CAPITULO 23

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YOUNGJAE

-¿Raquel a donde vas?

-Youngjae....., a mi casa.

-¿Tan pronto? ¿Y a mi no me viniste a ver?

Miré a Raquel que me sonreía con sus preciosos ojos.

-Si.....también- respondió

-¡Ven!- apreté su suave mano y la llevé hasta la pequeña sala.

La acomodé en el mullido mueble. Y me acerqué a la pantalla, la encendí y apareció "JUEGO NUEVO" en la televisión. Le entregué un control acomodándome a su lado con el mío.

-¿Qué es esto?- me miró confundida.

-El control de una consola de juegos- dije

-Eso ya lo sé- dijo moviendo el control en su mano.

-Vamos a jugar- le di PLAY al juego. Era uno de mis favoritos.

-De acuerdo, te ganaré- me dijo con una sonrisa en su rostro.

-Ni te molestes- dije escuchando la voz femenina diciendo: GO en el juego.

Tomé el control en mis manos, apretando los botones y manejando a la perfección el automóvil en la pantalla.

Miré como Raquel intentaba mantener el auto en linea recta en el juego virtual, pero no era lo suyo.

-Quizás los libros te van mejor- dije mientras aceleraba más, a punto de llegar a la meta.

Raquel accidentó a su pequeño coche amarillo, lo lanzó directo al agua.

-Esa no es la vía- le dije ante la mirada frustrada de Raquel -Te Gané - me levanté y salte frente a sus ojos.

-Es lo único que sabes hacer- dijo furiosa. -Yo no se como hacerlo- su mirada se puso triste.

Su rostro me llenó de pena. -Te enseñaré- dije sentándome otra vez junto a ella.

Pase mi brazo por encima de su hombro, le acomodé el control entre las manos con las mías. Sin querer me dejé llevar por el perfume en su cabello.

-Este es para acelerar....esté para....-no pude terminar su rostro giró hacía a mí y me encontré con un par de hermosos ojos que se clavaban en mí.

Me acerqué a ella, lentamente saboreando desde lejos el sabor de sus labios.

Vi como sus ojos se cerraban dejando ver sus largas pestañas, los míos hicieron lo mismo. Mi boca sintió la suya, y la exploré sintiendo cada rincón, cada sabor.

Mi mano dejó caer el control que sentí caer en mi pie.

Con mis manos libres tomé las mejillas de Raquel, el beso se iba haciendo más profundo podía sentir su cálida respiración.

-Me gustas- solté de repente junto a su boca, sin soltar sus mejillas.

Su respiración estaba entrecortada y sus ojos se iban abriendo poco a poco.

Una amplia sonrisa se dibujo en su rostro. Mi dedo pulgar recorrió su labio inferior hasta el extremo de su quijada.

-¿Y tu?- las palabras salieron suaves de mi boca.

Podía notar en su mirada un brillo que nunca había notado en nadie. Sus hermosos ojos me escudriñaban haciéndome perder.

-¿Yo qué?- trataba de reprimir una sonrisa.

Sentí una punzada en el corazón al escuchar esas palabras. Y mi semblante cambió.

-Me gustas Youngjae- acercó su mano a la mía. La risa reprimida salió de su boca.

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