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Evangeline
Desperté con el brazo de Louis sobre mi cuerpo. La belleza es una noción abstracta, ya que cualquier persona puede tener una idea de belleza diferente a la de otra. Pero para mí, Louis era la persona con más belleza que no solo mis ojos habían captado, sino también mi tacto cuando nuestras pieles conectaban y mi olfato cuando percibía su aroma a tabaco mezclado con un olor que él sólo desprendía.
Mi teléfono móvil vibró en mi mesilla, así que me incliné para tomarlo con cuidado de que el castaño no se despertara. Comprobé que se trataba de un mensaje de Alex.
Alex: ¡Buenos días Evangeline! He quedado con James y el resto de la banda para tomar algo y me preguntaba si querrías pasarte porque uno de ellos no ha parado de preguntarme por ti.
Me quedé contemplando la pantalla sin saber si aceptar o no. Louis estaba aquí y aparte no me agradaba la idea de haberle gustado a un chico de la banda. Desde un principio dije que no quería distracciones, pero si no accedía a conocer ahora a aquellos chicos, Alex no pararía de insistirme.
Evangeline: Está bien. ¿A qué hora nos vemos?
Alex: ¡Pasamos a recogerte a las 2! ¡Ponte guapa!
Rodé los ojos porque no pensaba arreglarme. Sentí una mirada sobre mí y me giré para encontrarme con la de Louis observándome.
- ¿De quién era el mensaje? – me preguntó. No sabía si era buena idea decirle que había quedado para que no sintiera que le estaba echando de casa, pero siempre se podría venir conmigo.
- Alex va a venir a recogerme para ir a tomar algo con los chicos de la banda – vi como su rostro se tensaba y me quedé esperando que dijera algo.
- Pues disfruta mucho con tus amiguitos – no me estaba agradando el tono con el que me estaba tratando. Se levantó de la cama y se puso las botas para marcharse.
- ¿Por qué te pones a la defensiva? Ni siquiera me ha dado tiempo a decirte que vengas con nosotros – en lo más profundo de mi interior deseaba que Louis viniera para poder pasar más tiempo con él.
- Prefiero irme a casa – salió de mi habitación, pero le agarré del brazo para detenerle. Otra vez las descargas eléctricas recorrieron todo mi cuerpo. ¿Por qué sólo me sucedía esto con él?
- No entiendo por qué te pones así. No he dicho nada para que te enfades.
- Lo que pasa es que me importa una mierda lo que hagas con tu vida – se zafó de mi agarre y escuché la puerta de la entrada cerrarse de un fuerte golpe. No podía tolerar su mierda de comportamiento de nuevo. Si tiene problemas, no tiene por qué enfrentarse a mí cuando solo pretendía ayudar.
Alex llegó puntual junto a los chicos de la banda. Fuimos a un restaurante para comer y desde el primer momento conecté con uno de ellos. Su nombre era Kendall y parecía como si nos conociéramos de toda la vida. A mí personalmente me costaba mucho abrirme a gente nueva y más tratándose de varones, pero en este caso todo fue muy diferente.
Cuando terminamos de comer unas chicas se acercaron a nuestra mesa para pedirle una foto a los chicos de la banda. A veces me paraba a pensar si era incómodo que te parase por la calle alguien que no conocieras o que no pudieras hacer vida normal porque todo el mundo te iba a reconocer.
- ¿Siempre que salís os paran por la calle? – pregunté a Kendall con curiosidad.
- La mayoría de las veces sí, pero es agradable ver que la gente admira tu trabajo – sonreí porque tenía razón. Eran chicos con mucho talento y seguramente iban a llegar mucho más lejos – Además si no fuera por nuestros seguidores, no habríamos llegado donde estamos ahora.
- ¿Y nunca han creado rumores acerca de vosotros? – Sabía que los famosos estaban continuamente controlados por la prensa y podía llegar a entender que inventaran noticias falsas para vender una buena exclusiva.
- ¡Si! Debemos tener mucho cuidado con esto porque en cuanto nos ven con una chica que puede ser nuestra amiga de toda la vida ya se inventan que estamos en una relación con esa persona. Pero nuestros fans siempre respetan nuestra vida privada.
Los chicos no nos dejaron pagar nuestra parte de la cuenta y nos invitaron a comer. ¿Por qué la mayoría de los chicos hacía lo mismo? Nos despedimos de ellos y cuando le tocó el turno a Kendall me quedé sorprendida por ser tan lanzado.
- ¿Te apetecería que nos viéramos otro día? – me había caído genial así que me parecía una buena idea conocerle más, siempre y cuando no intentase nada más.
- ¡Me encantaría! ¿Quieres apuntar mi número y vamos hablando? – él apuntó mi número en su teléfono y se despidió de mí con un dulce beso en la mejilla.
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A la mañana siguiente decidí ir a hablar con la profesora porque sentía que las cosas con Louis no iban a avanzar y no íbamos a lograr hacer el trabajo sin llegar a ninguna discusión. Me encontré con la profesora por el pasillo y me acerqué a ella para contarle mi problema.
- ¿Podría hablar con usted un momento? – la profesora me regaló una sonrisa y asintió – Quería comentarle algo acerca del trabajo de Historia.
- ¿Louis te ha dado problemas?
- No me gusta juzgar a las personas, pero siento que con su comportamiento estoy jugándome mi futuro y no me gustaría terminar mal este curso.
- En ese caso, te permito hacerlo sola. Yo me encargaré personalmente de comunicárselo a él.
- Muchas gracias, profesora. Que tenga un buen día.
Ahora me sentía más tranquila. Si no tenía que relacionarme con ese imbécil, no se me interpondría ningún problema por el camino. Al entrar a la primera clase, me senté junto a Alex como de costumbre y no tardó ni un minuto en abrir la boca para preguntarme por Kendall.
- Ya me ha dicho James que Kendall y tú tenéis una cita pendiente – maldito sea el chivado de su novio. No me podía imaginar lo que habrán comentado de mí entre ellos.
- No es una cita en sí así que no te hagas ilusiones, amiga.
- Al menos dime qué te pareció porque a mí me dio la impresión de que conectasteis muy rápido.
- Es un chico encantador y muy agradable pero ya sabes que este año quiero centrarme en mis estudios – mi amiga puso los ojos en blanco decepcionada por mi contestación – Pero eso no quita que le quiera seguir conociendo – Alex me sonrió y se abalanzó sobre mí para abrazarme sin dejarme apenas respirar.
- ¡Esa es mi chica! Deja que todo fluya y verás como a finales de año seréis una gran pareja. Además, que no tiene por qué ser una distracción, sino más bien un apoyo – En eso llevaba razón Alex, así que punto a favor para ella.
Louis
Y verás como a finales de año seréis una gran pareja. Sabía perfectamente que estaban hablando de ese estúpido rubio de la banda. ¿Cómo le podía gustar? No entendía qué había visto en él. ¿Sería su atuendo de niño pijo? Además, que es un cantante de pacotilla que probablemente cada día salga con una chica diferente. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la profesora de Historia.
- Louis, esta mañana he tenido una charla con Evangeline y he decidido que lo mejor es que cada uno hagáis mi trabajo individual. Tendré en cuenta para la nota el esfuerzo que hagáis al estar con cierta desventaja respecto al resto de vuestros compañeros.
- No pienso hacer ningún maldito trabajo – Tomé mi mochila enfurecido y me fui del instituto. No soportaba ver a todos aquellos niños de papá preocupados por problemas sin importancia. Evangeline no era más que una cría mimada a la que sólo le gusta que le laman el culo.
