Epílogo.

3.2K 139 25
                                    

—¿Donde estás?— inquirió Karla con los labios prácticamente pegados al móvil que se hallaba en su mano.

—¡Karla son las 6 de la mañana! —exclamó Anna irritada mirando la hora en el despertador ubicado en la mesa de noche —¡Estoy durmiendo! ¿Que más puedo estar haciendo a esta hora?—preguntó girando su cabeza para ver a su pareja que dormía plácidamente. Los rayos del sol se filtraban por la cortina azul y acariciaban el cuerpo desnudo de Mark.

—¡Hoy es la boda estúpida! —gritó colocando los ojos en blanco. Los labios de Anna se separaron formando una esplendorosa "O" y miró nuevamente a Mark quien se había despertado y estiraba sus brazos.

—¿Hoy nos casamos? —le preguntó Anna bajito. Él abrió los ojos también con sorpresa de haber olvidado el gran día. —Te llamo luego. —logró decir cuando sintió a Mark encima de ella.

—Hoy nos casamos —respondió él sin salir del trance. Su cuerpo estaba presionando el tibio cuerpo de Anna —Estás hermosísima —murmuró dándole un beso de buenos días en los labios. Esa era su rutina desde hace un año que vivían juntos. Mark el día de la propuesta matrimonial también le propuso compartir su casa pero Anna se negó hasta una semana después que se vio obligada a aceptar ya que el departamento donde residía iba a ser demolido.

—Mientes con todos los dientes —dijo Anna riéndose al sentir la respiración cálida de Mark en su cuello —Estaré hermosa en la noche. Cuando sea la señora Anna de Sheets.

—Estas hermosa ahorita y en la noche cuando seas mi esposa y mañana y los demás días del resto de nuestras vidas —murmuró llenando su cuello de besos —Espabila ahora antes que Karla aparezca hecha una furia.

Anna sonrió e intentó levantarse pero el peso de Mark le impedía moverse de la cama. Un hormigueo la invadía cuando sentía ésos labios carnosos besar su piel y él no la dejaba moverse a propósito. —Quítate —dijo ella entre risas tratando de sacarselo de encima —Me estas haciendo cosquillas. —añadió cuando sintió los dedos juguetones de Mark en sus costillas.

—¿Ah si? —preguntó él siguiendo —Di las palabras mágicas y te dejo libre.

—Por —Anna estaba retorciendose de risa en la cama y eso le impedía hablar con claridad. —Por fa-vor —pidió jadeando.

—Esas no son —contestó Mark sin inmutarse.

—Por favor —pidió ella —Te amo —añadió cuando vio que Mark negaba con la cabeza muy decidido a no dejarla.

—Yo te amo más —respondió satisfecho —Hubieras comenzado por ahí y te ahorras los minutos de súplicas —murmuró con autosuficiecia y se levantó de un brinco.

—Eres horrible —replicó ella fingiendo estar molesta —Pero como te amo.

**

—¡Mamá! —chillaron Anna y Karla cuando vieron que Alana entraba por la enorme puerta del salón de belleza. La mayor brincó en los brazos de su progenitora mientras Anna recibía a Peter quien acababa de entrar cargando las maletas. —Los he extranado tanto —murmuró Karla envolviendo a Peter en un abrazo.

—Pensé que no vendrían —comentó Anna sintiéndose dichosa y más feliz que nunca. Las lágrimas habían bañado su rostro antes que se diera de cuenta. —Estoy demasiado sentimental, lo siento —se disculpó riendo y limpiándose.

—Hija fue difícil encontrar alguien de confianza que cuidara la tienda mientras nosotros estamos acá —Alana se sentó en la silla contigua a la de Karla para que una estilista hiciera de las suyas con su cabello —La última vez que vine estaban peleadas ¿que sucedió? —preguntó mirándolas a través del largo espejo que estaba en la pared de salón.

~June~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora