Cap 43

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Oh no, no se iba a salir con la suya. Cogo el brazo de Hector y lo zarandeo un poco, lo suficientemente lejos de Alexa como para poder cogerla antes de que el se despierte por mi imprudente movimiento.

La acomodo en mi nueva cama mientras que yo me quedo un rato despierta entreteniendome con su negro pelo.

- Supongo que es imposible separarte de ella - es Hector estaba de brazos cruzados mirando hacia mi. Yo adopto su misma posicion.

- Por que la quieres a ella tanto? Es mi prima, soy su unica responsable, no hace falta que vengas tu a ser su niñera - no podia reservar ese tipo de trato solo y exclusivamente para Amy?

- Ya hemos hablado de esto- dice haciendome recordar aquella vez que hablamos sobre Alexa, de que yo no tenia la custodia y bla bla ba. A quien le importa eso? Ahora Alexa esta con nosotros. No me interesa lo que el Estado diga o mande sobre mi.

Le iba a responder pero en ese momento escucho unos ruidos fuera de la ventana. Parecen disparos?

Hector y yo nos miramos igual de sorprendidos mientras escuchamos los disparos aun mas cerca.

- Oh no, no, no, no - digo con los ojos como platos, levantandome del sitio aterrada esperando a que Alexa no se despertara por mi movimiento.

Hector y yo llegamos a la vez junto la ventana. Pero ninguno de los dos quiere ver lo que pasa afuera. Noto el terror en sus cara, al igual que lo debe de estar reflejando la mia. Se me habia olvidado el detalle del peligro que conllevaba el estar en un ciudad en estos tiempos, por pequeña que sea.

- La abres tu? - susurro temerosa de lo que pueda ser. El corre un poco la cortina para poder ver lo que hay fuera. - que ves? Que pasa?

- Miralo por ti misma. Pero creo que tendremos que estar aqui mañana tambien.

- Y eso por... - se me corto la respiracion cuando veo todo el caos de ahi fuera. Una pila de gente muerta esta postrada en fila frente nuesta puerta.

La mayoria de esas pobre personas llevan ropa negra y larga. No estoy muy segura pero creo que son unas monjas. Ay madre, pensaba que por una noche no pasaria nada pero se ve que no tengo mucha suerte. No solo pasaba en la anterior ciudad donde vivia, tambien aqui, supongo que ahora habra que dormir con un ojo abierto y con el otro tambien. No se puede confiar en nadie.

Escucho mas golpes pero ahora ya son identificables, eran disparos. Dos personas quieren entrar pero son disparadas en el acto.

- Lucia que pasa - se me habia olvidado que aun seguia ahi.

- Eeeh - dije mirando fijamente al suelo buscando las palabras adecuadas - Hector no estamos seguros aqui - digo temblando por la posibilidad de que consigan abrir la puerta - eeh.. - me intento tranquilizar pero se me hace imposible - tenemos dos opciones. 1 rezar por que no entre nadie y eso no se me da bien o 2 bloquear cualquier posible entrada o agujero por el que puea entrar.

- Creo que me quedo con la 2 - nos quedamos un rato paralizados pensando, o por lo menos yo, en como organizarnos pero rapidamente nos ponemos a ello.

Salimos lo mas rapido que pudimos hacia la entrada y pusimos todos los muebles que habia alli en la puerta principal. Pero los de afuera se seguian moviendo y haciendo ruido.

- Hector busca una cinta, un taladro, un martillo algo con lo que se pueda fijar esto - dije poniendo mas cosas fortaleciendo poco a poco las posibles entradas.

No dijo nada solo se fue escaleras arriba y al cabo de 4 minutos aproximadamente, llega con un martillo y una cinta americana.

Cuando conseguimos bloquear decentemente cualquier entrada del primer piso ya eran las 6 de la mañana y en teoria, ya estaba empezando a amanecer.

HuidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora