No sabía qué hacía aquí. Maximilian fue francamente agresivo en sus mensajes.No me sentía de humor para lo agresivo. Quería estar molesta con él, con el mundo entero. No me sentía lo bastante estable para estar cerca de nadie, pero encontré una sensación de alivio mientras subía los escalones hacia su apartamento y su puerta delantera. Sin importar cómo me sintiera o de qué humor estuviera, todavía quería estar cerca de él.
Toqué la puerta una vez antes de tratar de abrirla y encontrarla desbloqueada. Así que entré.
Los Zommich me enviaron una sonrisa simpática como si supieran todo.
Luego apuntaron hacia el pasillo. —Está en su habitación.
Me dirigí hacia allá. Tan pronto como pasé la puerta, manos hambrientas me jalaron contra un duro y caliente pecho. Besó mi frente antes de agarrar el dobladillo de mi camisa y tirarla hacia arriba, sobre mi cabeza.
—Pensé que no era una llamada sexual —dije mientras levantaba los brazos para ayudarlo.
Él alcanzó el broche trasero de mi sostén. —No lo es. No hables.
Después de descartar el sostén, se inclinó y besó el oleaje de mis pechos.
Luego removió mis pantalones. Sí, seguro que esto parecía una llamada sexual para mí. Esperaba que fuera por mis bragas después, pero me sorprendió hasta la inconsciencia cuando puso con urgencia una de sus enormes camisetas sobre mi cabeza. Olía a él, y no pude evitar inhalar la embriagadora esencia.
Luego tomó mi mano y me guió a la cama. Una vez que nos arrastramos bajo las mantas y él posicionó mi cabeza para que descansara sobre su hombro mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cintura, finalmente dejó salir un suspiro y todos sus músculos se relajaron debajo de mí. —Ya está —dijo, sonando satisfecho—. Eso está mejor.
Sonreí y cerré los ojos, dejando que el fuerte y sólido latido de su corazón sonara en mi oreja. En verdad estaba mejor. Pero lo hizo incluso más increíble enhebrando sus dedos a través de mi cabello y acariciando rítmicamente mis largos mechones.
—Mmm. Eso se siente bien.
Podría quedarme dormida con esto, sin problemas. Podía olvidarlo todo y dejarlo cuidar de mí.
Y en la mañana, mi útero seguiría siendo estéril. Mi hermano aún estaría en la oscuridad sobre la mayor relación de mi vida, y Max.. Maximilian seguiría sin saber con cuanta intensidad o por cuánto tiempo lo he amado.
—Cuéntame de tu niñez.
Su suave pregunta me hizo abrir los ojos. —¿Por qué?
—Porque quiero saber. León nunca hablaba de eso. No sabía nada de ti, excepto que existías, hasta el día en que te conocí.
—No es muy glamorosa.
—No me importa. Solo... quiero saber qué era la vida para ti. ¿Habías vivido en ese tráiler toda tu vida?
—No. Es decir, sí, siempre habíamos vivido en tráileres, pero no en ese en específico. Nos quedábamos en uno un poco más lindo, de tres cuartos hasta que León se fue a la universidad. Sin embargo, mi mamá no podía mantener al día las cuentas, así que nos rebajamos a ese en el que nos conociste.
Lo sentí asentir, pero continuó acariciando mi cabello mientras le describía mi vida. —León básicamente nos crió. Mi madre se iba mucho, y cuando se encontraba en casa, no nos prestaba mucha atención.
León amortiguaba muchas cosas. Era un líder natural. —Sonreí—. Todavía lo es, un poco mandón algunas veces, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Siempre se aseguraba de que estuviéramos alimentados, vestidos y entretenidos. Mirando atrás, estoy asombrada por todo el trabajo que tuvo que pasar para mantenernos felices a los tres. Quiero decir, no podía hacer mucho, pero él... lo intentaba, ya sabes.
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My secret love-- Max Meyer
FanfictionSegunda entrega de Teach me to love Max es poco agradable, tosco, mal hablado, mujeriego y le gusta hacerlo a oscuras... Pero Maximilian es dulce, comprensivo, mejor amigo y siempre tiene una broma en los labios. Max da todo por sus amigos Maxim...