Pasado
Diez días – Cuatro países
Savannah
—Entonces Santi, ¿Latinoamérica o África?
—¿África? No entiendo, si elijo África ¿que estaría escogiendo realmente?
—Cabo Verde, Egipto, Madagascar, Seychelles...
—Y... ¿Latinoamérica?
—Espérame, eres latinoamericano y te tengo que decir los países de tu continente ¿eres estúpido?
Me sonrió y se terminó de tomar su agua de mora de Starbucks. El verano había llegado, era principios de julio pero Jud, Tomas, Santi y yo nos tomamos unas vacaciones desde las últimas semanas de mayo.
Se habían terminado los exámenes, y habíamos pasado de semestre. Estar en Cambridge era querer verle la cara a los nuevos, a los extranjeros, y a los profesores.
—¿Dónde está Jud y Tom? —me preguntó de repente.
—Divirtiéndose. No me cambies el tema.
—Aja Barbie girl, dime que es lo que quieres escuchar —rodó los ojos y empezó a jugar con el pitillo—. Deberíamos de movernos, quiero estar entre tus piernas.
Volvió a sonreírme con el pitillo entre los dientes.
—¿Quieres bajar la voz? Solo quiero que me digas cuál de los dos continentes.
—Pues... Latinoamérica, definitivo.
—¿Respuesta definitiva? —sonreí y tome de mi agua de limón.
—¿Qué? ¿Estamos en quien quiere ser millonario? —Dijo viendo frenéticamente a todos lados— ¿Dónde están las cámaras?
—Deja ya la estupidez. Empaca ropa ligera, recuerda que es verano. Tienes tres horas para hacerlo, nos vamos en la noche. Nos vemos Santi. Te quiero —le di un beso media luna y no lo deje siquiera protestar.
La noche era fría, junto a un cielo estrellado. Estaba fuera de la residencia de Santiago, el jet nos estaba esperando y Jud y Tomas estaban en el aeropuerto. Vi a Santiago vestido casual; jeans, zapatos deportivos, camisa de franela y sweater. Amaba su sencillez.
—¿Listo? —pregunté cuando puso su equipaje en frente de mí, y Tayler se lo quito para meterlo en el maletero.
—Savannah, esto es una locura —dijo con una sonrisa.
—¿Por qué siempre estas sonriendo? Me encanta cuando sonríes.
—Tú también te la pasas sonriendo.
—Gracias a ti Santi.
Me dio un abrazo y me dio un beso casto en el cabello. El trayecto no fue aburrido, y mucho menos en silencio. Santiago nunca se calla.
Llegamos donde los chicos nos estaban esperando. Pensé en decirle a Channel, la francesa y a Armando, el chileno. Pero creo que con los cuatros somos suficientes.
—Bien, ¡aquí vamos Latinoamérica! —Tom estaba ansioso, feliz, excitado.
—Por cierto, ¿a qué países vamos? —preguntó Jud.
—Sorpresa —dije y tome a Santi por la cintura mientras el enrollaba su brazo en mi cuello.
Primer y segundo día.
La Habana – Cuba.
—¡Y se prendió la gozadera, Miami me lo confirmó! —Santiago cantaba al ritmo de la música.
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Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDO
RomanceCuando el problema no es el amor entonces ¿Qué lo es? Un amor tan inmenso sumergido en dos almas tan perfectas, toman destinos muy imperfectos. Savannah tomó un vuelo. Sebastián tomó una decisión. Las mentiras junto a un buen escenario fueron cómpl...