Al otro día me levanto tarde, me acosté casi al amanecer llorando. Qué raro. Por Jackson me entero que Noah ha dejado Ibiza y tuvo que volar de emergencia por una situación que se presentó en su casa. Pero me había dejado algo en mi habitación.
Había un precioso ramo de rosas rosadas y peonias, él sabía que esas me gustaban. Dentro de él había una carta y sé que era escrita a mano por mi nombre en el principio de la carta.
Sé que no he hecho las cosas bien, que teniendo esta relación contigo te he ocultado cosas, pero no sé si estoy preparado para decir tantas cosas y no sé si tú estarás preparada para escuchar tantas cosas que hice. Me encele al saber que habías conocido un príncipe, el temor a perderte era más grande, y no quería que ese imbécil te enamorará. He tenido que viajar de regreso por algo que pasó en mi casa, te veo mañana. Disfruta tu último día en Ibiza, pero no tomes tanto y no hables ni salgas con el príncipe. Lo único que te pido. Te amo.
Con amor, Noah el que no es un príncipe pero te ama bastante.Lágrimas salieron cuando leí esa nota... Tenía temor a lo que él podría decir pero tenía cierta alegría por cosas que dijo en esa nota. Mi chico es un romanticón. Lo llame pero nunca contesto, le deje un mensaje y salí de la habitación. Tenía aún mis dudas, aún lo que había pasado con Mónica me dolía y que viniera solo porque tenía celos me dolió aún más... Pero este lindo regalo me saco una sonrisa, y lágrimas también, pero no dejaba de querer a mi chico.
Me reuní con mis amigas y mi hermano en el restaurante del hotel, almorzaríamos y saldríamos a un centro comercial a comprar unos regalos, ya mañana regresaríamos a la realidad. Adiós cócteles, sol, y bailar hasta el amanecer. No tenía ganas de volver al trabajo, al día a día, a pensar en que posiblemente Nicolás estaba en California para hacerme daño, a mi familia o a la de Noah. No quería pensar ni en el, ni en Mónica ni en Stella, no quería pensar en nada que hiciera que mi ánimo bajara enseguida.
— Charlotte... Hola. ¿Cómo estás?
— Henry. Estoy bien ¿y tú?
— Estoy bien... Ehm, quería disculparme por lo que dije ayer enfrente de tu novio, lo hice por un impulso, no debía de haber hablado siquiera. – Bajo la mirada y entrelazo sus manos.
— Tranquilo Henry, te entiendo. Gracias por venir y decirme eso, lo valoro mucho.
— ¿Aceptarías una última cena conmigo? Ya mañana te regresas y probablemente no te vea más.
Acepté la cena aún sabiendo que Noah se molestaría un montón... Pero éramos solo amigos, nada pasaría. Aunque sé que si Noah aceptaba una cena con una de sus amigas, yo estaría hasta echando humo por las orejas. Me sentía culpable pero Henry nunca había intentado nada conmigo, si hacía sus insinuaciones pero no había intentado nada.
Luego de exhaustas compras y de tener a Jackson obstinado porque nos mediamos toda la ropa posible, regresamos al hotel a terminar las maletas y yo me tenía que preparar para la cena. Revise mi teléfono y noté que tenía un mensaje de Noah, estaba yendo a trabajar y me extrañaba, ya era de mañana en los Ángeles. Estaba buscando la manera de cómo decirle que saldría a cenar con Henry... Sé que se molestaría demasiado. Mejor se lo explicaba estando frente a él.
————
A las 8 ya Henry estaba tocando mi puerta. Me coloqué un lindo vestido veraniego y amarre mi cabello, sin maquillaje alguno, suficiente con el rojo de mis mejillas por el sol que había tomado. Me sentía mal y algo en mi cabeza me decía que no saliera con Henry, pero era la última vez que lo vería y él era mi amigo, o algo parecido a eso.
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¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!!
RomanceLa vida nunca ha sido fácil... Nunca. Mientras más fuertes son las pruebas que la vida te pone, más fuerte y fría te haces. Charlotte Scott tuvo una infancia y adolescencia llena de tristezas, lamentos y rebeldías. Aún se investiga la historia de e...