Presente
Madrid – España
Savannah
No quería ver a Nico, no aún. No cuando se me nota por encima que le he sido infiel y que no tengo ni el más mínimo remordimiento. No cuando se me nota que lo amo, sí, pero que eso sigue sin ser suficiente.
A lo largo de mi vida he aprendido tantas cosas, pero ahora, comprendí algo realmente importante: entre lo real y lo verdadero existe una diferencia, así como también entre alguien que es indispensable y alguien que es necesario.
De todas formas necesito despejar mi mente, es por eso que primero hablaré con el mejor amigo que se pueda tener.
«Gracias a los cielos Liam no me está escuchando»
Aterrice en Madrid a eso de mediodía, Santi me estaría esperando para almorzar.
—¡Te tengo una sorpresa! —por qué Santiago no era normal.
—Yo también te he extrañado —rodé los ojos y lo abrace.
Luego de eso sacó una caja de Barbie Girl igual a mí.
Lo primero que hice fue reírme y lo segundo fue verlo con los ojos razados de lágrimas, lo había extrañado tanto.
—Mija deja la lloradera —ya extrañaba yo ese español sin acento.
—Eres un bastardo.
Sonrió con suficiencia y luego me tomó de la mano para llevarme a una linda casa alejados del bullicio de Madrid.
—Alba estará encantada contigo, lo sé.
—¿Quién es Alba? —pregunté.
Se alejó de mi unos cuantos pasos y luego respondió.
—La mujer que me hizo poner los pies en la tierra, la que gira mi mundo, el amor de mi vida y... la mamá de mi hijo Matías.
Quería matarlo ¡Tenía un hijo y no me dijo nada!
Iba a golpearlo como en los viejos tiempos pero entonces una mujer afroamericana, esbelta, con todas las curvas en su lugar, con su cabello recogido de manera extrovertida apareció en la puerta. La mujer tenía los ojos verdes y una sonrisa despampanante.
—¿Eres Savannah? —preguntó con ese acento español.
—Sí, lo soy. ¿Alba?
Asintió y abrí los ojos sin querer. Mire a Santi sin creérmelo y el solo se encogió de hombros.
—Tranquila querida, sé que Santiago es todo un capullo.
—Fue rápido y sin previo aviso, no me mates. Alba si quieres seguir viendo a este bombón todas la más mañana al despertar no te pases de bocazas con esta cuaima —dijo señalándome.
Me las va a pagar.
—Sí que eres una mujer hermosa Alba, permíteme presentarme. Yo soy Savannah, el amor platónico de Santi, a la que una vez se folló en los baños de la universidad de Cambridge.
Alba quería reírse, en cambio Santi estaba con las orejas y el cuello rojo. Sí que esta mujer tenía un gran poder sobre él.
—Ella solo quiere dejarme mal enfrente de ti, mi negra bella —tartamudeo lo primero, el halago lo dijo todo coqueto, típico del venezolano.
Un bebe de unos dos años salió al encuentro de Santiago y supuse que era Matías. El niño era trigueño con los ojos azules de su padre y el cabello rebelde de su madre.
ESTÁS LEYENDO
Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDO
RomanceCuando el problema no es el amor entonces ¿Qué lo es? Un amor tan inmenso sumergido en dos almas tan perfectas, toman destinos muy imperfectos. Savannah tomó un vuelo. Sebastián tomó una decisión. Las mentiras junto a un buen escenario fueron cómpl...