Para muchas parejas la llegada de un bebe es felicidad, para otras no tanto. Algunos sueñan con experimentar ese momento, otros no quieren ni imaginarlo. Unos se lamentan por no tener aquel privilegio, otro se quejan por tenerlo.
En este caso, ellos jamás pensaron en tal cosa. Aquellos dos solo tenían una sola cosa en mente. Doblegar el mundo a sus pies.
Para ellos el matar, torturar y jugar con las personas era algo de todos los días. En un principio ellos se odiaron. Ambos eran líderes innatos y no tenían deseos de compartir. Con el paso del tiempo aquel odio, se convierto en amor.
Un oscuro, obsesivo y peligroso amor.
Hydra temblaba y a la vez admiraba a esos dos personajes. Si bien Superior y Capitán Hydra, no eran los líderes de esa poderosa organización, ciertamente eran los más influyentes, ellos lograrían destruir el mundo y crear el mundo que Hydra ansiaba.
Pero ese sueño fue frenado de la manera más inesperada. Steve había sido enviado junto a Superior a detener a los vengadores quiénes estaban destruyendo una base científica, la cual realizaba importantes experimentos.
Cuando llegaron entraron en la pelea, sabiendo que los soldados sacarían a los científicos y a los sujetos de prueba. Superior luchaba con los hermanos Maximoff, mientras que el capitán se enfrentaba a la viuda y a Thor.
La pelea no duro mucho, gracias a que superior activo unos dispositivos provocando que los vengadores quedaran paralizados por algunos minutos.
-¿puedo darles el golpe de gracia? – Steve miraba a esos pobres miserables, mientras ampliaba su sonrisa.
Pero no escucho contestación, miro en la dirección de su pareja quien estaba cerca de unos escombros, noto que este tenía la vista baja, como si analizara algo. Se acercó curioso y por primera vez en mucho tiempo podría decirse que el gran capitán Hydra fue sorprendido.
Bajo los escombros se podía vislumbrar una cigüeña, el ave noto la presencia de aquellos humanos, los miro por un instante, y con el poco esfuerzo que tenía, entrego su preciada carga. Superior seguía mirando sin hacer movimiento, pero Steve tomo lo que aquella ave le entregaba. Pasaron algunos segundos cuando la cigüeña falleció.
Steve miraba fascinado al pequeño bebe, su cabello era rubio pero de un tono oscuro, de piel clara y suave como el algodón, cuando el infante abrió los ojos, el capitán quedo cautivado por aquellas dos gemas color azul, que resplandecían.
Aquellos ojos le recordaban a los de Tony pero también eran diferentes pues los de su pareja eran fríos como el hielo. Un hielo que te incitaba a pecar y a cometer las mayores locuras.
Salió de su letargo al ver una flecha caer cerca de sus pies, se percató de la llegada de Hawkeye y Hulk.
-Tsk los inútiles faltantes han llegado.- exclamo con fastidio.
-Vete de aquí.
Rogers miro con el ceño fruncido a superior, no le agrado el tono con el que le hablo y mucho menos le gusto escucharle darle una orden.
-Quita esa estúpida expresión, por si lo olvidas tienes un paquete en los brazos. Además por la boba sonrisa es un hecho que deseas conservarlo. Así que mejor lárgate, porque ese paquete es muy delicado como para que lo rompas con tus niñerías.
El capitán sopeso todas sus opciones, si bien no le agradaba dejar a su amante. Este tenía razón, desde que sostuvo a ese pequeño niño en sus brazos había decidido conservarlo.
-Solo no juegues tanto con ellos cariño o pensare que los prefieres más a ellos que a mí.
Rogers se alejó de ahí, mientras Superior con ayuda de algunos de sus robots enfrentaba a los vengadores.
-Bueno es hora de mostrarles quien manda aquí.- sonrió mientras peleaba con Hawkeye.
