Louis
Después de dejar a Evangeline en el hospital, conduje a casa. Nunca había sido una persona que mostrara mis sentimientos y cuando fallecieron mis padres me volví mucho más frío, pero con Evangeline era diferente. Me preocupaba por ella y eso me asustaba.
Cuando se enteró de que su madre había sufrido el accidente, supe desde un primer momento que no quería dejarla sola. Sabía lo duro que era estar en un hospital, pasando las horas y esperando por qué alguien se dignara a decirme cómo se encontraban mis padres. Yo tuve que enfrentarme solo a ello, por eso no quería que ella se sintiera así.
Un tema que me atormentaba era el de la apuesta. Maldecía el maldito momento en el que había aceptado porque no quería hacer daño a Evangeline, sé perfectamente que no sería un buen novio para ella, no tengo nada para ofrecerla y soy un completo idiota que no tiene sentimientos por nadie. Sin embargo, ella merecía a alguien que la quisiera y que la cuidara siempre, como Kendall. Aunque me enervaba recordar a ese maldito imbécil.
Al llegar a casa, me tiré en el sofá y prendí la televisión para ver si había algo interesante. Un anuncio captó mi atención.
El próximo 20 de octubre comienzan los castings para The X Factor. Allí estará el mismísimo Simon Cowell. Si crees que tienes talento, ¡no dudes en venir!
Siempre había amado la música. Desde muy pequeño andaba por toda la casa canturreando canciones de mis bandas favoritas y mis padres siempre vieron algo especial en mi voz. Hace un tiempo me hacía mucha ilusión presentarme a esa audición. Mis padres me prometieron acompañarme al próximo que se hiciera cerca de Doncaster, pero por desgracia nunca llegó ese momento. Ahora nada me hacía ilusión. Lo única que me interesaba eran las fiestas, el sexo y el alcohol.
Mi teléfono empezó a sonar mostrándome el nombre de Charlotte. Debe ser que le gustó lo de la última noche.
- Hola Louis, ¿quieres que nos veamos? – la pude imaginar tirada en su cama en lencería mientras se mordía el labio inferior.
- Está bien, luego nos vemos– ¿quién podía negarse a un buen polvo?
Después de comer y echarme una buena siesta, conduje hasta casa de Charlotte. Aparqué en su calle y al bajarme del coche me encontré con ella. No tardó ni dos segundos en abalanzarse sobre mí para morrearme.
Evangeline
Mi madre despertó a lo largo de la mañana, así que Alex y yo estuvimos con ella durante todo el día.
- ¿Y esa ropa que llevas? – mi madre me miró extrañada porque yo no solía vestir con ropa ancha.
- La pedí por Internet, pero no acerté en la talla – sonreí intentando convencerla – pero es tan cómoda que no quise devolverla – sabía que mi madre no me había creído por la sonrisa que me soltó.
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REBEL BOY
FanfictionUn chico malo es una delirante mezcla entre dulce y despiadado. © Copyright All Rights Reserved