Capítulo 1.

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Evangeline

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Evangeline

La finalización del verano conlleva muchas cosas, pero la más deprimente sin duda es la vuelta a las clases. En el primer día los alumnos del primer curso siempre corretean por todos lados dominados por los nervios, las taquillas no se abren y se te han olvidado en casa los pantalones de gimnasia. Te presentan a tus nuevos profesores, nuevos alumnos, nuevos horarios y puede que un nuevo círculo social.

Este era mi último año en el instituto , así que tenía que estar centrada en mis estudios para poder obtener las máximas calificaciones y acceder a una de las mejores universidades para estudiar la carrera de Ingeniería Informática. Desde muy pequeña me había interesado el mundo de los ordenadores, especialmente de la programación. Me fascinaba saber que existen gran cantidad de lenguajes para lograr que muchas cosas de la vida cotidiana puedan funcionar. 

Habitualmente iba a clase caminando porque la distancia de mi casa al instituto era de tan solo quince minutos. La mayoría de las veces iba acompañada de mi mejor amiga, Alex, quien ahora mismo no paraba de cotorrearme acerca de su gran verano.

- Y no te vas a creer lo que me pasó en Mallorca – me quedé observando a mi amiga esperando que me contara que le había picado una medusa o algo por el estilo – Conocí a un chico.

- ¿Y cómo no me lo has contado antes? – Ella y yo hablábamos prácticamente todos los días e incluso nos habíamos estado viendo durante las vacaciones y en ningún momento me había mencionado nada de un chico.

- Porque todavía no estaba segura de si era una simple ilusión de verano o algo más, no te enfades – por supuesto que no me enfadaba, me alegraba por ella. Sin embargo, yo, a diferencia de ella pasaba absolutamente del tema chicos. Nunca me había sentido ilusionada por nadie, aunque tengo que confesar que más de una vez me había parado a pensar en lo bonito que tenía que ser compartir tu vida con alguien.

- ¡Me alegro mucho por ti Alex! ¿Y cuándo se supone que voy a conocer al afortunado?

- Pues James me ha contado que tiene un grupo de música – no sé si el hecho de que fuera cantante era buena idea porque todos sabemos cómo se lo montan los cantantes en el backstage entre concierto y concierto – Y dentro de poco va a dar un concierto con su banda por aquí cerca, así que cuando me confirme la fecha, podrías acompañarme.

- Mientras que no me dejes sola en ningún momento, acepto – mi amiga me abrazó entusiasmada – Por cierto, ¿él es de aquí?

- Es de Nueva York, pero ahora se encuentra estudiando en la Universidad de Sheffield, así que nos podemos ver a menudo – Alex y yo siempre habíamos estado muy unidas y hacíamos miles de planes juntas, por lo que el hecho de que me pudiera ir dejando de lado por James, me asustaba.

- ¡Eso es fantástico! – fingí una sonrisa y entré a clase porque acabábamos de llegar.

- Deberías conocer a alguien este año, así podríamos salir los cuatro – odiaba que la gente pensara que tener pareja era lo más maravilloso del mundo y que era algo esencial para ser feliz porque no era así.

REBEL BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora