No me abandones: Los inicios

34 Dando órdenes

Ally

Después de aquella horrible mirada dirigida por Carl, ambos nos fuimos a casa, ya que él quería hablar en privado conmigo sin que nadie nos escuchara.

-Y ¿de que quieres hablar? - pregunté seriamente, mientras me sentaba en el sillón de la sala.

-Ally, ¿desde hace cuánto escapas con Enid fuera de Alexandria? - preguntó con brazos cruzados.

Suspiré.

-Es... algo que hacemos ella y yo. Nos gusta ir siempre a matar algunos caminantes, solo para no aburrirnos en este lugar. Además nos sirve como práctica para nunca olvidar que, a pesar de que estemos seguros siempre hay algo allá afuera, y así nunca volvernos... débiles, por así decirlo - contesté con mi mirada fijamente a la de Carl, quien solamente apretó su mandíbula.

-¿Qué tienes en el brazo? - preguntó al ver mi herida que yo misma me causé accidentalmente el día en que me secuestraron. No sabía cómo rayos esta se había abierto.

-No lo sé, no lo había notado - dije confundida, apretando fuertemente mi brazo.

-No quiero que vuelvas a salir Ally, nunca más hagas eso - dijo Carl con molestia.

-¡¿Qué diablos pasa contigo?! - contesté furiosa - Carl, yo no necesito tu aprobación para poder salir. Estoy bien, solo iba a...

-No me importa lo que estás haciendo, Ally. ¡Pero no puedes salir tu sola! - dijo él, interrumpiendome con un tono de voz alto.

-No puedes decirme que hacer, tenemos la misma edad y tu no puedes ordenarme - dije, apretando mis puños con todas mis fuerzas.

-Sí, pero necesitas quedarte aquí donde estás a salvo. Solo mira lo que pasó con tu brazo, tienes que... ¡Solo haz lo que te digo! - gritó Carl.

No quería escuchar nada más, así que dejé de hablar y le di la espalda.

-No quiero que nadie ni nada te hiera - dijo en un susurro y me di vuelta.

Carl

-Carl, deberíamos ir con los demás - dijo Ally.

-Está bien - contesté para después escuchar varios gritos.

-Carl, algo está pasando, debemos ir - los dos salimos corriendo hacia donde se encontraban todos los habitantes de Alexandria.

Para cuando llegamos al lugar en el que se estaba realizando la cena observamos a Reg (el esposo de Deanna) muerto con un corte en su cuello mientras Deanna solo lloraba desconsoladamente. Pete se encontraba a un lado mío con la katana de Michonne llena de sangre, e inmediatamente supe lo que había sucedido.

-Rick... Házlo - le ordenó Deanna y mi padre alzó su pistola, acabando con la vida de Pete de un solo disparo.

Varios gritos ahogados resonaron en el ambiente. Jessie lloraba por la muerte de su esposo, pero es que había sido necesario hacerlo. Nos trajo muchos problemas ese hombre.

Al sentir que que alguien estaba detrás mío volteé, encontrándome con un hombre de tez morena que para mí era un poco conocido, sentía que ya lo había visto en alguna otra parte.

-¿Rick? - exclamó aquel hombre asombrado, mientras que mi padre solo lo miraba sorprendido.

A la mañana siguiente

Ally

Hace cinco minutos que estaba despierta gracias a un escandaloso ruido que provenía de la cocina. Me estaba vistiendo mientras veía cómo Carl seguía durmiendo.

Me hice una cola alta y bajé las escaleras hasta la sala, donde se encontraba Amber

-Hola -saludé fríamente.

-¿Qué tal? - respondió ella de la misma forma - Carol se encargó de hacer algo de comer, por si tienes hambre.

-Estoy bien, mejor se lo dejaré a alguien más - contesté para después servirme un vaso de agua y beberlo.

Hubo un momento de silencio; luego Amber habló.

-Lamento que las cosas sean complicadas entre tú y Carl.

-No me tomo en serio tus lastimas.

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Capitulo dedicado a:

Burditooo