Capítulo 2: "Te tardaste mucho"

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Presente.

New York - Estados Unidos.

Sebastián.


Me desperté de nuevo empapado de sudor, lo peor de despertarme de esa forma es que mis sueños, no eran pesadillas, eran su recuerdo.

No me gustaba mirar la hora, la mayoría de las veces me despertaba en la madrugrada a las 3:26 am o peor aún a las 4:01 am. 

Malditas horas, malditas fechas y maldita sea con Savannah.

Fui por un vaso de agua y me quedé de pie en la puerta de la recámara. La silueta desnuda de Megan no hizo más que enfurecerme. Me bebí el vaso de agua de un solo trago y me senté en la cama. Megan no se merecía nada de esto, la estaba usando para olvidarme de Savannah. Sus facciones, sus curvas, su cabello lacio cayendo por su espalda, sus senos falsos y su patético bronceado me recordaba lo estúpido que era.

Dos putos años de mi vida revolcandome con la misma mujer. Si algo tenemos en común Megan y yo es que somos directos y aunque estemos juntos, no estamos del todo revueltos.

No había podido dormir asi que decidí empezar el día organizando unas reuniones en Parker Enterprises, había un conglomerado y unas asociaciones que debía terminar de confirmar... y lo que me estaba alterando, el maldito caso de Megan y su editorial.

Books Universe era una empresa que llevaba absolutamente todo bien, no había nada cierto en las acusaciones, las pruebas son débiles y los testigos son falsos. No sé que quiere ganar Megan con todo esto.

Tocaron la puerta y me pasé una mano frustrado por la cara porque:

1—. Sabía que era Megan.
2—. Estaba molesto con ella y por su obsesión con Books Universe.

—Adelante —dije un tanto molesto.

—Sebas —dijo Luca, estaba orejoso.

—Padre ¿te encuentras bien? He hablado con Spencer hace un rato, quiere que nos reunamos el viernes, para cerrar la asociación de las empresas en Asia.

—Él no se va a reunir contigo, te toca reunirte con Savannah —me dijo un poco molesto.

Sabía que siempre estaría molesto por haberlo chantajeado para que me cubriera con mi muerte. Todos fuimos testigo del mal rato que le hice pasar a Savannah cuando éramos jóvenes. Vi, meses tras meses durante todo un año como venía a llorar y a ponerle rosas a una tumba que estaba vacía.

Iba a decir algo cuando sentí un ardor en mi mandíbula. Me volteé a verlo porque era la primera vez que Luca me ponía una mano encima. Abrí la boca para decir algo pero volvió a pegarme y esta vez fue un golpe que me hizo tambalear.

—¿Qué demonios sucede? —pregunté atónito.

—Y te mereces muchos más, me equivoqué en muchas cosas, no sé que haya hecho mal tu madre pero definitivamente como llevas tu maldita vida no esta bien.

—¿Cómo se supone que debo de llevar mi vida? ¡Dime, joder!

—No lo sé, eso debes de saberlo tú, solo me dueles Sebas, y créeme que yo estaré aquí para cuando te toque arrepentirte.

—Lo dices por Savannah —afirmé.

—Estas con una mujer que no amas y escondes tu orgullo herido tras una falsa relación. Hay muchas cosas que no sabes y muchas otras que pasaron después que te apareciste en Londres. Sebastián... —suspiró agotado— ella te llamó, te buscó ¿Por qué demonios no fuiste a su encuentro? ¿Qué te hace pensar que ella no tenía algo bueno, algo importante que decirte?

Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora