El miedo seguía allí, seguía intacto. Cada mañana que iba a trabajar sentía miedo de que me pudiera pasar algo a mi, a mi familia o a Noah. Yo sabía muy bien de lo que era capaz Nicolás, y cuando él se proponía algo, pues lo lograba.
Iba a encontrarme con Abigail, quería hablar sobre algo conmigo y me citó para un almuerzo. Me imaginaba que era sobre Noah, ese era nuestro tema de conversación favorito.
— Sabes que el cumpleaños de Noah es en 5 días... Y me gustaría saber si cuento contigo para hacerle una fiesta sorpresa.
— ¡Mi Dios! Verdad que falta poco. ¿Tienes una idea en mente o quieres que todo lo haga yo? – Reí.
— Puedo enviarte la lista de invitados, es todo lo que tengo. – Sonrío. – Prométeme que me ayudarás... Basta de que mi hermano pase sus cumpleaños encerrado solo.
— Te lo prometo, pequeña.
Terminamos de almorzar y la deje en su casa, luego me fui a terminar el trabajo que tenía pendiente. Llegue y mi asistente me dijo que algo me esperaba en mi oficina, Dios... Que sería. Camine lo más rápido que pude y al verlo, me calme, era Noah. Tenía un precioso ramo de flores y una bolsa de regalo.
— Hola... ¿Cómo estás? – Me besó. Benditos besos. – ¿Dónde estabas?
— En un almuerzo de negocios. ¿Y eso que viniste?
— Quería verte. – Me tomó por la cintura y me acerco a él. – Te traje algo.
Me entrego la bolsita de regalo y había un hermosisimo vestido rojo de encaje. ¿Qué quería decir con eso? Veía el vestido encantada, incluso la talla era la correcta. Sonreí y lo mire, de donde había sacado esto y cómo sabía que este vestido me gustaba.
— Digamos que Zoey me ayudo... – Me lanzo una sonrisa de esas que me mataban. – ¿Saldrías el viernes conmigo a cenar?
— Es tu cumpleaños Noah, claro que saldré junto a ti. Gracias por el vestido y las flores. – Lo bese y el profundizó mucho más el beso. – Estamos en mi trabajo, no te pases.
Estuvo 2 horas junto a mi, después de una buena dosis de besos, me mostró cómo iban los gastos y los planos del hotel en New York, tenía cierta emoción porque era mi primer proyecto y me estaba esforzando mucho. Gloria Dios ninguno de mis hermanos entro a la oficina ni vio nada de mi dosis de besos con Noah, mínimo me mataban o a él.
A las 6 salí de la empresa y antes de montarme en mi auto, alguien me llamo. Pensé que era uno de los guardias o un trabajador.... Nicolás.... No. Que mierda. Su mirada fría me recorría de arriba hacia abajo, sus manos empuñadas, su usual chaqueta de cuero marrón y sus botines, él no cambiaba en nada. Temía por mi vida y por lo que me pudiera hacer.
— ¿No estás contenta porque estoy aquí? Otra vez estaremos juntos. – Sonrío de medio lado.
— ¿Qué mierda haces aquí, Nicolás? ¿No te cansas de lo mismo?
— No, muñeca. Vine por ti, para que nos vayamos juntos a Boston.
— Vete de aquí Nicolás. ¡Búscate una vida y olvídate mío, ya lo nuestro acabo!
— ¿Crees que por qué ahora perteneces a una linda y millonaria familia, y también tienes un novio millonario eres intocable? Pronto te haré otra visita, o mejor... Le hago una visita a toda tu familia o a la de tu novio el millonario, te lo prometo.
Salió del estacionamiento privado de la empresa, no sé cómo había logrado entrar si quiera. Estaba temblando, no sabía ni cómo iba a poder manejar. Me monté en el auto y de una vez cerré las puertas, por si al maldito se le ocurría volver. Luego de salir verifique y ya no estaba por esos lados, maneje lo más rápido que pude a casa aunque mi tembladera seguía, el corazón no dejaba de latirme fuerte y tenía unas inmensas ganas de llorar. ¿Qué pasaría ahora conmigo? Nicolás era capaz de muchas cosas. ¿Cómo le decía esto a mi familia? Sé que ellos le avisarían a la policía, pero igual todos corríamos peligro. Más yo que ellos.
Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación y me encerré, necesitaba llamar a la señora María y notificarle esto, quería que ella estuviera al tanto de todo y se cuidará estando sola en Boston. Si a ella algo le pasaba, yo me moría, ella había sido mi madre por 20 años.
— ¡Mi niña hermosa! Qué bueno oírte. – Su cálida voz me calmaba.
— Te extraño María... Necesito decirte algo, pero antes prométeme que no dirás nada y que tendrás cuidado.
— ¡No me asustes así! ¿Qué ha pasado?
— Nicolás volvió, está en New York. Quiero que te cuides, que estés pendiente de todo. Aunque el este aquí, sé que tú corres peligro, ha prometido hacerle una visita a mi familia y sabes qué significa eso... No quiero que nada te pase.
— ¡Maldito Joseph! Seguro tiene algo que ver con eso, la semana pasada lo vi hablando con el padre de Nicolás. Yo me cuidaré mi niña, pero más me preocupas tú... ¡Prométeme que le dirás todo a tu familia y se mantendrán al cuidado!
— No les diré... Es mejor tenerlos calmados a que alarmarlos con esto. Todo estará bien, lo prometo María.
— ¡Si tú no les dices, yo lo haré! Esto no es ningún juego, tú sabes de lo que es capaz Nicolás.
Luego de varios regaños de María, logre calmarla... Sé que ella tenía razón, tenía que decirle a mi familia, pero aún no sabía cómo. Nadie más que yo sabe lo peligroso que es Nicolás, pero... ¿Por qué Joseph lo mandaría a atemorizarme o en todo caso, a hacerme daño? ¿Qué tenía que ver Joseph con mi familia? ¿Por qué secuestrarme? ¿Qué odio o qué tipo de rencor tenía el hacia mi padre, hacia mi familia o hacia la empresa? Mañana mismo haría que Luke me buscara todo eso, con la condición de que papa no se enterara de nada.
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En el multimedia: Nicolás, el ex novio de Charlotte.
Enjoyy❤️❤️
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¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!!
RomanceLa vida nunca ha sido fácil... Nunca. Mientras más fuertes son las pruebas que la vida te pone, más fuerte y fría te haces. Charlotte Scott tuvo una infancia y adolescencia llena de tristezas, lamentos y rebeldías. Aún se investiga la historia de e...