El tiempo... es aquel que hace todo a su modo, siempre liderando el cómo y cuándo sucederá. Es el ente que puede convertir tu vida de felicidad a dolor en un parpadeo, pero sobre todo es quien decide cuando los secretos deben ser revelados.
A veces el miedo te hace su presa siempre recordándote que aquello que ocultas en lo más profundo de tu ser, será revelado y con ello serás el esclavo de otra persona, o en otros casos solo significa que aquello que protegías tan celosamente del mundo se te será arrebatado.
Steve despreciaba al tiempo, ¿Por qué?
Porque mejor que nadie, entiende que los secretos tienen fecha de caducidad, ni siquiera la interminable montaña de cadáveres podrían mantenerlo oculto.
Porque el tiempo se ha convertido en su mayor enemigo y la cosa que más desprecia. Porque en ocasiones se ha vuelto su aliado y en otras su mayor rival.
Él fue quien lo mantuvo prisionero por más de 80 años, en una fría cárcel. Solo hasta que quiso lo libero, y lo lanzo a un mundo donde no pertenecía.
O eso creyó, hasta que lo conoció.
Al hombre que le haría delirar, al hombre que con solo una mirada logro doblegar todo su ser.
El tiempo le dio algo demasiado valioso.
Solo había un problema.
Existían muchas personas en el corazón de aquel hombre.
Era algo que no podía soportar ni aceptar. Porque ese hombre solo podía pertenecerle a él, y solo a él.
Algunos pensaran que es locura, pero ¿las mejores locuras no se hacen por amor?
Por lo que ya no podía aceptar ver a ese hombre estar con aquella insulsa mujer de nombre Pepper, ya no podía permitir que ninguno de sus compañeros, le tocaran o siquiera le miraran.
Así que tomo una decisión, proteger y resguardar su tesoro.
¿Cómo lo hizo? Sencillo. Tan solo fingió estar de parte de Hydra ellos harían el trabajo difícil, cuando al fin lo hicieron simplemente los mato.
Aún recuerda la confusión en la mirada de su genio, el miedo y la inseguridad. Sabía que sería difícil pero no imposible, aunque le dolía tuvo que hacer cosas con el fin de que Tony no tuviera a nadie más en mente que a él.
Fueron semanas difíciles, Tony se resistió y le suplico pero no podía. No cuando al fin lo tenía para él solo, con paciencia y amor logro su cometido.
Su amado castaño no recordaba nada, y solo lo tenía a él.
Solo vivía por y para él.
Lo mejor es que los vengadores creían a su Tony muerto, así que no había obstáculos en el camino. Esos fueron los mejores años de su vida.
Pero el tiempo es caprichoso.
Por eso ahora estaba frente a quienes lo consideraban un compañero. Lo miraban con asombro, duda pero en su mirada estaba el temor. Aquello le hizo gracia.
Porque incluso entre esas emociones predominaba la esperanza. Esperanza de que era una víctima de alguien más. Solo Natasha vio en su mirada aquella oscuridad que alguna vez Tony dijo que tenía, aunque solo fuera un comentario gracioso.
Ahora aquella mascara que siempre utilizo por primera vez, había sido vista por más de una persona, y en verdad lo lamentaba, porque ellos en algún momento los considero parte de su familia. Pero no permitiría que le arrebataran lo que era suyo.
Era una pena.
El tiempo en verdad era un desgraciado, porque no quería iniciar una guerra.
Pero si esto era necesario, no dudaría en hacerlo.
Tony era suyo y solo suyo.
Nadie, ni siquiera el tiempo se lo arrebataría. Ese era su juramento.
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Bueno para los que recuerde el OS llamado secreto... pues este vendría siendo su continuación.
