Capítulo 33

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Pov Christian Grey

Desafío a quien sea a que me diga que hay una visión más asombrosa que la de Anastasia Steele probándose vestidos sexy.

-Le queda muy hermoso ese vestido a la señorita.-dijo el hombre de la tienda, haciendo que mi atención volviera a él.

-Todo le queda hermoso.- Confirmo. Sonrió.

-Esa mujer está para chuparse los dedos- Me enderecé y me dirigí al tipo.

-Estás hablando de mi novia.

Se puso tenso de repente y dejó de sonreír.

-Lo siento. No era mi intención. No sabía que venía con la señorita. Y mucho menos que era su novia. Solo opinaba para hacerla sentir bien.

-Yo me preocuparé por ella. Usted preocúpese por vender.

No dudaba de que el tipo este, se hubiera cuestionado el arreglo que le habíamos consultado. Quiero decir, Anastasia es hermosa.

Ella salió del cubículo.

El cuchillo penetró un poco más y giró.

-¿Cómo me queda este?- En pocas palabras quede boca abierto, ¡Mi Dios! Ese vestido le queda de muerte. Es color verde manzana. Con tiras y un gran descote. No es vulgar, pero para mi gusto, muestra demasiado para los malditos que quieran comérsela con los ojos. Aunque... No los culpo.- ¿Entonces?

-Me encanta.

-¿De verdad?- Asiento.- Hay este mismo modelo en rojo, morado y...

-No.- La corto- Se ve excelente en tu tono de piel- Ella levanta la ceja.

-¿Desde cuándo te volviste un experto de moda?- Se ríe irónicamente.

-Desde que te vi por primera vez.

(...)

-Elije- Ordeno.

-¡Ay Christian! Todos son hermosos. – Pongo los ojos en blanco.

-¿Preferido?

-Son caros Grey. Todos.- Suspiro frustrado con esta mujer.

-¿Me ves con cara de que me importe cuánto cuesta los puñeteros collares?

-Claro... Como tú te puedes comer tu dinero.

-El dinero no se come señorita Steele, y hay demasiada gente en el mundo que no tiene que comer.

-...Bien. Quiero ese- Señala el collar de plata con adornos de puntos y al final, circunferencias negras con alrededor de plata. Buena elección.

-¿Señor?- Llamo al vendedor.

-¿Si?

-¿Cuáles son el pares de zarcillos que viene conjunto el collar?- Este se va a la esquina y abre un cajón. Le muestra a Anastasia.

-Me encanta.- Confirma Steele.

-Me llevo el collar y los extras de este.

-Gracias Christian por este detalle.- Le giño el ojo. – Ahora vamos por tu traje.

Caminamos por el frente de varias boutiques de diseñadores. Yo no tenía mucha experiencia manejando este asunto de comprar trajes, la mayoría de mis trajes me lo compraba mi madre.

(...)

Los días que estoy pasando en Londres con mi familia los estoy disfrutando a tope.

Salir con mis hermanos Mía y Elliot, los señores Daniel y Sofía Cullen, algunos que otras amistades por las noches eran agotadores, pero me gustaba. Una de aquellas noches coincidí en el mismo local con Leila, mi "ex amante" por decirlo así. Por suerte, no me vio, y me di cuenta que Ana respiró aliviada cuando comprobó que ella se marchaba. Con sus padres gocé de tardes ante la chimenea jugando al Monopolio, cartas y ludo.

La boda de Daniel y Sofía fue épica. Ni tan exagerado y tampoco a lo bajo. Su luna de miel es aquí en Londres, ellos no querían pasarlo solos, así que nos invitó, también a los padres de Ana, junto con mi familia. ¿Qué hay de raro? Los Cullen también por lógica invitaron a Jamie y su padre. Raramente no vinieron, ni a la boda, y mucho menos aquí ahora con nosotros.

¿Dornan? ¿Qué estas ocultando?


Cuidando al playboy GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora