Celine Solo quiero que regreses

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Cuando me desperté, estaba acostada sobre algo duro, pero mis piernas colgaban de un lado con mis pies en el suelo y mi mejilla estaba apoyada contra una pierna. No parecía la pierna de León.

Me senté, haciendo una mueca por el dolor en mis sienes. Después de empujar mi cabello de mi cara, me centré en Brandt. No lo esperaba en absoluto, solo parpadeé.

—Hola —murmuró, simpatía dominaba su mirada verde—. ¿Cómo te sientes?

Aparté la vista y miré alrededor de la sala de espera del hospital para descubrir que todos los demás habían llegado mientras yo dormía. Zoey yacía dormida, escondida en el regazo de Josh. Rachel y Emily se levantaron de donde se hallaban sentadas con Loris y Julian. Cuando comenzaron a caminar hacia mí, alcé mis manos, alejándolas. No podía soportar que alguien me consolara en estos momentos. Solo quería a León.

O a Maximilian

Pero no podía tener a Maximilian.

El dolor se agitó a través de mí.

Miré a mi alrededor de nuevo. Pero no encontré a León en la habitación. Tampoco a Brenda ni Phil.

Resoplé y sacudí mi cara seca y sucia. —¿Dónde está León? ¿Han dado alguna noticia sobre Maximilian? ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?

—¿Por qué no te acuestas de nuevo? —La voz deBrandt me persuadía mientras se estiraba hacia mí, pero retrocedí.

A Maximilian no le gustaría que Julian me tocara.

—¿Dónde está León? —pregunté, sintiendo un inminente ataque de pánico.

Sin Maximilian. Sin León. No podía soportar esto.

Rachel cerró las manos sobre su corazón. —Acaba de salir para hacer una llamada por teléfono a casa y reportarse. Y no, no ha habido noticias sobre Max.

Hemos estado aquí hace menos de una hora. León dijo que acababas de quedarte dormida cuando llegamos.

Asentí con agradecimiento, escondí mi rostro y me apresuré a salir por la habitación para encontrar a mi hermano.

Oí su voz mientras me acercaba a una intersección en el pasillo.

—No, todavía no hay noticias. Él debe... mierda. Debe estar mal si aún no han salido a decir nada. Solo llamaba para reportarme. No, en realidad, tenía que escuchar tu voz. Ojalá estuvieras aquí conmigo.

Su propia voz sonaba ahogada y cruda, y me detuvo en seco. Parecía tan afligido como me sentía. Lastimando mis ya frágiles sentimientos. Aquí, había estado preocupada por nada ni nadie más que yo, y Leon estaba a punto de perder a su mejor amigo.

Mientras agarraba mi estómago, León dijo—: No, no vengas. Dijiste que Phillip sigue molesto. Él te necesita. Estaré bien. Simplemente hablar contigo es de ayuda. Escuchar tu voz.

Después de una pausa para escuchar una pregunta, suspiró con cansancio. —Ella es un completo desastre. Está haciéndose daño y se culpa a sí misma, y mierda... no sé qué hacer por ella. ¿Y si termina siendo una viuda de diecinueve años debido a esto? Solo la sostengo mientras llora hasta quedarse dormida, y trato de no desmoronarme delante de ella. Pero dios, Alaya. Era mi mejor amigo. Y si muere y las ultimas cosas que le dije fueron...

Siseó y dejo salir un suspiro. —Lo sé, pero todavía me siento como una mierda. Fui un idiota. Lo traté horrible, y él podría morir por salvar la vida de mis hermanos. Realmente la amaba, y yo estaba demasiado enojado y me sentía demasiado traicionado incluso para ver eso. No puedo... yo...

My secret love-- Max MeyerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora