Presente
New York - Estados Unidos.
Savannah
—Nat ¿puedes pasarme el libro contable de los últimos seis meses de la empresa? Y si no es mucha molestia, me gustaría que revisaras los ingresos y las adquisiciones de la editorial ¿puedes hablar con Liam y encargarte de eso? —pregunté haciendo unas correcciones al valor agregado de las empresas, tenía demasiadas cosas que hacer, y la reunión con Sebastián era mañana.
—Esto de ser el presidente administrativo y contador de tu editorial me tiene lleno de trabajo, ¿sabías que Spencer quiere hacerme presidente del área de Economía y Finanzas en Black House? —resopló al otro lado de la línea.
—¿No era ese uno de tus sueños?
—Estoy ganando dinero por hacer lo que más amo, la vida es buena.
—¿Y Camren? —pregunté, porque desde hace años ambos poseen una relación... complicada por así decirlo.
—¡Ay princesa! —suspiró—. Cuando hablemos de cosas profesionales, por favor no me mezcles el sentimentalismo, y mucho menos el pasado.
—¿Pasado? ¿Ya, ahora si? —dije con asombro.
—Mira, Camren es hermosa, fuerte. Conocí a una chica decidida y llena de pasión, me enamoré de eso. Estuvimos viéndonos durante dos años, la relación iba bien, y en el sexo ni hablemos —resopló como si estuviese acalorado—. Cuando decidimos enseriar nuestra relación, fue como el matrimonio. No había pasado un año princesa cuando ya todo se estaba desboronando. Ella era muy celosa y posesiva, y aunque, en parte eso me gustaba, me estaba quitando mi libertad. Ya no me sentía cómodo. Nunca fui capaz de serle infiel, pero ella a mí sí. Sabia de su bisexualidad, pero no pensé que me fuese a engañar con una de mis compañeras de clase de la Universidad. Después de ahí, nos vemos muy poco, no sé qué desea pero yo si estoy claro en lo que quiero: no la quiero a ella, ya no.
—¡Que fuerte!
Eso fue lo único que dije haciéndolo reír. Hablamos un poco más acerca de las cuentas pendientes y de los papeles que Liam y yo debemos chequear para luego firmarlos.
Fui hasta la cocina por un té, estaba vez estaba en mi apartamento. Era demasiado temprano, ni siquiera había salido el sol, fui a echarle un ojo a los gemelos y para mi sorpresa Lawrence se estaba bajando de su cama con su osito para irse a la cama de su gemelo.
Decidimos que los cachorros vivirían con Sebastián, bueno, eso más bien lo decidió el, por qué sabe que es la excusa perfecta para que los gemelos pidan a gritos estar con su papá.
Cerré la puerta de la habitación y continué con el trabajo que tenía, que era demasiado. La editorial, Black House, la demanda, el cumpleaños de los gemelos. Todo se me acumuló. Le envié un mensaje a Liam, debemos de buscar a gente capacitada que nos ayude con toda la carga. Somos buenos líderes pero necesitamos expandir el equipo.
Las cuentas de las empresas de papá eran agotadoras, mantener el libro contable en un perfecto equilibrio era hacer cientos de cuentas, modificaciones de las probabilidades, buscar las estadísticas más optimas... pero hacer eso junto a las empresas de Luca eso si era exasperantes, empezando que las cifras parecen números de llamadas extrajeras.
No puedo creer que exista tanto dinero en una asociación.
No me di cuenta que había amanecido, entonces fui a la cocina.
Fruta picada, más que todo fresas y melones, un poco de patilla y kiwi. La nutella, que nunca debe de faltar. Las galletas y las barras de chocolate. Jugo de pera para Dom, y jugo de durazno para Law. Pancakes con una dosis extra de miel, sándwich de atún para Dom, y sándwich de jamón y queso crema para Law. Y té para ambos, de miel y limón.
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Almas Perfectas Destinos Imperfectos. PI#2 EDITANDO
RomanceCuando el problema no es el amor entonces ¿Qué lo es? Un amor tan inmenso sumergido en dos almas tan perfectas, toman destinos muy imperfectos. Savannah tomó un vuelo. Sebastián tomó una decisión. Las mentiras junto a un buen escenario fueron cómpl...