5: Reencuentro

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Oír que la persona que pidió que me "cuidaran" es nada más y nada menos que mi padre, hizo que la magia que había en mi interior se disparara como volcán en erupción y se pudo sentir cuando la tierra tembló y yo estaba flotando.

Uno de los desconocidos tuvo la osadía de acercarse a mí y lo lancé contra un árbol, hasta que el mismo Ethan intercedió y fue él quien pareció "desactivar" mis poderes.

—No malgastes los poderes que no son tuyos, Luna —dijo Ethan.

—¡Déjame en paz! —le grité, quería atacarlo y mandarlo muy lejos, pero Ethan me agarró con fuerza.

—La princesa está haciendo su berrinche. Déjame darle una tunda para que se comporte —habló Camila.

—¡Tú cállate, estúpida! —exclamé, casi le escupo en la cara.

—¡Tú no me callas a mí, imbécil! —me dijo Camila arrastrando las palabras.

—Deberíamos dejarla —propuso un chico de cabello castaño claro, se frotaba la nuca y miró la sangre escurriéndole por los dedos.

—¿Quién diablos eres tú? —le pregunté, no me importaba, pero al menos quería saber a quién tenía que decirle imbécil.

—Samuel Brenthon —respondió el chico.

Me iba a golpear con el puño, pero Ethan detuvo el golpe.

—Luna —Ethan miró con molestia a Samuel, sin embargo, su voz sonó tranquila—. Tu padre necesita hablar contigo.

Aspiré hondamente, mis ojos se cruzaron con los de Samuel, quien poseía unos ojos color castaño claro cargados de enojo.

—Lo que sea, pero debemos irnos antes de que nos atrapen —anunció otro de los chicos.

—Bien, evitaremos usar magia para que no nos localicen, así que lo haremos de otro modo —Ethan me agarró del codo y me llevó con él.

Llegamos a una gasolinera abandonada, ahí estaban cuatro motocicletas pesadas.

Si querían pasar desapercibidos, usar motocicletas de motor ruidoso no era la mejor idea. Ethan usó magia para atarme a él, así que terminé bien aferrada a su espalda. Sentí la pesada mirada de Samuel clavada en mí, lo vi que se subió con otro chico. Camila antes de subirse, se pintó el cabello a un color verde limón con puntas de un verde oscuro.

Por mi parte, me encontraba con un revoltijo de sentimientos. Vería a mí padre después de cinco años, al hombre que me enseñó mucho y el que le quitó la vida a mi madre. Estaba escapando de mi familia materna que quería quitarme mis poderes. Me encontraba con Ethan, mi guardián, un hombre que había sido de absoluta confianza de mi abuelo y quien ahora luchó contra mi tío Viktor para evitar que me arrebataran mi magia. No sabía qué pensar, ni qué sentir. Simplemente dejé caer mi cabeza en la espalda de Ethan y suspiré. De repente me sentí agotada, pesada y con mucho sueño, no tenía caso pelear por mantenerme despierta.

• • •

Entramos a un motel abandonado a la orilla de una carretera olvidada. El inmueble estaba deteriorado y pintarrajeado. No quería entrar ahí, pero como estaba amarrada a Ethan, terminé adentro.

Si el lugar era bastante malo, el olor a moho y viejo me hizo estornudar, Camila no se guardó un comentario al respecto. El suelo bajo mis pies desapareció y entonces vi a todos caer a mi lado en un tubo por varios metros.

Estaba temblando, pero no por la caída, si no por las ganas de ver a mi padre y encararme a él.

Me mareé al momento de aterrizar y terminé arrodillada en el suelo, aspirando por la boca, como si el oxígeno se hubiese fugado de mi organismo.

Luna Blackwood: Una Bruja RebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora