Capitulo 51

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Otro día más en esta pocilga, todo olía mal, todo me daban ganas de vomitar, mi espalda explotaría por estar acostada tan mal. Mis manos y pies dolían por estar amarrada, era un dolor insoportable por mis costillas que probablemente estaban rotas. Solo me imaginaba a mi familia, lo que estarían sintiendo... Tenía la esperanza de verlos otra vez. A la pocilga donde estaba, entraron Nicolás y sus putas, es decir, Mónica y Stella. Una vez más, a molestarme. No sabían decir nada bueno.

— ¿Que haremos con ella? Ya me estoy cansando de tener que venir para acá a ver a esta pequeña zorra.

— Cállate Stella, si no es por el dinero que la familia de esta pequeña zorra nos da, no te vestirías ni comerías.

— ¿Y si se callan las dos? – Gritó Nicolás.

— Hagamos lo que dijiste, Nicolás. Vamos a atormentarla un poco.

Nicolás y sus putas salieron de la pocilga donde estaba yo, y ya me había resignado a que a lo mejor este sería mi hogar por un buen tiempo. No tenía ni la más mínima esperanza de que mi familia supieran donde estaba yo... Desde que llegue, nunca había salido de aquí. La pequeña Jessie entró para darme comida.

— Te ayudaré a salir de aquí. Así me cueste la vida, te lo prometo Charlotte. – Susurró.

— No inventes Jessie... No quiero que te maten por mi.

— No me interesa, tú no mereces estar aquí. ¡Nicolás es un maldito!

— ¿De donde conoces a Nicolás?

— Soy su hermana menor... Solo tengo 14 años y ya he sufrido todo tipo de abusos gracias a el.

Lo que dijo Jessie me traumatizo, me marcó por completo. ¿Como dejas que tu hermana menor sufra todo tipo de abusos y tú no lo detienes? Es increíble. Me dolía ver a la pequeña niña en esta situación. Era realmente hermosa... Blanca, de cabello rubio y ojitos claros. Pero por como la tenia Nicolás... Su ropa estaba rota, tenía rasguños en su cara y en su muy muy flaquito cuerpo.

— ¿Nicolás te deja salir de aquí? – Pregunté.

— Si, más tarde saldré a comprar un poco de comida. ¿Por que?

— ¿Como vas a comprar la comida? ¿Te llevan? Ya sé que haremos para salir de aquí.

— Voy sola caminando, el nunca ha puesto a nadie que me vigile.

— Busca un papel, te daré la dirección de mi casa... ¿Te atreverías a ir para decir dónde estoy? – Pregunté con esperanza.

— Claro que si... Claro que te ayudare.

La pequeña busco un pedazo de papel y anotó la dirección de la casa de mis padres y la de Noah por si allí no había nadie... Pedía a Dios que ella logrará decirles dónde estaba... Por favor. Ella era mi ultima esperanza. Luego de que me dio el poco de comida, limpio un poco mis heridas sin que nadie se diera cuenta y salió. Prometió volver con buenas noticias. Al final, escuche como Nicolás le decía que comprar y que no volviera sin todo eso. Eso era alegría para mis oídos, se podía tardar y a ellos no les importaría, podría ir a avisarle a toda mi familia.

Noah POV

Un día más... Otro día más sin mi chica. Estábamos todos reunidos en casa de los padres de Charlotte, ahora todos nos manteníamos aquí con la esperanza de verla pasar un día por esa puerta o que los policías llegaran diciéndonos que estaba aquí. Nadie dormía, nadie comía y nadie trabajaba... Solo esperándola. Eran las 7 de la noche y ya ahorita los policías se irían, normalmente estaban aquí hasta las 8 u 9 esperando noticias o haciendo vigilancias nocturnas. Alguien tocó el timbre y el único con ánimos para levantarse fui yo. Una pequeña niña con bolsas de comida estaba en la puerta.

— ¿Aquí vive la familia de Charlie? ¿Quién es usted? – Pregunto con temor.

— Si, yo soy su novio. ¿Quién eres tú, pequeña?

— Tengo información de Charlie. ¿Puedo pasar?

Escuchar eso fue la felicidad máxima. Mi corazón comenzó a latir de prisa, me sentí muy feliz, tal vez ella sabría dónde estaba mi Charlie... Dios mío, ojalá fuera así. Ella era un ángel en nuestro camino. Entro y todos al verla quedaron confundidos, nadie entendía. La senté y deje que hablara, aún estaban los policías aquí.

— Charlie se encuentra en las afueras de California, casa 155-233 Rd, es toda de madera y sin pintura, al lado Del Mar. Yo soy la hermana del estúpido que se atrevió a secuestrarla, he sido yo quien ha cuidado de ella todo este tiempo, lleguen rápido, está muy lastimada. Nicolás Keiff, Mónica Trump creo que es y Stella no me acuerdo su apellido. Ellos la tienen... La lastiman, por poco la matan... Búsquenla. Me tengo que ir, me he tardado mucho y si no llego ya, Nicolás sospechara. Le diré a Charlie que he conocido a su familia y pronto irán por ella.

Todos quedaron en shock al ver cómo esa niña hablaba, corrió hacia la puerta y salió sin dejar algún rastro. Mi sangre hervía al saber que Mónica y Stella estaban metidas en esto. Pronto pagarían, lo juro.

— Está vez es definitivo, haz a los Trump pagar por esto y no me interesa si es su hija. – Hablo el padre de Charlotte hacia Luke. – Investiga a la tal Stella, quiero que su familia también pague. Y busca donde está la familia de los Keiff.

Los policías dijeron como entrarían y como buscarían a Charlotte, todos estaríamos allí pero a lo lejos. Queríamos verla y no aguantaríamos más. Esperaba que los agarraran y posiblemente los mataran. Ojalá la pequeña niña hubiera llegado bien, pobrecita, se le veía tan mal. Mañana sería el día en que Charlotte volvería a estar con nosotros. Mañana se acabaría esta pesadilla.

•••

Multimedia: la pequeña Jessie.
Gracias por los comentarios, los likes y por darme tanto amor también, las quiero un montón.
No había subido este capítulo porque de repente me dio la inspiración pero para otra novela y la comencé a escribir, a lo mejor la suba luego de que esta termine, aún no se.
GRACIAAAASSS POR TODOOO❤️

¡Imperfectamente perfectos! FINALIZADA!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora