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Evangeline
Los días se pasaban rápido y Louis no aparecía por el instituto. En un principio pensaba que el hecho de no verle me evitaría problemas, pero me estaba empezando a preocupar por si le había sucedido algo. Había preferido no mencionarle el tema a Alex porque sabía de sobra lo que opinaba acerca de Louis y quería dejar a un lado las discusiones innecesarias.
Kendall se encontraba esperándome a la salida del instituto porque habíamos quedado en vernos, cosa que me alegraba para olvidar por un rato lo atareada que había estado durante toda la semana. Cuando llegué hasta él me saludó con un beso en la mejilla.
- ¿A dónde me vas a llevar? – le pregunté curiosa mientras me subía a su auto.
- Es una sorpresa – me guiñó un ojo y me recordó a cuando Louis lo hizo. Recordar aquello paralizó mis sentidos y me limité a asentir.
Kendall puso música en el coche, pero no conocía ninguna canción de las que estaban sonando. Digamos que, aunque no lo aparente, prefiero la música de otro estilo. Siempre me había decantado por la música estilo punk, rock o emo y sin embargo Kendall no paraba de tararear canciones pop. Cualquiera de sus fans ahora mismo se deberían sentir emocionadas si estuvieran en mi lugar, con aquel chico de ojos verdes cantando a pleno pulmón con su hermosa voz, pero yo no me sentía para nada entusiasmada.
Cuando detuvo el coche pude contemplar una especie de parque, pero estaba muy colorido, como si estuviéramos en primavera. Tomó mi mano y me hizo caminar junto a él.
- Cuéntame sobre ti, Evangeline – no sabía qué contarle porque nunca me había considerado una persona interesante.
- ¿Qué quieres saber sobre mí? – seguro que él tenía una vida más apasionante que la mía.
- Juguemos a algo. Yo te haré cinco preguntas y luego tú me haces otras cinco a mí – me parecía buena idea por lo que asentí – Primera pregunta, ¿qué cualidad es la que más te gusta de ti?
- Mi lealtad – dije sin dudarlo – siempre que creo en algo o alguien le soy leal.
- Buen punto. Siguiente pregunta – le sonreí esperando que no hicieran una pregunta fuera de sí - ¿Qué es lo que más nerviosa te pone?
- Si te refieres a aquello que me saca de mis casillas, pues la gente falsa. Ya sabes, aquellas personas que se acercan a ti y te hacen un comentario del estilo qué bonita es tu blusa y luego a tus espaldas critican la blusa. No sé si habrás entendido a lo que me refiero.
- Te comprendo y estoy muy de acuerdo contigo. Yo me he enfrentado en ciertas ocasiones a gente que sólo se ha acercado a mí por quién era y luego se reían de mí cuando yo no estaba. Así que espero que no seas como esas personas – me dijo de broma y yo le golpeé en el brazo.
- ¿Qué te hace pensar que estoy interesada en ti, Kendall Schmidt? – él me hizo un puchero, lo que me pareció adorable. Tenía una mirada muy pura y podía ver a través de sus ojos la bondad que había dentro de él.
