~June~

28. Culpabilidad

El trayecto hasta la habitación se vuelve frustrante, los recuerdos se agolpan en la mente de Mark pero difusos debido al alcohol ingerido esa noche, nada es claro y todo es demasiado rápido.

Entra dando grandes zancadas y se apoya en la pared. —¿Que sucede? —pregunta la enfermera preocupada.

—Lo recuerdo. A ella, el accidente, todo —dice reproduciendo las imágenes en su cabeza.

—¿Como sucedió esto? — preguntó —¿La viste y recordaste todo?

Mark niega mientras se sienta en la camilla. —Cuando entré al cubículo no la reconocí al estar conectada a muchos cables. Minutos después la observé detalladamente y me percaté de un anillo de flores en su mano. . .

Ella escuchaba atenta e intrigada.

—Al observar el anillo recordé el día que fui a comprarlo y su rostro iluminado al entregárselo. Luego varios recuerdos se fueron filtrando en mi cerebro y al reconocerla completamente los sentimientos pudieron conmigo.

—¡Vaya! ¡es impresionante! Debo. . . —chasqueó la lengua tal como si olvidara algo —Debo informarle al doctor.

—Necesito verla nuevamente Zuna —dice Mark con seriedad —Ahora que sé perfectamente el papel que juega en mi vida, no puedo perderla.

—Yo haré lo posible e imposible para que vengas a verla seguido —contesta ella feliz de haber ayudado a un paciente.

En ese preciso momento Avril abre la puerta y desaprobatoriamente observa a la enfermera que se encuentra con una sonrisa.

—¿Que haces aquí? —pregunta la rubia enarcando una ceja.

La joven enfermera cruza los brazos sobre su pecho y con la sonrisa aún más amplia le responde. —Aquí trabajo ¿no? —.

—Bueno ¿Qué haces aquí con mi futuro esposo?— pregunta Avril acercándose territorialmente para darle un beso en los labios a Mark, pero éste ladea la cabeza evitandolo.

— ¿Olvidas que soy la enfermera encargada de cuidarlo hasta que se vaya? —pregunta Zuna casi riendo por el desplante del paciente a su "novia". —Y por lo que veo aún no se ha ido.

—No te preocupes ya él se va —contesta ella en forma retadora. Luego se dirige al hombre con una sonrisa hipócrita —¿Nos vamos a casa amor?

La enfermera se levanta y camina a la puerta con pasos firmes —Le informaré al doctor, seguro estará contento —dicho esto se marcha sin esperar respuesta.

—Amor vístete para que nos retiremos de este cutre lugar —comenta ella chequeando por primera vez el brazo sin el gran yeso.

—Avril ya recuerdo todo —dice entornando los ojos —No sigas fingiendo que nos casaremos y que viviremos una muy feliz vida juntos.

—Sólo quería que llevarás una mejor vida. . . Junto a mí —Contesta a la defensiva, —Que todo fuera como antes.

—¿Una mejor vida? —Mark ríe sarcásticamente —Una mejor vida a tu conveniencia querrás decir—.

—Trataba de. . . —la chica comienza a defenderse pero es interrumpida por una grave voz.

—¡Basta! Querías engañarme, te aprovechabas de la situación.

Ella bufa hecha una furia por que el plan que tanto armó en su mente no diera resultado y que se desmoronara a último momento. Sale de la habitación dando un portazo que aturde a Mark.
Éste la imita minutos después, con sus cosas en mano sale del cubículo suspirando aliviado de irse. Se dirige a planta baja donde se encuentra la recepcionista, una señora de unos cuarenta y tantos, robusta y con facciones duras.