Presente
New York – Estados Unidos.
Savannah
—¡Liam! ¡Liam! —grité desesperada— ¡Liam!
—¿Qué sucede? Ay por Dios mira la hora, recién van a ser las cinco de la mañana.
—Los gemelos —dije jadeando porque había corrido por todo el apartamento— Los gemelos no están... Liam —susurre, presa del pánico.
—¿Qué? ¿Cómo que no están?
—No están Liam ya los busqué, ellos no son así, no pueden simplemente esconderse.
—¿Pero como alguien se los va a llevar si Tay, Paul y James están afuera? —cuestionó impresionado.
—Yo iba a ir a mi apartamento, yo tuve que ir a mi apartamento, o me fuera quedado con papá.
—No te lamentes ahora, hablas como si mi departamento fuese el problema —ladeo la cabeza y rodó los ojos.
—¡No me pidas que no reproche hasta lo más mínimo! Mis hijos Liam, mis gemelos.
—Savi, tranquila princesa, déjame ponerme algo de ropa y buscamos nuevamente en todo el apartamento. Están muy pequeños como para jugar a las escondidas y son muy inocentes como para escapar.
—Siento que me estoy asfixiando.
—Respira vamos, ya vengo, dame cinco minutos.
Asentí y pase mis manos por mi mono, las tenía sudadas. Sin darme cuenta empecé a hiperventilar, no quería imaginarme lo peor ¿y si no fuera salido de mi habitación por un vaso de agua? ¿Desde qué hora no estarán en su habitación? ¿Quién tendrá a mis principitos?
Vi a Liam salir y bajar corriendo, me abrazó y me aferré a ese gesto. Solté un par de lágrimas en silencio, no me importaba, haría lo que fuera por tenerlos tan pronto como pueda conmigo.
—Estarán bien, lo sé —me consoló mi gay favorito.
—Lo sé —dije secando unas lágrimas traviesas—, lo sé.
—No hemos visto a nadie salir con los gemelos señora —me informó James, ya eran las siete de la mañana y nada.
—¿Cuándo te enteraste que los gemelos no estaban Savannah? —me preguntó Paul.
—En la madrugada, cuando fui a la habitación que Liam acomodó para ellos.
Vi a Liam discutir con Tayler y pasándose una mano frustrada por el cabello. Bendita costumbre. Se acercaron y no dijeron nada.
—¿Algún plan? —habló Tay.
—No podemos estar todos juntos, Tayler quiero que vayas a mi apartamento, sé que no hay nadie, pero quiero que me lo confirmes. No sé dónde buscar así que empezaré por ir a la mansión Black —terminé de decir y todos nos subimos a los autos.
En pocos días son sus cumpleaños número cuatro y no puedo creer que esté pasando esto. James iba a toda velocidad, vi como los arboles empezaban a tornearse de unos colores vivos y alegres, la primavera había llegado, y era un lindo día de abril. Solo que no para mí, porque ningún día es lindo si no tengo a mis terremotos conmigo.
Baje rápido de la camioneta y unos agentes me detuvieron, vaya que no era mi día.
—Identifíquese —dijo uno de ellos. Entiendo que papá haya aumentado la seguridad, pero mi poca paciencia se había esfumado desde el día que nací.
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Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDO
RomanceCuando el problema no es el amor entonces ¿Qué lo es? Un amor tan inmenso sumergido en dos almas tan perfectas, toman destinos muy imperfectos. Savannah tomó un vuelo. Sebastián tomó una decisión. Las mentiras junto a un buen escenario fueron cómpl...