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Después de que Superior lograra dejar a los vengadores lastimados, salió de ahí. Llegando a la base de Hydra, donde al parecer todos tenían una interesante conversación. Tal parecía que los altos mandos de la organización no estaban de acuerdo con la llegada del bebe, mientras que otros estaban interesados en experimentar con el infante.
Pero ninguno se atrevía hacer movimiento alguno contra el capitán, quien les daba una mirada que prometía mucho dolor, a quien se atreviera acercarse.
-Vaya, vaya. ¿Qué tenemos por aquí? - La voz de superior hizo a muchos temblar, este caminaba de manera elegante mientras les sonreía, algo que los demás sabían era una señal de advertencia. – Hoy tuve un día realmente malo ¿saben? Primero que nada no pude coger a gusto con el capitán debido a que teníamos una misión, segundo tuvimos que salvar a esos jodidos científicos de pacotillas debido a que uno de nuestros soldados decidió cambiarse de bando, tercero tener que aguantar a los bastardos de los vengadores sin olvidar a los jodidos hermanos maximoff y por ultimo aquí mi queridísimo hombre ha decidido conservar a este niño. Si bien accedí a sus deseos no esperaba encontrarme con ustedes metiéndose en una decisión de pareja.
-Pero...
El hombre que intentó hablar no logro hacerlo cuando un rayo atravesó su pecho, algunos se asustaron, mientras que otros miraban de manera imperturbable la escena.
-Creo que no me entendieron. Ese niño es nuestro, de Rogers y mío. No olviden que ustedes son los líderes de Hydra porque así lo quise. Pero quien manda y quien tiene el control ¿saben quién es verdad?– con el chasquido de sus dedos, los soldados apuntaron a los hombres que se denominaban como los jefes.
Ninguno de los hombres dijo nada. Lo cual solo divirtió a Rogers mientras que Tony los miraba de manera aburrida por hacerles perder algo de su tiempo.
<...>
El tener un bebe, nunca fue algo que se esperaran pero lograron adaptarse al pequeño, el niño casi no lloraba, excepto cuando tenía hambre o necesitaba un cambio de pañal, era un bebe muy tranquilo. Pero su mirada poseía un brillo de curiosidad.
Podía observar por mucho tiempo a Tony, mientras este creaba robots o armaduras, Steve incluso logro escuchar una risa de diversión en el pequeño cuando su amante le disparo a un hombre para probar sus nuevas armas.
Muy pocos eran quienes tenían el privilegio de conocer al hijo de los hombres más poderosos del planeta, uno de ellos era James Barnes, quien había adquirido el deber de protegerlo cuando Superior o el capitán estaban de misión. El soldado miraba con atención e interés lo que el pequeño hacía, se había dado cuenta de la inteligencia que el infante estaba demostrando, tal parecía que sería un genio como Stark. El seria quien heredaría el legado que sus padres estaban dejando.
<...>
Tanto Steve como Tony a su manera le enseñaban muchas cosas a su pequeño Peter, si bien la probabilidad de que este viera con horror lo que hacían era mínima, ellos lo dejarían escoger su camino.
Ellos amaban a su pequeño. Era un niño que vivía entre el dolor, tristeza y sufrimiento. Aun así podía sonreír de forma tan bella. Su hijo era la pequeña luz en un mundo tan podrido como en el que vivían.
Ya habían tomado la decisión de destruir todo este mundo, y con la llegada de su pequeño habían reforzado sus deseos. Pero también deseaban que el fuera testigo de que el mundo ya no merecía salvación, que aquellos héroes que lo protegían a costa de sus vidas, no debían hacer tales sacrificios.
Quizás en algún otro universo eran los ñoños idealistas con deseos de paz y esperanza para toda la humanidad. Pero en este mundo ellos habían abierto los ojos. El mundo tenía que cambiar pero no como la sociedad lo indicaba, y ellos junto a Hydra lo demostrarían.
Separados eran peligrosos.
Juntos eran invencibles.
Y eso todos lo sabían.
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para quienes habían deseado ver como el pequeño peter llego con Superior y el Cap. Hydra ahí lo tienen.
:)