Pov Ana.
-¿Si no fuera yo, quien más?- Se burla esta vez Christian de mí. Pongo los ojos en blancos.
-¿No era que no ibas al baile?
-Exacto. Era- Ahí reaccione.
-¿Te llamo Jamie verdad?- Tenía intenciones por contestarme, pero lo corte- No quiero ir. No quiero que estés obligado a ir conmigo.
-Anastasia... ¿Tú crees que si me estuviera sido así, me hubiera acomodado demasiado por ir "obligado"?- Tomo una gran respiración y la dejo escapar suavemente. Agarro la valentía para mirarlo bien y ahí está. Totalmente comestible en su esmoquin negro con una corbata azul eléctrico. Su cabello está peinado hacia atrás y... ¡Guau! Esta increíble. Tiene una sonrisa enorme en su rostro. Santo cielo. – Siéndote sincero. No quería ir. No soy ese tipo de chicos. Pero Ana, por ti. Lo que sea.- Admito que no sé qué decir.
-Te ves hermosa.- Prosigue. Soy afortunada en tenerlo.
-Tu tampoco estás mal- Digo nerviosa. Estoy muy feliz.
-Acomódense, quiero tomar fotos.- Doy un brinco asustada.
-¡Mamá! ¡Me asustaste!
-Lo siento hija- Y se ríe.
(...)
Bailamos casi toda la noche.
Mis pies me están gritando que pare, pero no puedo. Quiero disfrutar de este baile, es mi primer baile. Además, si me siento a descansar voy a empezar a ponerme nerviosa por lo Jamie. Confía en él... Me digo a mi misma. ¡Y por ahora no quiero pensar en eso! Quiero divertirme como me lo dijo él mismo.
De repente suena la canción Nuestro camino. De Martina y Jorge Blanco. Grey me arrastra de nuevo a la pista de baile. Pero lo que más me sorprendió es que Christian la empezó a cantar en mi oído, mientras bailamos al compás del ritmo.
(Letras negras: El Chico) (Letras cursivas: La chica) (Cursiva y negrita, Los dos juntos)
''Tanto tiempo caminando junto a ti. Aún recuerdo el día en que te conocí. El amor en mi nació. Tu sonrisa me enseñó, tras las nubes siempre va a estar el sol.
Te confieso que si ti no se seguir, no es el camino tu eres para mí. Desde que mi alma te vio, tu dulzura me envolvió, si estoy contigo se detiene el reloj.
Lo sentimos los dos, el corazón nos habló. Y al oído suave nos susurró.
Quiero mirarte, quiero soñarte, vivir contigo cada instante. Quiero abrazarte, quiero besarte, quiero tenerte junto a mí. Pues amor es lo que siento, eres todo para mí...
Nos comenzamos a mover suavemente y subo mis brazos a su cuello. Él empieza a cantarme la canción al oído. Cuando llega otra vez al estribillo tengo una sonrisa de idiota en la cara.
Christian, él es un bipolar de mierda.
Juro que no lo entiendo.
1) Tengo 50 sombras que me atormenta. No puedo abrazar a nadie, me da fobia. / Pero me abraza a mí.
2) Lo mío no son flores y corazones. / Pero a veces <Como ahora> me empieza a cantar cosas cursis.
3) Yo no voy a fiestas cursis. / ¿Y dónde está él en este momento?
4) Aléjate de mí, no soy bueno para ti. / Él mismo dice que, no sabe qué haría sin mí.
5) Nunca, en la Universidad nos sentamos juntos, y no es porque yo no quiera. / Pero no se puede separar de mi cuando no estamos ahí.
No, no entiendo. Pero pensándolo mejor... Él ¡SI! Cumple todo lo que dice. A las demás personas si lo cumple.
Pero conmigo no. ¿Causo un efecto en él? No. No creo. ¿Cómo le puedo causar algo a Grey si soy una simple chica? Entonces... ¿Qué soy yo para Christian?...
-¿Ana?- Levanto la mirada para encontrarme con los ojos más extraordinarios que existen. Bueno, al menos para mí.
-Perdón ¿Qué decías?- Podía oler el insoportable dulzor de la fragancia de su aliento.
-Mi sola presencia te embriaga.
-No puedo rebatirlo -dije con un suspiro. No había forma de sortearlo ni podía resistirme a él.
-¿Sabes? El baile no es tan malo como pensaba.
-¿Ah, sí?
-Sí. Pero solo porque eres mi acompañante.
-Eso fue tierno Christian-Inmediatamente me di cuenta que esa frase lo incomodo mucho.
-¿Nos vamos?
-Si claro, estar toda la noche con estos tacones me están matando.
(...)
A la mañana siguiente entré en la cocina descalza y vi a Christian sirviendo el café. Podría decir que el olor del café dio más brío a mis pies, pero fue la visión de Grey, recién afeitado y vestido con el chaleco abierto, la que lo hizo. Me encantaba verlo aún sin arreglar del todo.
Me miró cuando me acercaba a él, dando golpecitos con los talones en el mármol, su rostro impasible y su mirada cálida.
Una sonrisa apareció en las comisuras de sus labios.
-Hola, señorita Steele.
-Muy buenos días Joven Grey.
-¿Sabes? No hace mucho llamé a Jamie- El instinto sobreprotector que tengo se activó. Le hago una señal para que Grey prosiga. – Según él. Está mejor que ayer. Pero se fue a Seattle a visitar de nuevo a su padre.
-¿Las clases? Hoy es sábado. ¿Crees que vendrá el lunes?- Christian levanta sus hombros.
-No tengo ni idea.
-Oh.
-Pero, saliendo de ese tema... Daniel y Sofía dieron la fecha exacta de su boda.
-¿Ah, sí?
-Aja.
-¿Para cuándo?- No me gustó mucho hacer esa pregunta. Christian sonrió malvadamente.
-Mañana.- Tuve como 20 segundos para reaccionar.
-¿¡Mañana!? ¿¡Cómo que mañana!?
-Sí. Mañana domingo.
-¡¿Les pica el culo o qué?! ¡No pueden hacer una boda así de un día para otro!
-Ana. Deja de gritarme ¿Sí?... Ellos tienen mucho tiempo planeando su boda. Solo que antes de esperar otro mes más lo harán mañana... Pero ¿Qué te preocupa?
-¿Qué me preocupa? Ah bueno, es simple: - Le marco con mis dedos cada una de ellas.
1) Vestido.
2) Tacones.
3) Adornos.
4) Regalos.
5) Peluquería.
6) Volver a retocar mis uñas.
7) Cartera.
8) Maquillaje....
-Ustedes las mujeres son tan complicadas-Pone los ojos en blanco.
-¿Qué voy hacer?- Suspiro frustrada.
Me dedicó una rápida sonrisa con la que me decía que había tenido una idea- Señorita Steele. Vístase rápido. Tú y yo vamos a pasar literalmente todo el día en el centro comercial, haciendo todo lo que nombró en tiempo récord.
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Cuidando al playboy Grey
FanfictionMiro a los lados buscando la explicación de las cosas. No puedo, simplemente no lo hago. Steele, ese es mi apellido. No había amado antes con tanta intensidad como lo hago ahora, por él. ¿Por qué me enamoré de un chico tan problemático? Christian Gr...