14 El comienzo de una amistad

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Gabriel nos guío a todos por el bosque hacia la iglesia que no quedaba muy lejos de donde estábamos. Yo iba junto a Carl mientras miraba la herida de mi mano que obtuve en Terminus.

-¿Estás bien? -preguntó Carl.

Últimamente en verdad se estaba preocupado demasiado por mí.

-Sí, solo... No es nada - respondí, mirando al suelo.

Llegamos a la iglesia y todos entramos. Revisamos cada rincón de esta, por si el padre ocultaba algo. No todos los días llegaba alguien a ofrecerte refugio sin pedir nada a cambio.

-Muy bien, nos quedaremos aquí por unos días - habló Rick, llamando la atención de todos - Maggie, Glenn, Sasha, Gabriel, Rosita, Abraham, Bob y yo iremos a una pequeña tienda no muy lejos de aquí por algunas provisiones.

Observé con atención toda la iglesia mientras Rick daba las indicaciones. Estaba todo muy limpio y bien acomodado. El estar ahí te hacía olvidar que estabas en el fin de la humanidad.

-Michonne se quedará aquí con Tyresse y Tara para cuidar de Judith. Carol y Daryl irán por un poco de combustible e intentaremos reparar una camioneta que se encuentra detrás de esta iglesia. Y por último, Ally y Carl; necesito que vayan a cazar un poco para cenar.

-Bien, entonces tomemos las armas y salgamos - dicho esto todos preparamos lo necesario.

Tomé mi arco, mi chuchillo y una pistola en caso de que la necesitara, mientras que Carl solo tomó una escopeta.

-¿Lista para salir? - me preguntó, mirándome directo a los ojos.

-Claro - dije seca y salimos al bosque en busca de algún animalito que pudiera ser la cena de la noche.

-Oye Carl... ¿Puedo preguntarte algo un poco personal? - dije y lo miré.

-Claro.

-Yo quería saber... ¿Qué le paso a tu madre? - dicho esto Carl bajo su cabeza serio. Me conmoví - Lo lamento Carl, no tienes que contestar la pegunta si no quieres, sé que es difícil hablar de eso - dije y bajé mi cabeza.

Llegamos a un pequeño río donde había un venado caminando de un lado a otro con tranquilidad. Sin perder tiempo, lo apunté con mi arco y solté la flecha que fue a dar a su cabeza, haciendo que muriera instantáneamente.

-¡Genial! - exclamé -. Debemos llevarlo con el grupo, Carl.

-Aguarda. Nademos un rato en el río, para limpiarnos un poco y lavar nuestra ropa - dijo y me miró sonriente, yo solo abrí mis ojos indiferente -. No nos quitaremos nada.

Solté un suspiro y ambos reímos.

-Está bien - contesté y me sumergí en el agua -. Vamos, Carl.

Carl se quitó la camiseta, corrió hacia el río y dio un clavado que salpicó un poco mi rostro.

-¡Oye! - grité, riendo un poco.

-Oh, lo lamento, ¿te salpiqué?

Lo miré amenazante. Me acerque más a él, lo tomé de los hombros y lo undí un poco en el agua, Carl salió disparado tomando un poco de aire.

-Oh, lo siento, ¿te hundí? - dije sarcástica y reí victoriosa.

-Que graciosa, ya verás pequeña Allyson - dijo y comenzó una guerra de agua contra mí.

Riendo, comencé a nadar muy lejos de él. Cuando volteé detrás de mí noté que Carl ya no estaba.

-¡Carl! Vamos, no es gracioso. Sal de donde te escondes.

Carl salió por debajo del agua y yo di un pequeño salto. Casi se me sale el corazón del susto.

-¡Bu! - exclamó - Te atrapé

-Eres patético- lo aparté del camino.


-Solo admite que soy genial - dijo con egocentrismo.

-¿Tengo que hacerlo?

Me crucé de brazos, seguido de una rodeada de ojos. Carl se rió y se apresuró en salir del agua.

-Vamos, debemos llevar al venado con los chicos antes de que se preocupen por nosotros - contestó Carl y ambos salimos del río.

Nos sentamos un rato, recargados en el tronco de un árbol para poder secarnos un poco.

-Lori... Mi madre se llamaba Lori - explicó Carl de repente.

Lo miré seria y bajé mi cabeza, observando mis manos.

-Ella... Murió cuando nació Judith. Tuve que dispararle... No quería ver a mi madre convertida en una de esas cosas - se limpió una lágrima que amenazaba con salir de su ojo.

-Lo lamento - pasé mi mano por su hombro -. Me hubiera gustado conocer a tu madre Carl - dije y le sonreí al igual que él a mí.

-Vamos, llevemos la cena a casa.

Ambos tomamos el venado y lo arrastramos hasta la iglesia, donde se encontraban todos con un montón de latas de comida.

-Oigan... ¡Miren lo que encontramos! - gritó Carl y todos nos miraron sorprendidos.

-Bien hecho, chicos - dijo Michonne con una sonrisa.

Cayó la noche y comimos aquel venado dentro de la iglesia, acompañado de algunas latas de frijoles y pastas.

Bob había salido a tomar un poco de aire, mientras nosotros contabamos historias divertidas. Carl se sentó a un lado mío y me ofreció un plato de carne que acepté y comí rapidamente. Por una vez en el apocalipsis, luego de que la prisión había sido atacada, se podía sentir un poco de paz y tranquilidad.

Pasó un rato y todos estabamos apunto de irnos a dormir, cuando escuchamos un ruido que provenía de afuera.

-¿Qué fue eso?... Vayamos a ver - dijo Rick, y Sasha salió corriendo de la iglesia junto con él y Michonne.

-¿Qué ha pasado? - pregunté y miré a Carl confundida.

-No te preocupes - trató de tranquilizarme. Me recosté en su hombro.

Sasha y Rick entraron a la iglesia con... Bob, quien al parecer carecía de una pierna. Me levanté de mi asiento y los ayudé a recostarlo en el suelo.

-¿Qué sucedió? - preguntó Rick.

-Gareth... Gareth hizo esto. El está con otros cinco chicos. Dijo que vendría pronto aquí... a la iglesia - contestó Bob agitado.

No me abandones: Los iniciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora