Desde tiempos inmemoriales, las cigüeñas entregaban bebés. Desde su lugar en la montaña cigüeña, servir era un honor y un privilegio.
Hasta que un día, dejaron de entregar bebés. Para muchas parejas fue algo devastador, quienes habían tenido la ilusión de tener un hijo. 18 años han pasado y muchas de esas parejas perdieron las esperanzas, su hijo soñado jamás llegaría.
O eso se creía...
Hasta ahora...
<Mundo AA>
Todos los vengadores estaban en la sala, estaban escuchando anécdotas de Thor, era uno de esos días, donde el mundo estaba tranquilo y sin amenazas.
-Ahora que lo pienso, siempre eh querido preguntarles ¿Las cigüeñas entregan bebés? – pregunto el Asgardiano.
-¿Quién te dijo eso? – Lo miro Sam confundido.
-Bueno, hace unos días en una misión, me topé con una niña y dijo algo de que esperaba que la cigüeña le trajera a su hermanito.
Todos se miraron entre sí, pero tanto Steve como Tony se miraron con algo de tristeza, la pareja llevaba 2 años casados, siendo felices pero con un deseo que no esperaban que se cumpliera.
-Hace tiempo las cigüeñas hacían eso, de hecho creo que es una de las pocas cosas que en este mundo no tienen explicación, pero hace años dejaron de hacer esa labor.- explico Bruce.
-Según lo historia, una pareja les enviaba una carta, y después de un tiempo ellos aparecían con un bebé. Aunque eh escuchado de parejas enviado cartas con la esperanza de que les traigan a su niño o niña soñados.- respondió Clint.
De pronto el arquero sintió un escalofrió y noto la penetrante mirada de Natasha, quien no se mostraba contenta, y por inercia miro a la pareja de esposos, rápidamente entendió lo que sucedía.
-Vaya, hubiera sido genial poder ver aquello.
El silencio inundo la habitación que duro por algunos minutos, hasta que una pequeña alarma sonó en el complejo.
-¿Qué sucede Jarvis? – Se levantó Tony de su asiento preocupado.
"Señor detecto una gran cantidad de cigüeñas, por toda la ciudad"
-¿Q-que? – Tony quedo sorprendido, pero no quería hacerse ilusiones.
Steve tomo las manos de su esposo, para darle ánimo y sonreírle cálidamente.
"Señor una de esas aves se acerca al complejo"
Todos al escuchar se sorprendieron pero sin perder tiempo, fueron a la entrada principal, donde una cigüeña iba aterrizando, rápidamente Steve y Tony se acercaron al ave, quien les entrego un paquete envuelto en una manta, al abrirlo se sorprendieron de ver un precioso bebé, cabello negro, ojos azules, piel blanca, y que al ver a la pareja empezó a sonreír.
-Sin querer pudiste verlo.- contesto Sam, mirando sonriente la escena.
-Creo que no soy el único que cumplió su deseo.- sonrió el Asgardiano.
-Parece que debemos hacer una fiesta.- Hablo emocionado Clint.
Los vengadores se acercaron para darle la bienvenida, al nuevo integrante. Tal parecía que sus días, serían más difíciles y divertidos de ahora en adelante.
<Mundo UCM>
Tony llegaba al complejo de los vengadores, había estado en una estresante junta con Ross quien aún lo acusaba de esconder a sus ex compañeros. Camino hasta la sala, se sentía el lugar tan grande y solitario. Por la hora suponía que Rhodes estaría en sus terapias, el mocoso de Peter, lo iba a visitar algunas veces por semana, pero ese día regresaba de un importante concurso de su escuela. Visión, pues suponía que el androide estaría en la biblioteca o en alguna parte del enorme edificio.
Era en momentos como esos en donde detestaba la soledad, le hacía recordar cosas que no quería recordar. Rememoraba todas aquellas cosas que perdió con aquella guerra civil, quería embriagarse hasta olvidar todo, pero recordar la mirada de aquellos que permanecen a su lado, lo impide. No quiere decepcionarlos, quiere avanzar pero no puede.
En una de las mesitas de la sala, observa un sobre amarillo, donde están los papeles de divorcio que solicito a su abogado, sabe que en el momento en que las firme, ya nada lo unirá a Steve.
La persona que más amo, la persona que escogió a su amigo por sobre él, la persona que le mintió.
Meneo la cabeza, como si eso pudiera alejar aquellos pensamientos de su mente.
-Buenas tardes señor Stark.- llego Visión, mientras traspasaba una de las paredes.
-Buenas tardes Vis.- Sonrió Tony, sabiendo que por mucho le dijera que pasara por las puertas, el androide no lo haría. – ¿Estuviste en la biblioteca?
-Así es. Me son fascinante las historias que los humanos pueden crear. Pero hubo un libro que me llamo mucho la atención.
-¿Así? ¿Cuál?
-Las cigüeñas.
Tony se congelo ante esas palabras.
-Leí la historia sobre como ellos entregaban bebés, lo extraño, es que en los recuerdos que aún conservo de Jarvis, sé que esa historia es cierta, aunque mucha gente lo considera un mito desde hace más de una década.
Tony trato de no mostrarse triste, pero visión le hizo recordar la época en que Steve y el siendo esposos habían mandado una carta, sabían que las cigüeñas tenían años sin entregar algún bebé, pero no perdían nada con intentar. Pero ahora que lo pensaba, se cuestionaba si las cosas hubieran sido diferentes con un hijo. No. probablemente las cosas hubieran sido iguales.
-Pues es verdad, solo que muchos prefieren decir que es un mito, debido a que mandaron carta con la esperanza de tener un bebé, pero como jamás llego, supongo que buscaron la forma de olvidar su tristeza.
-¿Por qué las cigüeñas dejaron de entregar bebés?
-Eso es un...
La charla fue cortada de manera abrupta cuando una alarma sonó en el complejo, Friday le mostró en una pantalla lo que sucedía en la ciudad, decenas de cigüeñas sobre volaban New york. Sin saber porque, Tony se dirigió a la entrada principal, Visión iba detrás de él, confundido por las acciones del castaño, al llegar afuera una cigüeña estaba frente al genio.
Tony se acercó y tomo el paquete, noto que era muy pesado, al desamarrar la manta, su expresión de asombro paso a segundo plano, mientras sonreía y unas lágrimas bajaban por sus mejillas. Dos lindos bebés lo miraban curiosos para luego sonreírle. Eran una parejita, niño y niña, el niño era rubio y de ojos color chocolate, mientras que la niña era de cabello color castaño claro y de ojos azules.
Tomo a los bebés en sus brazos y los abrazo fuertemente, mientras lloraba, era el momento más feliz de su vida, y Steve no estaba a su lado. Sintió una mano en su mejilla y noto al pequeño que lo miraba de manera curiosa, le dio un beso en la frente a cada uno haciendo que ambos soltaran un grito de felicidad.
Ahora tenía dos grandes razones para avanzar, y mirar hacia el frente. Siempre pensando en el futuro, y velando por aquellos tesoros que habían llegado en el momento más necesario. Camino al complejo junto a Visión quien miraba con curiosidad a los niños. Mientras que Tony ya se imaginaba las expresiones de sorpresa que Happy, Rhodes y Peter pondrían ante la llegada de los nuevos miembros de su familia.
.....
Miraba con tristeza, las noticias, en donde se anunciaba un acontecimiento increíble, las cigüeñas después de varios años, habían vuelto, y con ello, miles de niños. Vio la entrevista de algunos padres emocionados, con la llegada de su hijo, algunos contando la anécdota llenos de emoción.
El simplemente apretó los puños lleno de dolor. Porque quizás los hijos que alguna vez soñó con Tony, estarían con él.
Estaba tentado a esperar a que todo se resolviera, pero sabía que el esperar a veces no era bueno, así que sin decirle a nadie tomo una decisión. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.
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Hace poco vi esta película, y esta historia se me vino a la mente. Espero les haya gustado.