¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!!

Capitulo 2

"Hoy comienza tu nueva vida, una vida mejor."

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— Señorita Charlotte. ¿Le gustarían unos waffles? – pregunto Dorothy, la ama de llaves – ¿O qué desea de desayunar?
— Unos waffles están bien, gracias.

Era extraño debido a que nunca había tenido esta clase de atención ni una mesa con tanta comida o tanta gente pendiente mi. Desde que me había levantado, la atención yo la tenía por parte de mis padres y mis hermanos, era extraño mencionarlo así ya que nunca había tenido esto... Pero debía acostumbrarme.
Después de un agradable desayuno, todos fueron a arreglarse para irse a sus respectivos trabajos, aún no los conocía ni sabía cuáles eran sus cargos, pero por lo visto, eran muy buenos debido a los lujos que todos se daban.
Subí a mi habitación y buscando mi maleta para saber que me ponía, encontré a mi madre en mi armario que era extremadamente grande.

— Cuando nos enteramos que ya te habían encontrando y que pronto te tendríamos en casa, nos enviaron todos los datos acerca de ti. Por eso, tienes todo el armario renovado, con mi colección de ropa nueva y otras marcas que son mis favoritas. ¡Espero a ti también te gusten! – Camine hacia el armario y lo abrí. Wou – ¿No te gusta Charlotte?
— Si... Claro que si... Solo que nunca había tenido todo esto. ¿Tienes una colección de ropa?
— Si. Soy dueña y diseñadora de la marca Hilton. ¿Nunca las has visto?
— Siempre me ha gustado la moda, pero nunca tuve la posibilidad de comprarme así sea una cartera de diseñador.
— Ya la tienes, pequeña. Arréglate, te llevaremos a que conozcas la empresa de tu padre, para que te familiarices con todo.

Después que se retiró, busque que ponerme entre tanto lujo, estaba extremadamente sorprendida por todo esto... Entre al baño lujoso también y me di una ducha, lave mi cabello rubio y salí, lo seque y lo deje en ondas, camine hasta el armario y allí tenía una gran mesa con un espejo grandísimo, con maquillaje de todo tipo, de todas las marcas, colores y olores. ¡Esto es sorprendente! Me maquille sencillo y comencé a vestirme, me coloqué unos jeans negros, una camiseta de tirantes blanca con una chaqueta de cuero encima y unos tacones blancos de infarto, Dios mío... ¿Está era yo? Antes sólo utilizaba jeans rasgados o viejos, converse, Nike, y alguna camiseta cualquiera.. Tenía que adaptarme a esta vida, me gustara o no. Agarre una cartera roja que era de Chanel, ¡mi Dios! Jamás, pero jamás, había tenido una cartera de estas, mi carteras eran de Walmart.
Baje y allí estaban todos de punta en blanco... Mi padre y mis hermanos con trajes y relojes caros, mi madre con un hermoso vestido negro hasta la rodilla y Zoey con una falda blanca y una camiseta rosada que la hacía ver más niña de lo normal, al verme, todos se sorprendieron, no cerraban la boca y sus ojos más abiertos que nunca.

— ¿Qué pasa? ¿Estoy mal vestida? – pregunte con angustia – Creo que me iré a cambiar, no estoy tan formal como ustedes.
— ¡Charlotte! Juro que si no fueras mi hermana, ya mismo estaría haciéndote mi novia. – Dijo Jackson y silbo – Estas realmente hermosa.
— ¡¡¡Y con un cuerpo de infarto!!! – Zoey aplaude y grita – Pido ser como tú cuando tenga tu edad.

Entre risas, todos salieron de casa y decidían como se irían, mientras que yo, estaba incomoda, pues no sabía a dónde irían ni cuál era el carro de cada uno... Dios, no conocía nada acerca de mi verdadera familia, ni siquiera era un Hilton, era Scott. Pensando en eso, ¿ellos me cambiarían el apellido? Dios, no les he preguntado aún, aunque no creo que sea buen momento... O tal vez si.

— Tengo una duda... – Todos voltearon enseguida – Mi apellido es Scott... ¿Siempre quedaré con ese o seré una Hilton como ustedes?
— Hoy mismo se hará el papeleo para todos tus datos nuevos, no te preocupes por eso... Y siempre has sido una Hilton.

Sonreí con tranquilidad y los escuchaba hablar acerca de a dónde irían y donde almorzarían. Todos quedaron en reunirnos en Hilton Company, allí se discutirían varias cosas, se firmarían papeles y luego cada uno a su trabajo. Me subí a la Range Rover de Jackson y agarramos camino hacia la empresa, en todo el trayecto, el iba comentándome acerca de su trabajo, de lo que él hacía, de lo que se desarrollaba la empresa, de su novia que pensaba hacerla su esposa, este niño era un loro parlanchín.