Hawaii 3/3
Me estaba asfixiando ya. Hawaii me tenía un poco cansada. Ya conocíamos la isla, ya habíamos hecho la mayoría de las actividades que se pueden hacer y ya nos conocíamos el hotel desde el último piso hasta el primero... Quiero salir de esto, quiero volver a California, quiero trabajar y ver a mi familia.
— ¡Quiero trabajar! Ya no tolero estar aquí.
— Comprare los boletos para mañana... Pero sabes que la seguridad será el triple, quieras o no.
— ¿Sigue en pie lo que haremos de la casa?
— Cuando llegues, buscaremos una casa para ti. Todas tus cosas están aquí en mi casa, nunca las lleve para que papá y mamá, ellos aún creen que estás con Noah... Y es mejor dejarlo así, no queremos dramas por los momentos. Vivirás conmigo hasta conseguirte una casa.
— Jackson, sabes que no quiero ser una molestia. A que mamá y papá tengo mi habitación.
— No eres ninguna molestia, Charlotte, eres mi hermana. Le dije eso a Lily y le encantó la idea, te quedarás aquí quieras o no. – Trancó.
Me dediqué a hacer las maletas, tenía que guardar todo lo que les había comprado a mi familia, llevaba 3 maletas, Hawaii y sus tiendas... Era una compradora compulsiva. Después de terminar la mitad de la primera, me vestí para salir a almorzar con mis chicas, cerraríamos con broche de oro nuestra último día y jamás olvidado viaje en Hawaii. Lo repetiría mil veces y con ellas solamente. Disfrute un montón a pesar de mis noches de llantos y extrañadera. Una de las razones por las que quería llegar a California era para ver así sea de lejos a Noah.
–•–•–
Al llegar al aeropuerto de California, Jackson nos fue a buscar con Michael y Adán, y unos 6 guardaespaldas, por algún momento me sentí la esposa del presidente... No había tenido ni visto tanta seguridad en toda mi vida, y probablemente esto sería un dolor de cabeza para mí.
— ¿Disfrutaste mi amor? – Preguntó Jackson besando a Lily.
— Me empalagan. – Dije al verlos acaramelados.
Lauren y Michael se tiraban miradas y se hacían uno que otro cariñito... Entre estos dos había algo pero no se dignaban a decir algo, me encantaban pero me empalagaban. Estaba rodeada de parejas y yo más sola que nunca.
Luego de que cada quien se quedara en su casa, llegamos a casa de mis padres, habían preparado un gran almuerzo y quería verlos, probablemente me harían un cuestionario sobre Noah, ya que no lo traje y todo eso... Me estaba preparando psicológicamente.
— ¡Mi niña! – Mamá salió a abrazarme – Hawaii te puso preciosisima.
— ¡Por fin llegaste, Charlieeeee! – Zoey salto encima de mi y enredo sus piernas a mi alrededor – Te extrañé muchísimo. Llévame la próxima vez.
— Yo también te extrañé, mi bebe. ¿Que tal la secundaria? – Intentaba caminar con ella encima de mi.
— Aburrida, ya sabes. ¿Que me trajiste?
— De todo, ya sabes que todo lo que veo es para ti. – Le di un pequeño beso en la nariz y comenzó a aplaudir.
Hablamos un rato y luego cada quien se sentó para degustar el gran almuerzo que fue hecho por papá. Su famoso asado acompañado de varias ensaladas y papas fritas, con cerveza... El si que nos sabía complacer. Nos conoce bien a todos.
— Te veo un poco tristonga, mi reina. – Papa se sentó al lado de mi y me abrazo.
— Cosas de chicas, papi.
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¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!!
Lãng mạnLa vida nunca ha sido fácil... Nunca. Mientras más fuertes son las pruebas que la vida te pone, más fuerte y fría te haces. Charlotte Scott tuvo una infancia y adolescencia llena de tristezas, lamentos y rebeldías. Aún se investiga la historia de e...