Alokh volvió a sonreír con suficiencia, ya estaba a punto de encargarme que cerrara la boca, pero él me arrojó con fuerza hacia uno de los árboles, tal fue el impacto que vi las ramitas cayéndose alrededor mío, sin embargo, no sentí dolor a pesar de lo estrepitoso que fue el golpe. Apenas iba a levantar la vista hacia mi atacante cuando él ya estaba frente a mí, presionando mi cuello con su antebrazo.
—¿Estás segura que quieres pelear con un hada? —me preguntó divertido.
Me costaba respirar, pero junté toda mi fuerza y aliento que pude.
—Com... pleta... mente —contesté con la voz casi ahogada.
Él me liberó y caí inminentemente, aspirando con desesperación el aire frío. Me dio tiempo para recuperarme, lo cual me tomó un par de minutos. Visualicé a mi papá, Camila y finalmente a Mónica que se encontraban dormidos, como si nada estuviera ocurriendo. Miré a Alokh demostrando mi sorpresa.
—Bruja, será mejor que me lo des —Alokh estiró la mano con la palma hacia el cielo.
—Tendrás que quitármelo cuando esté muerta —respondí decidida.
La estúpida hada empezó a reírse, no entendía qué es lo que le causaba gracia a ese imbécil.
—La Luna Roja amplifica mi poder, el cual ya de por sí es impresionante —me dijo, sus ojos destellaron de un color violeta.
—Y también tu ego —bufé.
De puro milagro y un excelente reflejo que tuve, hice una barrera protectora que hizo a Alokh literalmente rebotar, pero él dio la media vuelta en el aire como si se tratara de un gimnasta profesional, cayendo de pie elegantemente.
—Eres demasiado orgullosa, Luna, ese orgullo será tu ruina —movió la mano.
No sé qué rayos pasaba, pero dentro de mi burbuja de protección empezó a llenarse de agua, traté de deshacer mi protección, pero no detenía el flujo del líquido que ya me estaba llegado al cuello, aspiré todo lo que pude antes de que terminara de cubrirme la nariz. A través del agua lo observé, sonriendo victorioso por su fácil victoria y por mí patética derrota, ¿de verdad era él tan poderoso? O, ¿yo era demasiado débil para enfrentarlo? Empecé a sentir que el cerebro se me estaba colapsando ante unas descargas eléctricas, y en eso, Alokh tendió su mano, traspasando el agua para coger mi relicario.
Una luz azul oscuro resplandeció al tiempo que la burbuja en la que me encontraba atrapada se colapsó, arrojándome al suelo, al instante de sentir que el aire entraba con fluidez a mi organismo, me fui incorporando lentamente sólo para ver a Ethan parado frente a mí.
—Si no te importa, la pelea es contra la bruja —dijo Alokh señalándome.
—Claro que me importa, quieres hacerle daño a mi protegida y eso jamás lo voy a permitir —respondió Ethan tan serio que hizo que mi corazón diera un brinco de un modo que jamás antes había sentido.
—Bien, entonces esto se pondrá interesante... —vi que Alokh estiró las manos entrelazadas por su espalda.
Simplemente pestañeé y la quijada se me abrió involuntariamente al ver desaparecer a Ethan y a Alokh después. Escuché algo romperse y alcé la mirada al ver que era una rama de un árbol, miraba chispas chocando en el cielo, de pronto ya estaban en el suelo y se alzó una cortina de tierra y piedras que me obligó a cubrirme el rostro con el brazo. Me agaché cuando una piedra enorme salió disparada hacia mí, el polvo me causó irritación en los ojos por lo que parpadeaba constantemente y lagrimeaba por lo mismo. Cerré los ojos con fuerza cuando vi dos pies muy cerca de mi cabeza, tragué saliva al ver a Alokh.
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Luna Blackwood: Una Bruja Rebelde
FantasyLIBRO I Luna es una bruja de diecisiete años que se caracteriza por ser alguien indiferente a lo que le rodea, sin tener el mínimo interés de socializar con las personas ni tener cariño hacia su propia familia, de hecho, odia a su familia, pues le h...