Capitulo 8

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Pov Anastasia

Pov Anastasia
-Habitación 108 señorita Steele.
-Muchas gracias.
-Es mi deber joven.-Y la recepcionista me entrega mis nuevas llaves.
El departamento es de estudiantes, ahora me toca con un chico compartir la habitación, según se llama Jamie .Bueno al menos mi padre Ray fue inteligente y me dio la tarjeta dorada, o sino, ahora estuviera durmiendo en una plaza bajo un gran árbol.
Yo nunca me hubiera dejado vencer por Christian. Pero este caso es muy diferente. Él tiene razón, fue muy irresponsable de mi parte, salir, emborracharme y llegar a unas muy tardes horas de madrugada... ¿En que estaba pensando? Yo nunca fui niñera de nadie y muchísimo menos de un chico de 17 años, que bien puede ser mi novio y... ¡Mierda! ¿Qué dije? ¿Novio? .Creo que de verdad ya el alcohol me está afectando mi cerebro. Bueno olvidándome de eso y regresando de nuevo a mi realidad, ¿Ahora? ¿Qué empleo voy a trabajar yo actualmente? Claro...El de Paul, él dijo que muy pronto abrirá su ferretería y ¡Bingo! tengo empleo. Claro no va a ser nada igual la paga, fuss nada igual.
Bien, hoy no puedo ir a la Universidad por razones obvias.
En fin, no fue tan problemático conseguir un departamento para estudiante. Busque por Google, y encontré uno bonito, bueno, y barato. Claro el problema mayor fue conseguir un  taxi, ya que normalmente las personas normales están dormidas a las 4:00 am, al final, conseguí un taxista un poco mayor. Que me hablo por todo el camino de su ex esposa, de cómo lo engaño con su primo, en el mismo día de la boda. En realidad al menos gracias a ese señor me saco en un breve momento de mis tristes pensamientos.
Alex Goot ft Tyler Ward- Umbrella. Empezó a sonar por toda mi nueva habitación. Nueva llamada de Christian Grey, -Rechazar- Seguro el idiota ese quiere burlase de mi por haber perdido. Fuss no le daré gusto.
Mañana sí voy a ir a la Universidad. Observe atentamente por dentro de la habitación y, los cajones, duros e incómodos, me hicieron cuestionar mi ingenio, pero a Jamie no parecía importarle -o al menos fingía que no le importaba, no lo sé, solamente está sentado en su cama leyendo un libro, literalmente ignorándome. Él se reclinó hacia atrás, notó el borde del cajón que se le clavaba en la espalda, y volvió a sentarse con la espalda erguida.
-Lo siento -me disculpé-. Mi nombre es Anastasia Steele, tu nueva compañera de habitación.
-No pasa nada. Mi nombre es Jamie Dornan. Muchísimo gusto Anastasia, aquí la habitación es poco incómoda, pero creo que te acostumbrarás.
«Tiene razón», pensé.
Bueno al menos los dos somos estudiante de Harvard y no estaré muy perdida aquí en esta situación.
-Estás muy callada. -Oí decir a Jamie.
-Lo siento; estaba pensando en esta noche.
-Espero que fuera algo bueno.-Se ríe mirando a mí alrededor.
-La verdad es que no.-Susurre, Jamie levantó la mirada de su libro y me miro con eso ojos grises azulados.
Él cambió de posición en el asiento, como si buscara una postura más cómoda, y noté cómo su pierna rozaba la mía.
-Yo también, pero en mi caso estaba pensando en mi madre.-Lo mire sin entender nada.-Mi madre murió hace 5 meses.-Me explicó.
-Lo lamento.
-No lo hagas, ya lo hice yo, y no tienes por qué hacerlo tú. Nadie sabe qué es lo que perder a un ser querido, si no eres tú mismo. Y alguien de tu misma sangre es muchísimo peor-Lo dijo con una voz tan baja que tuve que acércame un poco más para poderlo escuchar completo.
-Oye yo también perdí a mi padre, y ni siquiera lo conocí, murió solamente cuando yo era una bebé. Lo entiendo, pero al menos dale gracias a la vida que tu pudiste compartir, buenos y malos momentos con ella, al menos supiste que te amaba.-Me miro por más de 10 segundos seguidos, hasta me incomodé un poco, creo que se dio cuenta porque casi inmediatamente cambio la postura.
-La verdad es que tienes razón. Gracias por abrirme los ojos en ese punto de vista.-Me sonrío con algo que parecía una mueca.- ¿Te acabas de mudar aquí verdad? ¿A esta ciudad no?
