Pasado
Edimburgo – Escocia.
Sebastián
Todos los invitados de la gran fiesta de Savannah viajaban en primera clase y tenían reservaciones en hoteles cinco estrellas. Estaba en una suite junto con el cuarteto dinámico: Cam, Liam, Nat y Tom, buscando que ponernos para la gran noche.
—¡Jared viene! —gritó Liam como niña y se sentó al borde de una de las camas a respirar con dificultad.
Los cuatro nos miramos y escondimos nuestras sonrisas. Que show tener un mejor amigo gay.
—Sí, Jared viene —dijo Nat—, por eso mi hermano, usted esta noche tiene que verse ardiente. Sumamente sexy. Buscarás una máscara negra que realce ese hermoso perfil y se va a poner esto amigo mío.
Nat salió corriendo hacia el armario y buscó un traje Louis Vuitton y calzado italiano. Era un lindo smoking, realmente impecable.
—Anda galán —lo motivó Tommy— ve a bañarte.
Le guiñe un ojo cuando me vio y se apresuró a irse al baño.
—¡Odio este puto smoking! ¡La santa mierda de los dioses si no mato a Savannah después de esto! —Cameron se arreglaba frustrado, odiaba el bendito moño alrededor de su cuello de mala gana. Liam salió del baño y su chaqueta con solapas se adhería perfectamente a esos músculos.
Por Dios que si fuera gay ya le fuera metido. Sentía lastima por todas las mujeres del mundo, mi mejor amigo eres un puto dios.
Nat y yo seguíamos en toallas. Todos sus smokings eran con el moño negro, y algo me decía que el de Jared también seria negro, por lo que mi camisa, en vez de ser blanca era negra y mi lindo moño seria blanco.
Alguien entró sin autorización y todos nos atragantamos con saliva.
Maldición.
Jud estaba enfundada en un vestido verde oliva, un corte hacia ver sus largas piernas y unos tacones dorados que combinaban con sus guantes. Tenía el cabello recogido y un maquillaje que Santa Cruz donde crucificaron a Jesús, sus ojos azules se veían fenomenales.
Todos fuimos conscientes que Nat se tropezó, balbuceaba y no dejaba de verla.
«Pero si él tiene "algo" con Camren, quien suponemos también está aquí.»
—¡Es que los mato! —dijo señalándonos— El auto sale en veinte minutos, los quiero a todos listos.
—Bueno ya nosotros estamos listos —Tom la tomó del brazo y la examinó de arriba abajo—. Estas para arrancarte ese vestido Jud, mierda me empiezan a doler las bolas.
—Bueno si sales y nos esperas en el lobby Sebastián y yo estaremos listos en menos de lo crees preciosa Jud —Nat sonreía falsamente, hablaba rápido y trataba de ocultar su molestia.
Sabíamos que su amistad con Tom tenía ciertos beneficios, así como la amistad de mi Savannah con ese tal Santiago. Pero está bien, es decir, es algo que no me importa. Si ella se quiere tirar a todo el Reino Unido, por mi debe de estar bien.
Por el amor de Dios, imaginarla en brazos de otro me enfurecía. Y no me daba la gana de ocultarlo.
Jud salió bajo la atenta mirada de todos y Nat y yo nos terminamos de vestir. Admito que estaba ansioso, sabía que me iba a robar el aliento pero no sé cuánto. Cuando bajamos nos encontramos a varios en el lobby.
Salude a Maddison, a quien tenía tiempo que no la veía y realmente estaba muy cambiada. Ya no lucia como una puta o algo parecido. Su vestido color berenjena resaltaba muy bien sus curvas. Ya éramos adultos, nos reíamos al recodar la locura de la preparatoria.
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Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDO
RomanceCuando el problema no es el amor entonces ¿Qué lo es? Un amor tan inmenso sumergido en dos almas tan perfectas, toman destinos muy imperfectos. Savannah tomó un vuelo. Sebastián tomó una decisión. Las mentiras junto a un buen escenario fueron cómpl...