Tenia alrededor de 1 hora parado en el mismo lugar sosteniendo un ramo de flores sin hacer algún movimiento, solo observaba un punto fijo mientras sentía la nieve caer, al menos recordó abrigarse después de todo en las noticias no habían pronosticado nevadas.
-Orquídeas, eran sus favoritas.- decía una rubia mientras se acercaba a su posición.
-No le gustaban las rosas, decía que era muy femenino.- contesto sin dejar de mirar cierto lugar.
-Ha pasado tiempo Tony.
-Lo mismo digo Sharon, te vez bien.
-Gracias, te extrañe en el funeral.
-Lamento no haber asistido, pero no creo que hubiera sido lo mejor.- respondió mientras dejaba el ramo, frente a una lapida.
-Lo entiendo, pero me hubiera gustado que me acompañaras.- entrelazo su mano con la del castaño.- Porque eres quien mejor entiende mi dolor.
-Sabes.- guardo silencio por algunos segundos como si temiera decir lo que pensaba.- Si ella estuviera viva, nada de esto hubiera pasado.
-Es probable, pero también creo que te hubiera dicho, "si es lo correcto no dudes en hacerlo".
-Recuerdo cuando la conocí por primera vez, tenia 5 años y la gente no solía acercarse a mi. Les asustaba un niño con un IQ de 190, pero ella me trato como un niño normal, junto Jarvis podía ser solo Tony, y no el hijo de Howard Stark.
-Tía Peggy era asombrosa, no podre ser la mitad de la mujer que era.
-Yo no podría ser alguien tan asombroso como ella.
-Claro que si, eres inteligente, valiente aunque no te guste seguir las reglas.
Ante aquel ultimo comentario ambos empezaron a reírse, había pasado tanto desde que el castaño no se reía y se sentía tan bien como en ese momento.
-Pero no es mentira Tony, ustedes son tan parecidos.- Miro directamente al castaño.- Aun cuando hubo gente que pensaba que fallarían, ustedes nunca lo hicieron siempre les demostraron lo que valían.
-Eso ya no importa.- contesto melancólico.- Por cierto como están.
-Hasta donde se, todos están bien.
-Es un alivio.
-¿Que harás ahora?
-Pues eh decidido irme un tiempo a Francia, Tía Peggy me llevo de niño, creo que es momento de ir otra vez.
-Me encantaría acompañarte, pero debo ir a Wakanda.
-Iras a ver a tu novio.- le dijo de forma burlona.
-Te equivocas, Steve y yo no somos novios.- sonrió de forma triste.
-Pero creí...
-El me lo ha pedido pero no acepte.
-¿Porque? Pense que eso era lo que mas querías.
-Porque el esta enamorado de otra persona aunque no lo sepa, yo solo soy una simple amiga.
-Como lo lamento.- Abrazo a la rubia, para darle consuelo.- Porque no después de que termines tu visita en Wakanda me alcanzas en Francia.
-¿Pero?
-Pepper me dejo, Rodney sera trasladado a París para que yo vea de cerca su tratamiento, Vision junto con Friday están al mando de mi empresa, no hay nada que me retenga en este lugar.
-¿y los vengadores?
-Hace 6 horas renuncie a los vengadores, eso no significa que dejare de ser Iron man, siempre que me necesiten estaré para ellos. Entonces ¿aceptas?
-Creo que me haría bien, pasar un tiempo contigo.- le dio una leve sonrisa para después separarse del castaño.- Pero ahora debo irme, en 2 horas sale mi vuelo.
-Esta bien, cuando termines me avisas ¿aun tienes mi numero?
-Por supuesto, eres mi primer contacto.
-Por cierto, podrías entregarle esto al Capitán.- de su abrigo saco una carta y un celular y se los dio a Carter.
-¿Estas seguro?
-Es lo correcto.
Ella asintió y guardo ambas cosas en su bolsa, ambos miraron por ultima vez aquel nombre escrito en esa lapida, el nombre de una mujer a la cual admiraron y amaron, que sin duda a pesar de todo les dio su incondicional amor, que les enseño tantas cosas, miraron con tanto amor aquel nombre de esa asombrosa mujer, recordando tantos momentos felices con su amada tía Peggy.
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Había terminado su trabajo en Wakanda solo restaba despedirse, para tomar un avión, cortesía del rey que la llevaría hasta París para poder estar a quien consideraba un hermano, cada uno de los "fugitivos" se despidió de ella, al final solo quedaban Steve y ella.
-Al final te vas.
-Si, alguien me espera en otro lugar, pero primero.- saco de su bolso aquellos objetos que le fue dado por Stark y se los dio al rubio.
-¿Porque los tienes tu?- Estaba sorprendido, que hacia Sharon con el celular y la carta que había mandado para Tony.
-Stark me pidió el favor.- Si su hermano no había revelado su relación, quien era ella para decirlo.
Steve veía aquellos objetos entre triste y herido, había tenido la esperanza que el castaño hablara y el pudiera disculparse pero se daba cuenta que Tony jamas le iba a perdonar su mentira.
-Sabes.- Sharon llamo la atención de Rogers al verlo deprimido.- Tía Peggy creía que una relación entre los dos habría sido lo mejor, yo también pense lo mismo, pero estábamos equivocadas porque tu ya amabas a otra persona.
-No hay nadie a quien ame, como ame a Peggy.
-Es verdad, lo amas mas de lo que la amaste a ella.- Noto la mirada confusa que el soldado le daba, simplemente se acerco y le dio un beso en la mejilla.- Debo irme, Tony me espera en París.
Ignoro los gritos de Steve que le pedían una explicación, se había prometido no meterse pero un empujón no era malo, ademas los celos siempre son la mejor forma para saber que estas enamorado, solo esperaba que Steve no tardara demasiado pero por mientras disfrutaría de la compañía de su hermano y recordando historias de una mujer tan maravillosa como lo fue Peggy Carter