CAPITULO 24

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RAQUEL 

-No puedo-dije mientras subía en el taxi-soy una cobarde-cerré la puerta.

El conductor seguía las calles iluminadas pero no había en ellas quien disfrutará de la paz y el manto de la noche. Pasamos por el puente dejándome ver el lago, y la luna menguante reflejada. Pero esta vez no sentí la misma alegría que me haría "explotar" como había dicho Youngjae aquella vez.

El coche se detuvo en frente a mi departamento-Gracias- di una reverencia. Marque los números en la puerta de la entrada, di unos pasos hasta la mesa, en donde muchas veces Youngjae se había sentado a hacerme reír. Me detuve evocando cada momento, tratando de recordar cada palabra. 

-Lo siento-caí al suelo de rodillas, puse mis manos en mi rostro, tratando de parar las lágrimas que caían en mi pantalón-lo siento, soy tan cobarde, nunca enfrente mis problemas, soy tan terca que no pongo practica lo que me pides-mi llanto se hizo más incontrolable. 

Busqué el celular en mi bolsillo, anhelaba que hubiera una llamada de Youngjae, pero no encontré ninguna. La pantalla estaba en blanco, ni siquiera me daba la hora, le di pequeños golpes al aparato, unas rayas multicolores se proyectaron y luego se apagó para no encender más.-¿Porque?-dije lanzando el celular, mi paciencia se acabó.

-Tengo que hacerlo-me dije-No seas una cobarde-, -Se valiente-

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Me ha costado toda la mañana concentrarme en la Universidad, no he podido atender absolutamente nada de lo que dicen los maestros. Esta tarde iré a recibir clases de Jinyoung, pero no sé si debería ir, quizás no soy capaz de mirarlo a los ojos, y si tal vez ¿No quiere verme?.

-Raquel- dijo una chica que me extendía una hoja de color beige. 

-Gracias- dije aunque no sabía si tenía que agradecer. 

-Hola- me dijo Rebeca que me encontró de pie sin moverme con la hoja como si acabará de recibirla-Hey..! ¿Estás bien?-preguntó moviendo su mano por mis ojos. 

-SI- volví a responder sin siquiera haber entendido lo que decía-¿Como estás?- pregunté tratando de sonreír.

-Por lo que veo tu no estás nada bien- se paró frente a mí-¿Qué sucede?- preguntó y odie que lo hiciera, por que terminaría contándole todo. 

**********

-¡NO!- dijo casi gritando-¿Conoces a GOT7?-le tapé la boca, esperando que nadie haya oído lo que había dicho. 

-No lo digas tan fuerte, no quiero que me envíen pasteles llenos de sangre-dije triste

-No creo que sean capaces de tanto- dijo frunciendo el ceño

-¿Conoces a Jackson?-dijo acercándose peligrosamente a mí-el es sexy-dijo mirando a lo lejos, por lo que deduje que seguramente se lo estaba imaginando.

-Rebeca- dije- no tienes que hacerme pensar de esa manera.

-Es cierto, te gusta Youngjae- dijo haciéndome ojitos-Solo acéptalo- dijo-Debes sentirte bien, el quiere que seas su novia oficial- sentí ganas de llorar una vez más.  

 -Tengo miedo-

-Sueña en grande Raquel, y no me digas que no puedes hacerlo- dijo adivinando mis pensamientos-Ya lo has hecho, si fuera de otra manera no estuvieras aquí-concluyó

La alarma sonó retumbando en mis oídos como las palabras de Rebeca-Es gramática ¿Cierto?-pregunté. Rebeca asintió

********************

-Pasa- 

Jinyoung me pidió que lo esperará en la sala, mientras iba por unos libros que según el me ayudarían mejor que los que había comprado. 

Vi a Mark salir de la cocina con una camisa sin mangas, y el cabello desordenado. ¿Qué pensará de que Jinyoung me de clases?-traté de imaginar una respuesta, pero no conocía a Mark, él nunca se me había acercado a platicar. Sus saludos eran solo una simple sonrisa. 

-Hola- se acercó a mi lado

-Hola- dije sorprendida-¿Qué tal?- me puse nerviosa recordando las marcas de Jinyoung en su espalda, miré las uñas de Mark, me decía a mi misma que era imposible que se las dejará crecer, pero eran lo suficiente grandes como para dejar la espalda de su amante así, tampoco lo había herido pero su espalda estaba roja con lineas que se formaban desde la mitad de la espalda y caían por sus costillas. 

-¿Pasa algo?-pregunto con una sonrisa en el rostro

-N...nada.., bueno- reí nerviosa.

Jinyoung entró con unos...tal vez diez libros en los brazos, los soltó en la mesa. 

-Mark- dijo,lo vio sentando a mi lado, sus ojos no podían disimular su deseo de tocarlo, sus ojos bailaban por sus brazos desnudos y luego a su pecho que se podía ver por la delgada tela. 

-Tocí-fingí

Jinyoung regreso la mirada hacía a mí-Vamos a empezar-dijo

-Ya era hora- dije 

Mark le cedió el puesto a Jinyoung sin dejar de mirarse a los ojos. Sus cuerpo pasaron tan cerca que estaba resignada a ver algo de lo que me arrepentiría, pero Jinyoung acaricio su brazo, de arriba hacía abajo, sonriendo mientras se marchaba a la habitación que compartía con Jackson. 

-¿No crees que Jackson quiera pasarse con Mark?-dije 

-No, él, no debería- dijo un poco incomodo

No pude sostener la risa. 

-¿Me lo preguntaste a propósito?- 

-¿Eres celoso?- pregunté

-Basta, esas palabras no me ponen incomodo- dijo 

**Jackson, no deja eso ahí** se escuchó en la habitación a la que había entrado Mark. 

Jinyoung escucho esas palabras pero trato de mantenerse quieto, frente a mi obvia sonrisa. 

***Basta Jackson, me lastimas****

No aguantó más y salio corriendo hacía al cuarto, en busca de Mark, cerró detrás de él la puerta, y podía escuchar las palabras de los tres discutiendo, que quería saber porque Mark dormía fuera casi siempre, y porque había tomado su celular, Jackson sospechaba que tenía una chica a escondidas y se escapa de casa por las noches. Y cuando no se lo quiso devolver, Jackson tomó fuerte el brazo del escuálido chico haciendo que gritará de dolor. 

Después de una acalorada discusión salió de la habitación con Mark del brazo le dijo algo al oído y volvió a entrar a la habitación. 

-¿Lo dejaste de nuevo?-le dije

-No caeré en tu juego otra vez- soltó  

-¿Qué juego?........eres celoso-lo apunté con un dedo danzante-eres celoso-lo acusé

-Raquel-gritó mi nombre-si, lo soy....soy celoso-dijo tan fuerte que Mark se había quedado estupefacto escuchando los gritos de Jinyoung desde el umbral de la habitación. Jinyoung me miro enojado-Me las pagarás, por haberme hecho admitir esto-dijo con una sonrisa malvada

Pero no tuvo que esperar tanto para castigarme porque Youngjae había aparecido viendo la misma escena, y los ojos de Jinyoung se encontraron con los míos y una sonrisa triunfante se le quedó en el rostro mientras se sentaba a mi lado. 


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