-Sí, ¿por qué?
-Oh, sólo por curiosidad -respondió.
Mire a mi celular y ya tenía 17 llamadas perdidas de Grey ¿Qué demonios quiere él? Se va a quedar con las ganas de insultarme.
Ya han pasado 4 días, desde que me fui de la villa, Jamie es muy bueno, he empezado a cogerle cariño, se sabe comportar como si nosotros nos conociéramos de toda la vida.
Mire determinadamente a Jamie, de verdad siendo muy sincera, es muy guapo, nada de tatuajes, el cabello cobrizo pero con reflejos amarillos en la melena, y corto por los lados. Y unos músculos muy bien definidos. Es tan bello como Chris... ¡COMO NADIE! ¡Demonios! Saco su nombre hasta en la sopa.
Jamie me pone un plato de arroz encima de un tope en la mediana cocina, el chico es muy lindo, es decir muy cariñoso, habla hasta por los codos, cosa que agradezco en estos momentos.
Apenas toco el plato. Estoy más o menos bien. Pero decirle esas palabras me hace sentir mucha paz. El vino está haciendo efecto. Ya no estoy sola. Gracias, Jamie.
- ¿Crees que necesitas un médico?
-No lo sé. Pero, aunque así  fuera, no quiero hacerlo bajo ningún momento, Jamie yo les tengo un poco de fobia a los médicos. Y creo que tengo que aprender a resolver mis problemas sola.
-Supongo que resulta muy difícil guardarte esos sentimientos durante tanto tiempo. Gracias por confiar en mí. ¿Por qué no me lo dijiste antes? No podía decir la palabra de los señores y señoras que se visten de blanco y trabajan en hospitales salvando vidas- Se  ríe a carcajadas por su pequeña broma.
-Ja, ja que divertido- Le dijo sarcásticamente y le saco la lengua en modo infantil y él se ríe más aún-Lo sé, estoy loca.
-No estás loca. Aunque me has dado la impresión de estarlo. –Ahora la que se ríe con ganas soy yo. Veo la hora que es y son las 7:46 pm, el día a pasado súper volando.
-¿Jamie?-Lo llamo.
-Dime Ana-Lo oí acercase hacia mí.
-¿Te cuento algo y me prometes que lo mantendrás en secreto?
-Si tú quieres. Está bien, lo prometo- Y junta sus cejas en forma divertida.
-Me caes bien- Le digo en un simple susurro.
Él sube las comisuras de sus labios y sonríe abiertamente.
-Tú también Anastasia.
Pov Christian.
Uno no elige su vida: es la vida la que lo elige. ¿Qué querrá de mí? ¿Qué querrá de un hijo de una puta drogadicta? ¿Un chico que la mejor amiga de su madre lo involucro en la vida BDSM? Y está vez el destino al parecer está contra mía y Ana.
¨Y si lo que te ha  reservado son alegrías o tristezas, es algo que está más allá de tu comprensión. Acéptalo y sigue adelante.¨ Claro es fácil de decirlo y más difícil actuarlo.
No elegimos nuestra vida, pero decidimos qué hacer con las alegrías y las tristezas que recibimos. Eso es lo que siempre Grace dice.
La sala principal está decorada con globos amarillos y verdes, yo ya eh empezado a beber, tal vez con la esperanza de que mañana aparezca Anastasia, llevo todos estos malditos días intentando comunicarme con ella, pero no, la muy no contesta mis llamadas.
¿Por qué las mujeres se complican tanto? Buen, a decir verdad, yo tengo la mitad de la culpa.
Marco por última vez, ya voy 47 llamadas, nunca le jalo bola a nadie, pero ¡Nadie! , aunque en este caso es diferente, hablo de Ana. Puede estar en peligro y todo por mi culpa. Bueno casi todo.
Primer tono.
Segundo tono.
Tercer tono.
Cuarto tono.
Quinto ton…
-¡¿Qué diablos quieres ahora de mí?! ¿No fue suficiente con echarme la bronca en cara en persona? ¿Ahora quieres hacerlo por celular? ¿Acaso no tienes ni una pisca de sentimientos? ¿O es que?….
-¡Anastasia Steele! ¡Basta! Me estas irritando.
-Dime algo nuevo Grey.
-Ana solo escúchame ¿sí?
-Que te den, guarra Grey.
-Ana…
-Te doy exactamente 20 segundos.
-Me da tiempo…Pero lo que te tengo que decir, te lo digo en persona no por llamada.
-Que lastima, porque yo no iré contigo a ningún lado.
-Es que no vas a ir conmigo a ningún lado, te vas a encontrar conmigo en algún lado.
-En el punto.
-Te mando la dirección por correo ¿vale?
-Vale.
-Buenas noches Ana.
-Grey

Cuidando al playboy GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora