Capítulo 48

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Pov Grey

Oh mi Dios. ¡Está vivo! A pesar de las verdades que en realidad es mi hermano, es mi mejor amigo. Mi mejor amigo es verdaderamente mi hermano, que cosas.

Trato lo más posible en no ver a mi progenitor, suena tan loco decirlo. Nunca me importó la identidad de mi padre y menos ahora. Cuando prefirió a otro hijo que a mí. ¿Por qué me abandonó? Ahs, no. No más preguntas. Nada de mi pasado me tiene que importar. Solo tiene que importarme es mi Ana y Jamie.

Pasaron exactamente 2 horas y 12 minutos cuando por fin lo vi. Seguía demacrado, aunque ya no tanto. Por lo menos ya no tenía esas horribles ojeras moradas y negras. Lo observo dormir, me duele el pecho. Si antes me dolía demasiado saber que mi mejor amigo estaba en esas condiciones, ahora muchísimo más cuando sé que es mi hermano.

Mi hermano.

Suena tan ilógico decirlo.

Aun así, no puedo asimilarlo por completo. ¿Por qué no estuvimos juntos en la infancia y parte de la adolescencia? De verdad me duele verlo así.

No puedo perderlo.

No puedo dejarlo morir.

Poco a poco abre sus ojos, hace una mueca cuando quiere moverse. Rápidamente me acerco más y lo ayudo. A pesar de luchar contra la muerte, me sonríe como siempre lo hace, y eso me alegra demasiado. También soy muy estúpido, somos casi iguales. Solo pensé que era una coincidencia. Le desordeno el cabello y le muestro también mi sonrisa y lo saludo.

-Hola hermano.

Pov Ana.

68 días después

Dentro de lo que cabe, estamos felices. Yo ya estoy terminando mis estudios. Christian ya se gradúa. Y Jamie, ya está bien. Todos lo consentimos, el pobre a veces se obstina de tanta atención, pero aprendimos a darle su espacio. No queremos que se sienta mal en el terminó de sentirse inútil.

Bueno, Jamie se enteró que Christian es su hermano. En realidad, todo el mundo ya lo sabe. Jamie reaccionó igualmente como Christian, no se lo podía creer. Tanto así que mandó hacer una prueba de ADN en otro hospital para asegurarse. Y salió lo que todos esperábamos.

Ahora, no hay nadie quien lo separe. Y estoy muy orgullosa de ello. Christian no puede estar más feliz sabiendo que su único mejor amigo es pariente de él.

Pero... Todos estamos mal por la sencilla razón que no sabemos porque el señor Dornan abandonó a Christian. El señor infinidades de veces ha querido hablar con él, pero Grey no da su mano a torcer. Tengo que insistir más para que sepa al menos la verdad.

Yo soy muy curiosa y ya he aguantado 68 días de angustia por saber la verdad. Agarro mi celular y marco el número de Christian.

-Hola nena.- Escucharlo me sonroja.

-¡Hola Christian!- "Señor Grey, ya llegaron los filipinos. Dicen que quiere verlo inmediatamente" escucho a Ross hablar con él, debo estar interrumpiendo algo. –Christian, te llamo luego.

-¡No! Primero dime para que me llamas, las otras personas pueden esperar.- Sonrío de manera estúpida, el amor nos pone estúpidos.

-Solo quería decirte que saldré un rato a caminar, llevo el celular, así que si llegas y no me ves, ya sabes que estoy haciendo.

-Ana... Llévate a Taylor, solo por precaución.- Pongo los ojos en blancos, Dios, que sobreprotector.

-Tranquilo, estaré bien. Chao, te amo.

-Ana...- Creo un sonido de fastidio que claramente él escucha.- Yo también te amo. – Y finalizo la llamada.

Camino firmemente fuera de la casa. Los arboles cada vez más verdes. Busco la dirección en el papel del señor Dornan. Vive un poco lejos. Que mal.

Mientras camino, siendo unos pasos detrás de mí. Pero, no sé. Hay mucha gente caminando. Siento cada vez al sujeto más cerca, y cuando estoy dispuesta a correr me sujetan la mano.

-¿Anastasia?- Oh Dios mío.


Cuidando al playboy GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora