Al escuchar que alguien golpeaba la puerta de mi celda y gritaba, desperté. Y ese alguien no me agradaba por el simple hecho de molestarme mientras dormía.
-¡Oye, arriba! ¡Levántate! - era Carl, gritaba con escándalo.
Me incorporé estando aún sobre la cama.
-¿Qué? - dije un tanto molesta por el gran alboroto hecho por él.
-Vístete, mi padre quiere que vayamos a buscar algunas provisiones. ¡Vamos! Date prisa - habló Carl y abandonó la celda.
Me levanté por completo, froté mis ojos y me vestí apresurada. Miré mis zapatos por unos instantes. Estaban desgastados y sucios, a nada de romperse.
Dejándolo de lado, salí de mi celda y fui directo al comedor, donde se encontraban todos, incluyendo a Carl.
-¡Buenos días, hermosa! - exclamó Carol, dedicándome una gran sonrisa.
-¡Buenos días! - contesté alegremente.
Me senté en el único lugar que quedaba, justo a un lado de Carl. Me removí incómoda.
¡Gracias universo! Es como una bofetada de tu parte.
Carol no tardó en servirme un tazón de sopa, la cual devoré rápidamente. Carl se levantó de su asiento.
-Te espero afuera - me dijo entre susurros sin mirarme, y se marchó del comedor.
Cuando terminé tomé mis cosas y salí, busqué a Carl con la mirada y lo encontré debajo de un árbol recargado en el tronco. Me acerqué a un lado de él, provocando que diera un pequeño salto del susto.
-¿Te asusté? - pregunté, tratando de no reírme. Se notaba muy bien que no le agradaban para nada las bromas.
Carl rodeó los ojos y comenzó a caminar.
-Vámonos - parecía realmente molesto.
Salimos de la prisión y entramos al bosque en busca de provisiones. Caminábamos sin que ninguno pronunciara una palabra. Yo solo miraba a Carl. En serio odiaba a ese chico, no sabía porque se comportaba tan grosero conmigo.
-Tu hermana es hermosa, se parece a ti - comenté para romper ese silencio tan incómodo.
Miré a Carl, quien dibujó en su rostro una pequeña sonrisa que al instante desapareció.
-Oye, Carl... Yo creo que no me has contado nada de tu madre - dije en voz baja. Al instante me retracté.
Carl dejó de caminar y noté como sus ojos se cristalizaban. Supuse que su madre no murió de la mejor manera. Me sentía tan estúpida por haber dicho eso.
-Carl, lo lamento mucho, no quise decir eso, no lo sabía - pasé mi mano sobre su hombro.
-Está bien, no te preocupes, simplemente pasó, ahora hay que concentrarnos a lo que venimos.
Bien hecho Ally. Si antes te odiaba ahora te soñará muerta.
Llegamos a una farmacia y entramos para buscar algunas medicinas y un poco de comida. Al entrar, Carl y yo decidimos dividirnos para recolectar muchas más cosas, más rápido.
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No me abandones: Los inicios
FanfictionPrimera parte EDITADO El apocalipsis ha comenzado. Un extraño virus se está propagando en varias partes del mundo, convirtiéndo a las persona en extrañas criaturas: zombies. Allyson está dispuesta a sobrevivir como sea, aunque se encontrará con muc...