"La felicidad no es eterna"
En ese momento no entendí las palabras de mi padre quien me miraba con tristeza y dolor, no podía comprender el significado que implicaban.
Quizás se debía a que jamás había experimentado aquello llamado felicidad, estaba más ocupado en aprender sobre el vasto mundo que me rodeaba, estaba hambriento de conocimiento, que me eran indiferentes las emociones humanas.
Eso no me preocupaba en absoluto, puesto que no era humano. Tenía apariencia humana pero no lo era, así que eso estaba bien para mí. Ver el paso del tiempo era curioso, porque con cada cambio de las estaciones algo nuevo había por aprender, algún misterio había a mi alrededor.
Entonces paso lo impensable.
La conocí, era hermosa con su cabello negro como la misma noche, ojos color azul que podían compararse al mismo cielo, y mostraba una mirada tenaz, capaz de doblegar al rival más fuerte.
Nuestro encuentro no fue perfecto, en absoluto. Fue un simple choque de dos seres en el camino conocido como vida, ella era optimista siempre creyendo lo mejor de todos y a la vez era ruda, la clase de mujer con la que no deberías meterte sin pensar en las consecuencias.
Yo en cambio era realista, sarcástico y cínico. Siempre burlándome de su inocente visión del mundo. Era divertido verla enojarse cuando nos encontrábamos, era curioso verla sonreír a otras personas y sin embargo a mí, solo me mostraba miradas de molestia.
Simplemente pensé que esta humana era algo diferente a todo lo que conocí sin embargo no atrajo en ese momento mi absoluta atención.
Siempre me mostré frío ante todo ser humano que intentaba acercarse, no los odiaba como los demás de mi especie hacían, mas no tenía el mínimo interés en ellos. Así que fue raro cuando empecé a notar sus miradas en mí.
Había dejado de discutir conmigo cada que nos veíamos y siempre se mostraba una actitud algo peculiar. En todos mis años en este mundo jamás había puesto una expresión de lo más estúpida, cuando ella me dijo que le gustaba.
En ese momento no sentía nada por ella, pero lo tome como un experimento más. Acepte. Si alguna vez pensé que ella no sabía sobre mis motivos para aceptarla desde un principio, significa que fui demasiado ingenuo pese a mí largo tiempo de vida.
Ella en verdad era un misterio. Podía ver las maravillas que yo veía en este mundo, podía atesorar algo tan sencillo como el ver una puesta de sol.
Creo que el resultado inesperado fue que en verdad me enamorara. Cuando supo aquel pensamiento tan solo sonrió mientras me decía "Me tomo bastante tiempo pero lo logre", solo pude sonreír, como nunca había hecho.
Y la ame como jamás habría imaginado.
Pero el paso del tiempo no se detiene, y una cálida tarde de verano, ella cerró los ojos prometiéndome que algún día nos volveríamos a ver.
Mi padre tenía razón la felicidad no es eterna.
-Hola, soy tu nuevo vecino.
Oculte mi sorpresa y tan solo pude sonreír ante lo que veía. Ella cumplió su promesa quizás no era la misma apariencia ni el mismo rostro. Ahora era un "él" su cabello era rubio pero habían cosas que no cambiaban, aquellas gemas azules seguían siendo tan hermosas y brillantes, y la esencia de su alma era la misma.
"Es cierto, la felicidad no es eterna pero quiero que esto dure para siempre"