-Entonces me estás diciendo que soy un brujo. Un brujo.
-Bueno por la edad que tienes, ya no puedes usar magia, pues no la desarrollaste cuando debías, pero si, tienes sangre de brujo.
-Si como no...- hablo con cierto tono de ironía y desdén.
-Puedes reírte, pero debes estar consciente que no muchos verán normal que estés hablando con un gato.
Tony miro a su interlocutor y ciertamente esté tenía razón. Después de todo, quien en su sano juicio le creería que aquel gato de precioso pelaje negro y llamativos ojos amarillos era un gato que habla, mejor dicho era un brujo que por alguna extraña razón se volvió en un gato.
-Si no tengo magia que haces aquí.
-El consejo de brujas me envió a acompañarte.
-¿Por qué?
-Mmmmm... mi antigua protegida se fugó con su novio, y decidí no meterme me agradan pero por el momento no necesitan de mí.
-¿Así que fui tu única opción?
-Eso y porque conocí a tu madre.
La expresión del castaño era digna de reírse, pero estaba consciente que era un tema delicado, además María fue su mejor amiga, aunque sabía sus ambiciones, ella siempre lo acompaño. Quizás si ella no lo hubiera dejado el jamás habría intentado conquistar el mundo. Pero quien sabe, el destino siempre es impredecible, él lo sabe muy bien.
-Supongo que no tengo alternativa.
-No.
-Pero que pasara con los demás.- Hablo Tony, refiriéndose a los vengadores.
-Ellos no pueden saber lo que realmente soy.
-Imagino que vas a fingir frente a ellos.
-Así es.
-Muy bien. Creo que te prepare la habitación a lado de la mía.
-¿Eso no será raro?
Anthony soltó una leve carcajada.- Me lo dice un gato que habla. Descuida, no dirán nada, después de todo soy Tony Stark.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Los vengadores sabían que Tony era extravagante en muchos aspectos, pero en esta ocasión ellos dudaban un poco de la estabilidad mental de su compañero.
-Por aquí está la sala de juegos, y por allá esta la cocina.
Los vengadores observaban como el genio cargaba en sus brazos un gato de pelaje negro, al cual por alguna extraña razón le daba un tour por la casa.
-¿Tony?- Bruce fue quien llamo la atención del genio.
-Oh. Hola.
-¿Qué haces con ese gato?- cuestiono Clint.
-Es obvio legolas. Por cierto permítanme presentarlo. Él se llama Salem. Salem ellos son Natasha, Bruce, Clint, Thor y Steve.
Si todo era raro más raro fue lo siguiente.
-Es un placer conocerlo.- Hablo Thor mientras se acercaba al gato. – Debiste hacer algo muy malo, si adoptaste esa apariencia.
-Eso mismo le pregunte pero no me quiso decir.- Comento Tony, olvidando que los demás aún les seguían observando.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Llevaba dos meses viviendo con Anthony, y honestamente no era tan malo como alguna vez siquiera llego a pensar, y como un extra podía conversar con aquel rubio llamado Thor.
También miraba las interacciones de los demás miembros, Bruce y Clint lo mimaban, Natasha lo miraba con cierto recelo lo cual indicaba que tan receptiva era la mujer, por su parte Steve lo trataba bien pero cuando Tony aparecía en escena, podía notar la mirada de celos aparecer en sus ojos.
Eran tan graciosos los mortales.
-Oye no deberías decirle al tal Steve que te gusta.
-¡¿Qué?! ¡Estás loco!
Salem movía su cola mientras miraba las facciones del castaño, a pesar de lo que los demás habitantes del complejo pensaran, la verdad es que Tony eran tan fácil de leer, y extrañamente para la edad que tenía era demasiado inocente. Parecido a Sabrina, pero también era claro que aquel hombre había visto el oscuro mundo, y aun así caminaba como si nada por aquella vereda que escogió.
En verdad le agradaba.
-Vamos a que le temes. No es como si tú le fueras tan indiferente.
-Por supuesto que no.
-No tienes nada que perder.
-Claro que sí.
-Si él es la persona que dices que es, no te juzgara y permanecerá siendo tu amigo.
-Esto es estúpido.
-No tanto como la ocasión en que me pusiste esa capa simulando a caperucita roja.
-Te veías adorable.
-¿Entonces?
-No dejaras de insistir ¿verdad?
-Quizás si me haces waffles, pero eres pésimo haciendo eso.
-De acuerdo. Lo hare.
Salem acompaño a Tony hasta la habitación de Steve tan solo para comprobar que el castaño cumpliría con su parte del trato, así que se abstuvo de gritar un "te lo dije" al ver como Steve besaba de manera feliz al genio después de que le confesara sus sentimientos, por lo que decidió salir de la habitación.
Había cosas que no necesitaba ver.
<Extra>
En un establecimiento de sushi se veía a cierto gato sentado junto a un hombre de cabello negro y ojos verdes.
-Entonces Stark también proviene de nuestro linaje. Eso explica la afinidad que tuvimos.
-Sí, pero como sabes, el ya no puede utilizar la magia.
-Pero su heredero sí.
-Supongo, aunque hace pocas horas se confesó al soldado.
-¿Al menos le dijiste que debía cuidarse? Ya sabes, seres mágicos podemos embarazarnos.
-¿Ups?
-Esto será divertido.- comento sabiendo que el gato era igual de travieso que él.
A la distancia dos personas veían esta rara escena.
-¿Por qué le vendemos comida a un gato?- preguntaba uno de los dueños.
-No te quejes, el gato trae dinero.
-¿Eso no lo hace más raro? Su dueño es el que debería estar pagando.
-Deja de hacer tantas, y ponte a atenderlos.
-Como diga jefe.