La boda de Raquel y Youngjae llegó sin ninguna novedad, más bien a causa de todo y de todos estaba siendo el mejor día para los novios. Sin embargo, Youngaje estaba muerto de nervios casi ahogandose en su saliva, las manos le sudaban y no dejaba de caminar de un lado a otro tratando de calmarse. Su madre había traido consigo una toallita con la secaba su sudor, y le daba palabras de aliento de vez en cuando.
Todos los chicos estaba reunidos en una sala contigua conversando acerca de por donde debían ingresar para cuando iban a cantar, debido a que a sus apretadas agendas no habían estado presentes en el ensayo de la boda. Jackson por su lado, como de constumbre, engullía los deliciosos aperitivos que aún no salían a las mesas. Rebeca le sostuvo la mano que se agarraba con fuerza uno de los bocadillos y le pidio que se controlara. Hasta ese punto Jackson no había visto a Rebeca en su hermoso vestido de dama, y ahora que lo hacía no pudo esconder el efecto que había tenido en él. Trato de esconder un poco la sensación en el pecho y trago fuerte, evitando hacer contacto directo con ella. Rebeca en cambio esperaba un cumplido de su parte pero lo único que percibio fue incomodidad de parte de su novio, y luego un nos "nos vemos en la boda cariño" para luego verlo desaparecer hacía la sala de invitados.
Raquel esperaba pacientemente para hacer su entrada, había superado su crisis nerviosa gracias a su mejor amiga, e incluso Youngjae que había sacado fuerzas por los dos. Reviso su rostro por última vez en el espejo en el pasillo cerca de la puerta de entrada, todo parecía estar correcto y cuando la música empezó a sonar Raquel no puedo contenerse más y los nervios hicieron que sus piernas flaqueaban; las puertas se abrieron y dejaron ver en su interior a todas las personas que conocía, y que la querían, no solo a ella sino tambien a Youngjae. Solo eso le basto para que su pecho se hinchara de alegría y el cuerpo ya no le temblara como gelatina. Su padre la acompaño por el pasillo, hasta que la entrego en manos de un Youngjae un poco sonrojado y nervioso. Ella lo miro con una dulce sonrisa, y apretó su mano fuertemente.
Raquel estaba tan contenta y tan propensa a llorar cuando quien les estaba casando pronunció las palabras, los declaro marido y mujer. Youngaje se acerco a ella y la beso tan apasionadamente que profirio un pequeño gritito de Jackson desde su mesa, y unos sonidos de felicidad y complicidad por parte de los miembros de Got7. Raquel no puedo aguantar más y las lágrimas rodaron por sus mejillas, Youngjae tomó su rosotro entre sus manos un poco preocupado. -"Estoy Feliz"- dijo Raquel tomando la mano de Youngjae entre las suyas. -Gracias-
Todos los invitados se pusieron de pie aplaudiendo, mientras los novios salian del lugar. Rebeca tomo a Jackson del brazo, un poco molesta. Jackson le sonrió guiñandole un ojo, -Ya no puedo contenerme, será mejor saltarnos la fiesta que viene después- Rebeca lo miro sorprendida -No nos extrañaran, ellos son la pareja protagonista- terminó de decir e intentó llevarla hacía otra dirección.
-No podemos hacer eso- Rebeca dijo un poco sonrojada. -Debemos estar con ellos, es importante-.
-Cariño por eso te he evitado todo el día- Jackson dejó un suave beso en el hombro descubierto de su novia.
-Si quieres que todo vaya bien, será mejor que no nos crucemos- dicho esto salio detras de Yugyeom que corria detras de los novios.
Rebeca no pudo contener un risita incredula, pero se propuso a ayudar a Jackson a lograr su cometido por lo menos lo que durara este día. Mientras continuaba su camino Rebeca se dio cuenta de que Mark y Jinyoung caminaban muy lejos del uno del otro. Y las miradas que se daban llenarían de tristeza a cualquiera que los viera. Aún no habían tenido una respuesta del CEO de su empresa porque lo que les preocupaba que estuvieran en un problema que no podrían resolver y habían resuelto estar separados en público, en el caso del que el periodista estuviera deseando tomar fotografías que les dieran más problemas.
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I LIKE YOU
Fanfiction"SIGUE ADELANTE" la única línea en tinta azul, que me decía todo lo que se venía y debía afrontar. Lo moví de un lado al otro, jugando con el trozo de papel, mientras el avión comenzaba a aterrizar y me dejaba ver la opulencia de los edificios e...