Max: Una parte de mi

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El lunes, calmaba mi estrés dibujando en el patio principal del campus entre clases, cuando Goreztka y Kimmich me encontraron. Últimamente hacía esto cada vez más, dibujando ausente cuando mi mente pensaba cosas que no debía pensar. Y sabía exactamente de qué se trataba, pero me negaba a aceptarlo.

Hace cuatro años, murió parte de mí. La mayor parte. La mejor parte. Para combatir el dolor que persistía, cerré otras partes porque no podía imaginarme amando a una chica jamás. Es más, nunca tampoco planeé hacerme amigos de hombres. Pero León Goretzka destrozó ese plan el día que lo conocí.

Fuimos dos completos extraños forzados a ser compañeros de habitación, y me dejé llevar. Después de que se diera cuenta de que jugué algo de fútbol en secundaria, me invitó a pasarnos el balón, luego me dijo lo impresionado que estaba con mi habilidad, y sin darme cuenta, era suplente del equipo y empezábamos a jugar partidos para el final del año.

Nunca sentí que elegí ser su amigo. Simplemente pasó sin darme cuenta.

Me arrastró con él a mi primera fiesta, y cuando me di cuenta de lo fácil que sería sumergirme en este sitio, en esta vida, de que podría olvidar todo el dolor de una manera más divertida, mucho más placentera, ya era demasiado tarde.

Desde entonces, nos convertimos en un equipo. Cuando encontró un trabajo en Purple, me dijo que buscaban otro camarero, así que me encogí de hombros, pensando por qué no. Desde ahí, mi amistad con hombres se descontroló. Me acerqué a Karius y Kimmich, incluso a Draxler, y algo así con Brandt. Pero siempre tuve cuidado de no acercarme a la persuasión femenina.

Usarlas para citas sexuales y seguir adelante, ese era mi lema.

Las mujeres te descuartizan. O bien decían cosas que destrozaban tu autoestima, o se sentían mal cuando debías haberla protegido, lo que te dejaba tan roto que deseabas estar muerto. Traté de mantenerme alejado de todos esos "sentimientos" cuando se trataba de mujeres. A veces era directamente grosero con ellas.

Bueno, de acuerdo. La mayoría de las veces era grosero... y ofensivo... y en general molesto. Pero uno tenía que protegerse de alguna manera, porque las mujeres te abren las putas entrañas.

No esperaba que pasara lo que me sucedió cuando León metió a Celine en mi vida. Tampoco lo agradecí. Y no me gustaba mucho la idea de que la mujer de Josh atravesara mis defensas y me hiciera sentir cosas.

¿Pero la Visitante Nocturna? No. De ninguna manera. Esta mierda tenía que parar. Pero ya estaba pasando. Mensajear con mi pequeña compañera de cama era divertido. Y eso me ponía muy nervioso.

Me ponía demasiado feliz y sensible alrededor de demasiadas mujeres.

Había visto a Cel antes, caminando con Draxler y su chica hacia el departamento de ciencia. Anduve hacia ellos, pero me aparté de su vista antes de que me vieran. Trabajé con Draxler anoche, y siempre me encantaba decir algo para molestar a Rachel; a la cual apodé Mantequilla. Pero no podía acercarme a ellos en ese momento. No con Cel allí.

Después de hacer mis planes con la Visitante Nocturna hace dos noches, estuve preocupado de ver a Celine de nuevo. Era como si me sintiera demasiado culpable para enfrentarme a ella o algo, lo cual era extraño. Había estado con numerosas mujeres desde que la conocí hace casi un año. Nunca tuve problemas para enfrentarme a ella después de una noche de libertinaje sexual. Pero esto se sentía... diferente, y eso seguramente causó otra sesión de dibujo anti-estrés.

Intentaba ordenar mis estúpidos sentimientos cuando alguien me sorprendió por detrás, agarrando mis hombros y agitándome.

-¿Qué pasa, perdedor? -gritó León, sobresaltándome-. ¿Dibujando de nuevo, como siempre?

My secret love-- Max MeyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora