CelineMi estómago daba vueltas mientras observaba a Maximilian situar nuestra maleta en la cabina encima de nuestros asientos. No podía creer que de verdad hacíamos esto. Casi esperaba que León entrara apresurado al avión en cualquier segundo y me llevara de vuelta como una niña malcriada.
Comenzaba a sentirme tan infantil como sabía que actuaba al ocultarle mi relación, pero simplemente me preocupaba qué pasaría después que se enterara. Las dos cosas que sabía era que no quería perder a Maximilian, y que León no nos quería juntos. Y las dos verdades no coexistirían en paz una vez que fueran consientes de la otra.
Pero hice a un lado mis preocupaciones para reírme con disimulo de una chica que no podía dejar de observar el trasero de a mi hombre cuando su camiseta se elevaba mientras sus manos se encontraban levantadas.
Sacudí mi cabeza, sin culparla para nada por su interés. Luego comencé a masticar mis uñas cuando todos los miedos volvieron a surgir.
Maximilian bajó los brazos de la cabina y se volteó hacia mí con una sonrisa. — ¿Quieres el asiento de la ventana, nena?
La chica, que parecía una fan (¿Porque Maximilian tendría una fan en el avión ) me empujó con suavidad la cadera. — Oh, será mejor que lo aceptes, amiga. No muy seguido un hombre renuncia al tan preciado asiento de la ventana por su chica.
Maximilian se volteó hacia ella, sonriendo. —Es su primera vez volando — dijo—. Pensé que debería tener la experiencia completa.
—Bueno, ¿si no eres lo más tierno? —Pude ver sus entrañas derretirse cuando lo miró. El idiota acababa de desatar el pobre puma interno de la chica, y sin duda lo imaginaba empapado con su vino favorito así ella podría... limpiarlo a lamidas.
La animaba, también, siendo extra caballeroso mientras con gentiliza tomaba mi brazo para ayudarme llegar a mi asiento.
—Será mejor que te detengas —susurré cuando se sentó junto a mí—. Explotarás sus ovarios.
Sus labios se curvaron con coqueta diversión. —Pero, cariño, no he explotado los ovarios de nadie en todo el día.
Resoplé y sacudí mi cabeza.
En dos asientos directamente en diagonal a nosotros,nuestros amigos también comenzaba a acomodarse. Chocando con suavidad mi codo con el de Max, murmuré—: No importa. Acaba de notar lo sexy que es Joshua, y se olvidó por completo de ti.
—¿Qué? —Llevó su atención a la chica. Cuando vio que, de hecho, observaba a Josh, frunció el ceño pero se inclinó más cerca de mí para murmurar—: Probablemente se pregunta por qué no luce ni de cerca tan bien como yo.
Echando mi cabeza hacia atrás, solté una carcajada. Y ahí fue cuando lo decidí: no más preocupaciones. Iba a divertirme y disfrutar este viaje.
Observé a Maximilian desenredar su cinturón de seguridad así podría situarlo en su lugar. Un aturdimiento me invadió. No mintió cuando le dijo a la mujer que nunca volé antes. En efecto, este era mi primer vuelo. Nunca antes estuve tan lejos de casa. Como que quería dar saltitos en mi asiento y chillar. Y lo que era mejor, lo hacía con él.
Él lucía bien con su cabello disperso sobre su frente mientras tenía el ceño fruncido y le gruñía a su cinturón de seguridad, por fin pudiendo desenredarlo. Sus hombros parecían tan deliciosos cuando se balanceaban y flexionaban bajo su abotonada camisa gris. Quería arrancar todos los botones y pasar mis manos por su pecho, lamiendo su barba de varios días y solo... morder su garganta.
Me incliné hacia él y susurré en su oído—: ¿Quieres unirte al club de la altura?
Sus manos se congelaron en su cinturón. Luego levantó su rostro. — ¡Demonios, sí!
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My secret love-- Max Meyer
FanfictionSegunda entrega de Teach me to love Max es poco agradable, tosco, mal hablado, mujeriego y le gusta hacerlo a oscuras... Pero Maximilian es dulce, comprensivo, mejor amigo y siempre tiene una broma en los labios. Max da todo por sus amigos Maxim...