Estaba pensando seriamente tomar un vuelo a Argentina mañana a primera hora. No iba a ir a casa de mi abuelo a preguntarle si me prestaba su portal, estoy segurísima que su respuesta iba a ser un rotundo NO.
¿Qué tan probable es que James haya ido ya a buscar a mi tío Warren? ¿Y si ya lo encontró?
Sería fácil para mí dejarlo, que haga lo que quiera con su magia, que destruya a la familia Stone, a mí ni me importa... pero de cierta forma, también me daba temor. James tiene un amor enfermizo hacia mí, probablemente ocupe todo el poder adquirido en buscarme. Brr, de pensar estar a su lado me da asco.
Mi papá entró a mi habitación azotando la puerta que casi se cae y yo me sobresalté.
—¡¿Cómo diablos se te ocurre ir a casa de tu abuelo?! —me reclamó.
Me encogí sin dejar de mirarlo, se notaba furioso.
—¿Acaso no eres consciente? ¡Tu abuelo nos está dando caza y tú quieres ir a entregarte solita!
Empezó a gritar un montón de cosas, algunas palabras que en mi vida he escuchado y otras que me dejó con la boca abierta... no sabía que mi papá también soltaba sus palabrotas. Se sentó a la orilla de la cama y me abrazó, acariciando mi cabeza, susurrando lo importante que era yo para él. Simplemente pestañeaba, sorprendida por su variable cambio de humor. Creo que necesita ir a ver a un psiquiatra por su alarmante bipolaridad.
—Entiende, Luna, por favor —me separó de él para mirarme a los ojos—. Buscar a tu tío Warren es muy peligroso. Lo conozco poco, pero sé que es un muchacho inestable y no es muy sociable.
—Me lo dice alguien que entró gritándome y ahora prácticamente me quieres arrullar en los brazos como a una bebé —solté, con ligero enfado.
Thomas se rascó la barbilla, pero luego puso cara seria.
—Hija, yo me quedaré a tu lado para protegerte de James, no tienes ninguna necesidad de ir tras de Warren, lo mejor es que nos vayamos a otra parte donde no puedan localizarnos.
—A ver, papá —me levanté—. Vamos por partes. Para empezar, yo no sabía de la existencia de los portales, Ethan dijo que el más cercano se encuentra en casa de Edwin; segundo, Ethan es un chismoso, ¿oíste, pedazo de idiota? —miré a la puerta, donde efectivamente se encontraba Ethan, pero me sorprendí al ver a Mónica y a Camila también.
—Hola —saludó Mónica, avergonzada.
—¿Por qué no mejor entran? —sugerí, invitándolos a pasar con pesar, no tenía caso guardar algo que ya todo mundo sabía.
Y los tres entraron, sentándose en la orilla de la cama, excepto Camila que prefirió recargarse en la pared y cruzar su brazo a la altura del pecho.
—No voy a ir a casa de Edwin, no soy estúpida. Puedo ir en escoba por algunas partes y transpórtame por otras, hasta llegar a Ecuador y buscar el portal ahí...
—Luna, yo iré contigo —dijo Mónica que se me acercó y tomó mis manos—. No voy a dejar a mi mejor amiga sola.
La miré agradecida, pero en verdad no quería involucrar a nadie en esto.
—Ninguna de ustedes viajará sola, jovencitas —dictaminó Thomas, levantándose—. No voy a dejar que arriesguen sus vidas por alguna suposición tonta. Warren es fuerte y dudo que se dejé vencer por James, además, James necesitaría aprender a preparar las pociones para lograr su objetivo.
Le lancé una mirada de reproche a Ethan, le contó hasta el último detalle. Vaya, resultó que mi guardián era un candidato perfecto a conductor de espectáculos.
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Luna Blackwood: Una Bruja Rebelde
FantasyLIBRO I Luna es una bruja de diecisiete años que se caracteriza por ser alguien indiferente a lo que le rodea, sin tener el mínimo interés de socializar con las personas ni tener cariño hacia su propia familia, de hecho, odia a su familia, pues le h...