CAPITULO 9

64 6 0
                                    

YOUNGJAE

-No deberías hacerlo.

Puse mis manos en sus hombros mientras ella me miraba triste. 

-¿Qué debo hacer?

-Primero, deshacernos de este desgastado papel.

Tomé en mis manos el papel y se lo entregué en sus delicadas manos.

Acepto el papel de mis manos. Lo miró por unos largos segundos y de pronto su expresión cambió a determinación, arrugó el papel en su mano, se levantó y lo tiró a la basura.

-Esto no es lo que merezco- dijo Raquel

Pude ver como en su rostro una mueca triste se volvió una mueca de Felicidad. 

----------------------

-Youngjae

Escuché mi nombre en la voz de Raquel. Me giré a buscarla.

-Hola

-No- lo -ha-rá

-¿Qué?

-No vendrá- sus manos se movían llenas de felicidad ante mis ojos.

Me uní a su felicidad, y sonreí. Ella se lanzó a mis brazos, y la estreche fuerte.

-Genial....

Esa palabra en español, la había investigado. Me miró encantada.

-¿Cómo?

-Lo aprendí- alcé los hombros

Su bonita sonrisa dijo más que mil palabras

-¿Vine a ver a Jinyoung, sabes donde está?

-Eh..sí.

-¿Dónde está?

-En la sala.

Vi como se alejaba, me puse muy contento de ver una sonrisa en su rostro.

Camine hacía la entrada de la cocina por algo de comer, después de jugar un momento en mi celular.

-Tengo tanta hambre-

Olfateé el delicioso olor que emanaba de la cocina.

-¿Qué es?

Me acerqué a Raquel que movía sus manos, mezclando los ingredientes.

-Comida Latinoaméricana.

La miré sorprendido. Y quise tocar lo que estaba preparando, pero me dio un leve golpecito en la mano.

-¡Aún no!

Me miro con seriedad, -¡Debes esperar, es para todos!-

-No quiero...

Hice una cara de desesperación. 

Puede imaginar mi rostro como un niño de ocho años peleando con mamá por querer comer unas cuantas galletas.

Raquel río, por lo que acababa de decir.

Recobré la compostura tratando de parecer serio otra vez, y dije:

-¿Porqué ya no vendrá tu hermano?

-¡Es cierto!- vaciló un momento -recibí un mensaje esta mañana, que decía que Matías había escapado de casa con el dinero de mis padres para su viaje e inscripción. Después de todo no creo que pueda verme a la cara.

-¿Alguna vez notaste una pizca de arrepentimiento?

-No, no lo creo.

Jinyoung entró en la cocina, su mirada estaba ofuscada, Tal vez por la forma en que nos vio hablando a Raquel y a mí lo cual no me pareció extraño, porque me siento muy cercano a ella.

I LIKE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora