Capitulo 56

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4 meses después...

Ya no veía ni mi pies de la panzota que tenía. Dos veces confirmamos que tendríamos un hermoso varón, y pues mi futuro esposo lloro hasta no poder más. Aunque mil veces me juro que quería una niña, al saber que vendría un chico igual de guapo que el, lloro hasta no poder más. Dos meses más y vendría a alegrarnos la vida.

Ya estábamos planificando la boda, aunque no quisiera, pues a la final mi boda si sería por lo alto y yo sería como una princesa. Ninguna de las mujeres de mi familia permitieron que fuera una boda sencilla. Sería de cuento de hadas como todos la esperaban. Y Noah no opinaba en nada, el solo firmaba cheques. Su respuesta a todo era "Charlotte es quien manda" debía de aceptar que mis hormonas me tenían insoportable y el hacia hasta lo imposible para poder tolerarme. Más de una vez durmió en la sala porque lo botaba de la habitación, y otras veces luego de botarlo, bajaba a pedirle que subiera porque mi deseo por tener sexo era insoportable también. Nadie me toleraba.

Comía lo que primero se me atravesara, el pequeño que aún no tenía nombre se movía cuando yo estaba durmiendo y era más mis trasnocho, peleaba hasta con la pequeña Bonnie que no entendía nada, Jessie intentaba darme amor y creo que ella era la única que aún no había peleado conmigo. Mis senos estaban grandes y ya era oficialmente una vaca lechera, la ropa no me quedaba, todo lo que usaba eran vestidos o ropa de Noah.

La nueva casa iba cada vez mejor, Noah había decidido hacerse cargo el pero aún así me tomaba en cuenta para todas las decisiones. El día más alegre de la vida de mi chico fue cuando fuimos a comprar todo para el cuarto de nuestro principe y de Jessie.

Flashback

— ¡Noah! Es aquí. ¿A donde piensas ir? – Pregunté obstinada.

— No me grites, Charlotte. – Rodó los ojos y entro a la tienda.

Sinceramente ya lo tenía cansado, mis hormonas me hacían cambiar de humor y el pagaba, pero a veces era un poco estúpido. Solo hace horas habíamos confirmado una vez más que tendríamos un varón y decidimos comprar todo para la habitación de nuestro bebé. Luego compraríamos todo para la habitación de Jessie.

Elegí todo lo que me gustara... Una gran cuna blanca, un coche negro, pequeños peluches de animales, cuadros para fotos de el cuando naciera, pequeños muebles que irían dentro de la habitación, y todo tipo de detallitos para su habitación. Y toda ropa que viera, me estaba volviendo loca. Quería todo. Pero mi chico estaba sentado a lo lejos viéndome, el pobre estaba obstinado por mi culpa.

— Ven mi amor, elige conmigo lo que falta. Luego tú podrás elegir el color de la habitación.

Sus ojos brillaron, el no quería otra cosa que no fuera participar en todo lo que fuera sobre nuestro hijo y a veces yo lo dejaba fuera por pelear tanto. Se volvió loco comprando todo lo que fuera ropa y zapatos para el pequeño de la casa. Me senté y lo deje tranquilo hablando con la chica que nos atendía, estábamos en una tienda solo de bebes, por lo que le pregunto a la chica todo lo que necesitábamos para el. Su emoción por ser papá le ganaba.

Luego de hacer compras exhaustivas para el pequeño, no podíamos dejar por fuera a Jessie, ella era nuestra hija también. Noah se encargó de comprarle todo para su habitación, justo como ella quería y la complació, de ponys, barbies y pianos, todo rosado... Y yo me encargue de su ropa, sus zapatos y todo lo que necesitará. Aunque ella no fuera su sangre, Noah debía de aceptar que Jessie movía cierta fibra en el. Lo que ella dijera, era Santa palabra para el. Si pedía un avión, el se lo compraba. Se había vuelto su debilidad. Esto era justo lo que el quería, ser papá y casarse antes de los 30.

Fin del flashback

A pesar de mi barrigota, no volví a trabajar, por más e insistí, ni Noah ni papá ni muchos menos mis hermanos me dejaron volver a trabajar. Pero Noah al ver que mi aburrimiento era tanto, me dejaba ayudarlo en trabajo que el trajera a la casa. Nos habíamos unido mucho más, parecíamos esposos y si así sería la vida de casada, pues no sería nada mal.

Jessie no podía ir a la escuela aún porque estaban a mitad de año, por lo que Noah decidió ponerle un profesor privado y todos los días ella veía clases. Ya Noah se había adaptado totalmente a ella, y era su hija, además de que el saber que ella no tenía familia y la clase de maltratos que recibía diariamente, era suficiente para el saber que siempre la cuidaría.

Hoy no me sentía nada bien, el bebé se movía más de lo normal, mis nauseas eran extremas, no había desayunado ni almorzado nada... Creo que este sería mi último embarazo si mis días siempre serían así. Todo el mundo me daba vueltas y no podía hacer nada, típicos síntomas del embarazo. Que obstinación.

— Hola amor, ya llegu... ¿Charlotte te sientes bien? ¿Que sucede?

— Típicos síntomas del embarazo, ya sabes.

— Te ves terrible, mi amor. ¿No quieres algo que comer? ¿No te quieres duchar? ¿Algún dulce? – Negué con la cabeza.

— Dormiré un rato.

Vi que mi chico se fue a cambiar por su ropa de estar en casa, no siempre estaba con su saco y su corbata perfecta. Lo escuché llamarme a lo lejos pero elegí hacerme la dormida. A los minutos lo sentí arrecostarse en la cama y quitar la sábana que tapaba mi panza.

— Hola bebé... ¿Por que te estás moviendo tanto y tan rápido? ¿Ya quieres salir?

Noah acariciaba la panza y el bebé se movía aún más al escuchar la voz de su papá. Preferí hacerme la dormida y seguir disfrutando de este espectáculo que en poquitos meses no lo viviría así si no que con nuestro bebé en brazos.

— Serás un niño grandote y muy guapo... Se que si te pareces a tu mamá, me enamorare más de ti de lo que ya estoy, y si te pareces a mi, tú mamá dirá que eres más guapo que yo y llorare. Tal vez te llames Evan... No sé si a tu mamá le gustara, pero me gustaría que llevaras ese nombre. Me enorgullecería.

¿Enorgullecerse? ¿Por qué? ¿Quien se llama Evan que yo no sé? Todo lo que se es que el pequeño se movía y pateaba sin límite alguno, la voz de su papá a el lo volvía loco. La risa de Noah al ver cómo su hijo se movía y pateaba, no me dejo de otra que reírme y hacer que mi futuro esposo se diera cuenta de que estaba despierta. Comenzó a besarme como loco y luego a besar mi panza. El es feliz. Todos somos felices ahora.

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Disculpen la tardanza 😭 es que mi inspiración no es mucha ahorita, prometo no tardarme tanto para el próximo capítulo.
Gracias por su apoyo, las quiero mucho

¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora