"Cuídala Noah, ella es mi vida entera."
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Martes, 9:30 am y todos estaban en el aeropuerto junto a mí porque era primera vez que viajaba. Iría en primera clase de American Airlines y junto a Noah, aunque no pude lograr que me dijeran que me quedara o que alguno de mis hermanos fuera conmigo, creía que iba a disfrutar este corto viaje. Conocería por primera vez New York que siempre había sido mi sueño, aunque fuera un viaje de trabajo, pero papá me dio permiso de después de hacer mi trabajo salir a conocer y comprar lo que yo quisiera con mi tarjeta de crédito. Hace días ya habían llegado todos mis papeles con mis datos correctos, el señor Anthony había hecho muy bien su trabajo, ya existía como Charlotte Hilton.
Llamaron a mi vuelo y toda la familia se levanto para despedirme, entre besos, abrazos y muchos "diviértete" logre soltarme para ir a embarcar.— Son solo unos días mama, volveré el viernes. — Veía sus ojos y casi lloraba.
— Lo sé. Pero ahora que te tengo conmigo, no quiero dejarte ir a ningún lado. – Me abrazo como si yo estuviera despidiéndome para siempre – Ten mucho cuidado mi niña, te amo.
— Cuídala Noah, ella es mi vida entera. Quiero que llegue justo como se está yendo. – Le advirtió Jackson y me abrazo enseguida.
Luego de despedirme de mi familia, camine junto a Noah hacia la puerta donde estaba el stand de American Airlines, entregue el boleto junto a mi identificación y seguimos adelante.
Nos ubicaron en los dos primeros puestos del avión, donde era primera clase, eran 7 horas de viaje por lo que nos dieron una almohada y una pequeña sabana, y el avión tenía pantallitas para ver películas, iba lo más cómoda que podía viajar. Un jean negro pegado, un sweater de la marca Adidas y unas gomas de la misma marca. En cambio Noah... Dios, Noah. Hoy viajaba informal pero seguía pareciendo el empresario más grande. Tenía un Jean negro que hacía juego con su chaqueta de cuero y una camisa blanca, usando sus gomas Nike y sus lentes aviador, su cabello recién cortado y su barba afeitada. Olía a perfume Polo y como si hubiera salido recientemente de bañarse.-
Teníamos 3 horas ya de vuelo, faltaban 4... Aguantaría esto. Luego de ver una película y conversar con Noah de negocios, no sabía qué hacer y ya no quería ver más por la ventana. Se nos acercó una azafata.
— Buenas tardes. ¿Desean su almuerzo ya? ¿Qué desean tomar? Podemos ofrecerle Champagne, whisky, agua, vino y algún refresco.
— Si, gracias. Tráigame un whisky y un vino blanco. – Noah le enseñó su muy blanca dentadura y se retiró.
A los minutos llego la azafata con nuestro almuerzo y las respectivas bebidas. Disfrutando de la comida y el delicioso vino en lo más alto, creo que disfrutaba más la compañía. De vez en cuando volteaba a ver a Noah quien se veía tan despreocupado a como se ve normalmente, tiene 24 años y parece alguien de 50 que si no trabaja, morirá.
— ¿Les gustó la comida? – Volvió la misma azafata. – ¿A usted y su esposa les gustaría un postre?
¿ESPOSA? ¿DIJO ESPOSA? Sentí como me puse toda roja, como ardían mis mejillas. Escondí mis manos porque no llevaba ningún anillo, y le sonreí forzado a la azafata.
— Estaba muy delicioso el almuerzo. Si gracias, un postre estaría bien.
— ¿Qué desea su esposa? ¿Torta de chocolate, trufas o bombones de chocolate blanco?
— La torta de chocolate para ella estaría bien, gracias.
Sonreí. De mi salió la sonrisa más sincera que había podido tener desde que conocí a mi verdadera familia. No sé porque me sentí bien cuando supo lo que me encanta, mi debilidad más bien, que es la torta de chocolate. Y se sintió mejor, que no desmintiera lo del tema de "esposa".
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¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!!
RomanceLa vida nunca ha sido fácil... Nunca. Mientras más fuertes son las pruebas que la vida te pone, más fuerte y fría te haces. Charlotte Scott tuvo una infancia y adolescencia llena de tristezas, lamentos y rebeldías. Aún se investiga la historia de e...