repente.
—Oye, apenas me estaba calentando.
—No importa, te la puedes jalar tu solo.
—¿Y si lo haces por mí?
—Tengo que irme, lo siento Cole. -me aleje de él.

Tome mi abrigo, mi bolso, las llaves del auto y salí corriendo del apartamento.

No me falta mucho tiempo para tener que terminar mis diseños, además últimamente ha habido mucho trabajo que absorbe el tiempo que antes le dedicaba a mis diseños y no puedo descuidar lo que realmente es mi trabajo.

Cole sólo me observó ser un caos al salir y me gritó un "ten lindo día".

Camino al taller puse la radio, The Beatles sonaba con <<You're going to lose that girl>>, sin pensarlo me puse a bailar sobre mi asiento, y cantaba la canción al son de ellos.

Me sentía viva, y no es porque este muerta o algo así, sino que ver la vida andar como siempre pero desde el interior de mi auto, con música que te anima te hace pensar en todo lo bueno que tienes y como vives cada día, puede que algunas veces vaya estresada, otras triste y otras feliz pero justo hoy me siento viva.

En ese momento sonó mi móvil y lo saque rápido del bolso, era un mensaje de Cole.

Futura señora Sprouse, olvidó besarme, olvidó su almuerzo, olvidó su café y olvido quitarme estas ganas, atengase a las consecuencias en la noche.

Te prefiero a ti Cole Sprouse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora