Bueno antes que nada quiero mencionar que esta historia estaba basada en la película de Infinity War, así que si no la has visto es mejor no leer, hay leves spoilers.
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Desde que Steve acepto parte del proyecto que lo convertiría en un súper soldado se preparó para todo, ni siquiera le importó los efectos secundarios que pudiera haber.
Erskine le había explicado que su fórmula tenía un precio, Steve no lo entendía, en ese momento solo deseaba hacer algo en aquella guerra que se desataba. Tiempo después lo entendió. No podía soñar, era extraño como aquel pequeño defecto podía considerarse como algo problemático. Porque el soldado podía dormir, pero lo que normalmente los humanos conocían como "sueños" ya no los podía experimentar.
Aquello era una bendición y una maldición, a veces agradecía no poder soñar, agradecía el no rememorar las pérdidas de quienes amo, y a veces odiaba que su mente no lo castigara por la vida que estaba teniendo. Eran sentimientos tan contradictorios.
Siempre pensó que algún día podría soñar de nuevo, pero ni siquiera una guerra con extraterrestres o su nueva vida en el siglo XXI provocaron eso. Poco a poco empezó a perder las esperanzas. Solo tiempo después de haber peleado con Tony en Siberia y haber huido con Bucky a Wakanda. Algo paso. Empezaba a soñar nuevamente.
Pero estos eran tan efímeros. Escenas breves, Steve se mostraba confundido.
Era un lugar desértico, todo estaba destruido y envuelto por un color rojizo. La escena se repetía noche tras noche, y entonces aquel sueño empezaba a tomar forma.
En ese mismo escenario podía ver a un sujeto del tamaño de Hulk sosteniendo a una persona, esa persona era Tony a quien había herido en el abdomen, y unos instantes de darle el golpe final.
Esa fue la primera vez que despertó en medio de la noche, llorando y jadeando, fue la primera vez que detesto volver a soñar, pero ese fue el inicio, cada noche repetía esa escena. Aquel mismo sujeto sosteniendo a Tony, y a punto de matarlo.
Trataba de convencerse que ese sueño era producto de la culpa por lo que paso en Siberia, pero algo en su interior le decía que no era así.
Entonces apareció Thanos.
Steve sostenía con toda su fuerza aquel guante dónde reposaban las gemas, sentía sus huesos crujir pero sin dejar de mirar a aquel enorme titán quien mostraba una sonrisa.
-Eres igual a el.- le escuchó decir, y no respondió, por su parte el titán siguió hablando. - En verdad eres un ser digno, pero al igual que Stark en algún momento morirás, esperemos que leyendas como ustedes no sean olvidadas.
De pronto lo comprendió, y mientras caía al suelo, por fin entendió su sueño, y como aquella primera noche, lloró, Tony ya no estaba.
Lo más valioso y preciado para él, había dejado de existir. Cerró sus ojos para caer en la inconsciencia, deseando poder soñar una vez más, pero esta vez teniendo una vida feliz con la persona que amaba.