Esa noche no hablamos, el lloraba. Yo sabia que el quería saber que estaba pasando con nuestro matrimonio, pero no pude contestarle.
Sucedió que el había perdido mi corazón, ahora lo tenia una mujer. Ya no amaba a mi esposo, solamente le tenia lastima. Con un gran sentido de culpabilidad, escribí un acuerdo de divorcio, el miró el acuerdo y lo rompió a pedazos.
Tony pasó 10 años de su vida conmigo y eramos como extraños, yo le tenia lastima, por todo su tiempo perdido, su energía, pero ya no podía cambiar, yo amaba a alguien mas. De pronto empezó a gritar y a llorar como para desahogarse.
La idea del divorcio ahora era mas clara para mi.
El próximo día llegue a casa y lo encontré escribiendo en la mesa. No cene y me fui a dormir, estaba muy cansado de haber pasado el día con ella. Cuando desperté, todavía estaba mi esposo escribiendo en la mesa, no me importó, me vire y seguí durmiendo.
Por la mañana Tony me presento sus condiciones para el divorcio: no quería nada de mi pero necesitaba un mes de aviso antes del divorcio, me pedía en el divorcio que por un mes tendríamos que vivir como si nada y llevarnos normal. Su razón era simple, Peter tenia todo ese mes exámenes y no quería molestarlo con nuestro matrimonio quebrantado.
Yo estuve de acuerdo, pero el tenia otra petición, que me acordara cuando yo lo cargué a nuestro cuarto el día que nos casamos, que por ese mes, todo los días lo cargara del cuarto hasta la puerta de salida de la casa.
Pensé que se estaba volviendo loco pero para que la fiesta fuera en paz acepte. le conté a ella lo que Tony me pidió, ella se reía en vos alta, dijo que era absurdo esa petición, que no importaba que truco mi esposo usara, tendría que darle la cara al divorcio.
El y yo no teníamos contacto físico desde que expresé mis intensiones de divorcio, así que cuando lo cargué el primer día hasta la puerta del frente, los dos nos sentimos mal, Peter caminaba detrás aplaudiéndonos y diciendo; "papá esta cargando a mi papi es sus brazos".
Sus palabras me provocaron mucho dolor, caminé los 10 metros con mi esposo en mis brazos, el cerró los ojos y me dijo en voz baja, no le digas a Peter del divorcio. Asentí con la cabeza un poco disgustado, lo baje cuando llegue a la puerta, se fue a esperar el transporte para ir al trabajo y yo maneje solo al trabajo.
El segundo día, los dos estábamos mas relajados, el se apoyo en mi pecho, pude sentir su fragancia de su camisa. Me di cuenta que hacia tiempo que no lo miraba detenidamente, ya no era tan joven, tenia algunas arrugas, algunas canas. Era notable el daño de nuestro matrimonio. Por un momento pensé y me pregunte, ¿que fue lo que le hice?
El cuarto día, lo cargué, sentí que la intimidad estaba regresando entre ambos. Este era el hombre que me dio 10 años de su vida.
En el quinto y sexto día, seguía creciendo nuestra intimidad. No le dije nada a ella al respecto. Cada día era mas fácil cargar a mi esposo y el mes se iba corriendo, pensé que me estaba acostumbrando a cargarlo y por eso era menos notable cargar el peso de su cuerpo.
Una mañana el estaba mirando que ponerse, se había probado muchos trajes pero no le servían, quejándose dijo; "mis trajes se han puesto grande" y fue ahí que me di cuenta que estaba muy delgado, esa era la razón por la cual yo no sentía su peso al cargarlo. De pronto me di cuenta que le había enterrado mucho dolor y amargura, sin darme cuenta le toque su cabello.
Nuestro hijo entro al cuarto y dijo; "papá llego el momento de que cargues a papi hasta la puerta"
Para mi hijo ver a su padre día tras día cargar a su papi hasta la puerta, se había convertido en una parte esencial de su vida. Mi esposo lo abrazó, yo viré mi cara sentí temor que cambiara mi forma de pensar sobre el divorcio.
Ya cargar a mi esposo en mis brazos hasta la puerta, se sentía igual que el primer día de nuestra boda, el acariciaba mi cuello suavemente y natural. Yo lo abrazaba fuertemente, igual que nuestra noche de bodas. Lo abrace y no me moví, pero lo sentí tan livianito y delgado que me dio tristeza.
El ultimo día igual lo abracé y no quería moverme, le dije, "no me di cuenta que ya no teníamos intimidad", mi hijo estaba apunto de irse a la escuela y yo tendría que ir al trabajo.
Por la tarde fui a la casa de ella, salí del carro sin cerrar la puerta, subí la escalera, ella me abrió la puerta, y le dije; "discúlpame, no quiero divorciarme de mi esposo". Ella me miro , me preguntó si yo tenia fiebre y yo le dije; "mi esposo y yo nos amamos, era que entramos en rutina y estábamos aburridos, no valoramos los detalles de nuestra vida desde que empece a cargarlo del cuarto a la puerta, me di cuenta que debo cargarlo por el resto de nuestras vidas, hasta la muerte" Ella empezó a llorar, me dio una bofetada y tiro la puerta. Baje las escaleras, me monte en el auto y llegue a la florería y le compre flores a Tony.
La joven en la florería me preguntó si quería ponerle una nota, le dije que si y que pusiera "te cargaré todas las mañanas hasta que la muerte nos separe" llegué a mi casa con flores en las manos y una sonrisa, corrí y subí las escaleras, cuando entré, encontré a Tony muerto.
Tony estaba batallando contra la enfermedad del cáncer y yo estaba tan ocupado con aquella mujer, que no me di cuenta.
Mi esposo sabia que se estaba muriendo y por eso me pidió un mes de aviso antes del divorcio, para que Peter no le quedara un mal recuerdo del divorcio, para que no tuviera una reacción negativa.
Para que a sus ojos, que su padre era un hombre que amaba a su esposo...
Aun hoy en dia me sigo lamentando por mis errores, de no haber sido tan ciego...
Quizás el cáncer de todas maneras se lo hubiera llevado, pero pude haberlo hecho feliz. En vez de hacerlo llorar debí hacer que sonriera.
Perdóname Tony, solo en ese momento en el que te perdí. Puedo darme cuenta, de cuanto te amo.
Si pudieran concederme un deseo, desearía tener la oportunidad de conocerte.
Y amarte como te mereces...